CIUDAD DE MÉXICO (10/JUN/2017).- Dolor o dificultad al orinar, necesidad de ir al baño varias veces durante día y noche; orina fétida, turbia o con sangre e inflamación son algunos de los síntomas de infección de vías urinarias.Aunque este padecimiento está relacionado con la población adulta, los menores de edad también son un grupo vulnerable, y se presenta más en los varones, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).En un comunicado, el jefe del Servicio de Urología Pediátrica del Hospital General de La Raza, Salvador Cuevas Villegas, explicó que la infección en vías urinarias se asocia frecuentemente con una bacteria que vive en el intestino, conocida como escherichia coli, y es responsable de entre 80 y 90 por ciento de casos en menores de cinco años.De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno se diagnostica en 1.0 por ciento de los niños y 3.0 a 8.0 por ciento de las niñas, y la mayor parte de las infecciones ocurre durante los primeros años de vida.Entre los síntomas de alerta para los padres de recién nacidos y lactantes son fiebre sin causa evidente, falta de apetito, anorexia, expulsión involuntaria de orina por la noche, palidez, irritabilidad, náuseas y vómito ocasional.Para niños en edad preescolar, escolar y adolescentes, las manifestaciones clínicas se localizan en el aparato urinario: dolor o dificultad al orinar, necesidad de orinar varias veces durante día y noche; orina fétida, turbia y con sangre, e inflamación inespecífica, precisó el especialista.Agregó que este padecimiento es más usual en varones por no estar circuncidados; por la falta de control de esfínteres a esa edad, por la sudoración propia de los genitales, que se mezcla con residuos de orina, material fecal, acumulación de secreciones sebáceas y células muertas de la piel bajo el prepucio.Mientras que en las niñas se debe a la cercanía de la región anal en relación con la vagina; la escasa ingesta de agua y vegetales, y por “aguantarse las ganas de ir al baño”, entre otros factores.El urólogo pediatra refirió que, a diferencia de la población adulta, la infección de vías urinarias en los niños menores de dos años tiene mayor dificultad para el diagnóstico, pues con frecuencia es confundida con infecciones respiratorias virales.Esta falta de diagnóstico implica el riesgo de complicaciones y secuelas, por la posibilidad de desarrollar cicatrices renales desde el primer cuadro de infección urinaria hasta en 60 por ciento de las veces.Apuntó que es responsabilidad del médico hacer una historia clínica exhaustiva que pueda alertarlo sobre el dato de ultrasonidos anormales en el embarazo, si tiene antecedentes de otras malformaciones, problemas en familiares que pudieran ser hereditarios y relacionados con problemas metabólicos que deriven en afecciones renales, entre otros.Agregó que entre 10 y 25 por ciento de los niños que no fueron diagnosticados ni tratados correctamente, hoy son los adultos jóvenes que llegan ya con insuficiencia renal, de los cuales un gran porcentaje requerirá diálisis, hemodiálisis o trasplante renal.