Martes, 03 de Diciembre 2024

Esta misión espacial simulará eclipses solares para estudiar la atmósfera del Sol

Proba-3 es la tercera misión de la ESA de la serie PROBA para poner en órbita satélites de bajo coste y demostrar en vuelo nuevas y avanzadas tecnologías de muy alta precisión

Por: EFE

Al final de la misión, las dos naves se desintegrarán en su reentrada en la atmósfera terrestre. Pixabay

Al final de la misión, las dos naves se desintegrarán en su reentrada en la atmósfera terrestre. Pixabay

La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea despegará el 4 de diciembre de 2024 desde la India con dos satélites que simularán eclipses, este lanzamiento es con el objetivo de profundizar en el estudio de la tenue atmósfera que circunda el Sol (la corona), que sólo es visible desde la Tierra durante breves instantes cuando se produce un eclipse solar de forma natural.

Dos naves, una con un "coronógrafo" para captar imágenes de altísima calidad de la corona del Sol y otra que actuará como "ocultadora", volarán en formación y con una precisión milimétrica mientras orbitan la Tierra a una velocidad que oscilará entre 1 y 10 kilómetros por segundo.

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El lanzamiento está programado para las 11:45 GMT de mañana desde el Centro Espacial Satish Dhawan, cerca de la ciudad india de Chennai, donde durante los últimos días, se han superado las pruebas previas y los dos satélites se han acoplado a un lanzador de la Organización India de Investigación Espacial (ISRO) que posee la potencia necesaria para ascender hasta 60 mil kilómetros de distancia de la Tierra antes de situarse a solo 600 kilómetros.

La corona es la fuente de gran parte de la actividad solar y puede influir en la Tierra; en particular, las llamadas "eyecciones de masa corporal" son expulsiones de plasma solar que llevan mucho material al espacio planetario, incluido campo magnético y partículas cargadas. Esas eyecciones pueden impactar en la magnetosfera de la Tierra (la capa exterior de la atmósfera y que protege de las radiaciones) y provocar tormentas geomagnéticas que pueden afectar a las comunicaciones por radio, a los sistemas de navegación, a los satélites o a las redes eléctricas.

Cuando estén en órbita, los dos satélites de Proba-3 permitirán observar de forma prolongada la tenue atmósfera circundante del Sol (su corona) y, para conseguirlo, la sombra que se proyecta entre ambos satélites debe permanecer en una posición precisa, lo que significa que deben volar de manera autónoma y en formación con una precisión de tan solo un milímetro.

Los satélites orbitarán la Tierra durante aproximadamente un año y medio, un tiempo durante el que podrán simular unas mil 500 horas de eclipses solares y, al final de la misión, las dos naves se desintegrarán en su reentrada en la atmósfera terrestre, por lo que no se generará nada de basura espacial. 

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GG

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