Entre la culpa y el placer, el control de la sexualidad

GUADALAJARA, JALISCO.- Bajo esa premisa, María Martha Collignon, académica e investigadora del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO, desarrolla una investigación en la que uno de los puntos centrales es el peso de la culpa en la sociedad mexicana antes y después del sexo.

A través de los siglos, en México se han arraigado criterios y valores que, lejos de permitir que el sexo sea un placer pleno, se inserten una serie de creencias relacionadas con el pudor, el temor y en muchos casos una doble moral. No es un asunto nuevo, según explicó la académica, ya que las raíces pueden verse en la vida de los aztecas.

"Al hablar de sexo, tanto hombres y mujeres jóvenes no dudan en asegurar que todo ha cambiado a favor, que ahora hay más libertad. Sin embargo, son las mismas personas que después de abundar en algunas de sus prácticas o inquietudes respecto al sexo, admiten cierto pudor: 'A veces me siento sucia', dicen algunas mujeres, y eso es porque la culpa está muy arraigada, no se admite de manera directa, no se le cuenta a los padres o al sacerdote, pero ahí está", aseguró la investigadora. Collignon precisó que, en pocas palabras, el modelo de sexualidad que caracteriza a México se relaciona y legitima a las parejas de hombres y mujeres (heterosexualidad) casadas (reproducción y monogamia) y con hijos de por medio.

Por ello, otras preferencias sexuales (homosexualidad, bisexualidad) u opciones de vida en pareja (unión libre), así como las relaciones sexuales previas al matrimonio, siguen siendo "castigadas" –se admita o no– debido a la influencia de las religiones de origen judío cristiano "y eso data desde los días de la conquista".

La investigadora añadió que la interpretación de la sexualidad articula lo privado y lo público, permite mantener el orden social y aunque el modelo occidental se discute en muchos circuitos como los académicos, no ha caducado "Continúa en permanente tensión, está erosionado pero sigue activo. Existe también una confusión entre la culpa y responsabilidad", explicó.

Otro aspecto que abordó fue los pocos estudios que se han realizado sobre el placer. "En el siglo XX y en lo que va de éste, hemos centrado la discusión en el cuerpo, del placer hemos hablado muy poco", dijo. Recordó que en este momento, cuatro temas de relevancia en México y relacionados con la sexualidad, que al ser abordados generan opiniones encontradas, son la cartilla de salud y derechos sexuales; la posible legislación de renta del útero para embarazos; uniones entre personas homosexuales y aborto. Mismos que, explicó, muchas veces son vistos con más culpa que información argumentada. Con información de la página Iteso.com