El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, declarado en rebeldía contra el Ministerio de Defensa ruso, Yevgueni Prigozhin, afirmó ayer tener bajo control el Estado Mayor de las fuerzas rusas en la ciudad de Rostov, en el sur del país.Señaló que “los aviones parten normalmente a las misiones de combate. La aviación médica también sale. No hay ningún problema. Lo único que hacemos es impedir que la aviación de asalto nos bombardee y garantizar que bombardee a los ucranianos”.“Cuando vinimos aquí, confirmamos muchas cosas. Una gran cantidad de territorio perdido, de soldados muertos, de tres a cuatro veces más de lo que se eleva en documentos (a la Presidencia rusa), y lo que se informa es diez veces menos que lo que dice la televisión”, denunció.Según Prigozhin, las bajas ascienden algunos días hasta las mil, entre ellas “muertos, desaparecidos, heridos y los llamados ‘desertores’ que se niegan a combatir no porque se acobarden, sino por no tener otra salida: ni tienen municiones, no tienen mando”.“El jefe del Estado Mayor huyó de aquí en cuanto supo que nos acercábamos al edificio”, añadió.Prigozhin declaró que mientras Wagner “no tenga en su poder al jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, sus mercenarios “bloquearán la ciudad de Rostov” y “avanzarán hacia Moscú”.El jefe del grupo de mercenarios ruso, Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, lanzó ayer su desafío más directo al Kremlin, llamando a una rebelión armada para derrocar al ministro de Defensa ruso. Los servicios de seguridad rusos reaccionaron inmediatamente abriendo una investigación penal contra Prigozhin y ordenando su arresto.En una muestra de la seriedad con la que el Kremlin se tomó la amenaza, reforzó la seguridad en Moscú y Rostov del Don, donde se encuentran los cuarteles para la región sur de Rusia, que también supervisan los combates en Ucrania.Prigozhin afirmó hoy por la mañana rusa que sus fuerzas habían llegado a Rostov, y que no enfrentaron resistencia por parte de los jóvenes reclutas en los puestos de control.Añadió que sus fuerzas “no están luchando contra niños... pero destruiremos a cualquiera que se interponga en nuestro camino. Estamos avanzando e iremos hasta el final”.Afirmó que el jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasimov, envió aviones de guerra para atacar los convoyes de Wagner, que circulaban junto a vehículos de civiles.Prigozhin dijo que los campamentos de Wagner en Ucrania fueron atacados por cohetes, helicópteros de combate y fuego de artillería por orden de Gerasimov tras una reunión con el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, en la que decidieron acabar con Wagner.Prigozhin afirmó que sus tropas se movilizarían para castigar a Shoigu en una rebelión armada e instó al ejército a no ofrecer resistencia.“Esto no es un golpe militar, sino una marcha de la justicia”, declaró Prigozhin.El Comité Nacional Antiterrorismo, que forma parte del Servicio Federal de Seguridad (FSB por sus siglas en ruso), dijo que había abierto una investigación penal por cargos de hacer llamados a una rebelión armada. El FSB pidió a los soldados del Grupo Wagner que arrestaran a Prigozhin y negarse a seguir sus “órdenes criminales y traicioneras”. Señaló que sus declaraciones habían sido una “puñalada por la espalda a las tropas rusas” y dijo que equivalían a fomentar un conflicto armado en Rusia.APEl Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) llamó hoy por la mañana rusa a los mercenarios del grupo Wagner a “no cometer un error irreparable” y no cumplir las órdenes de Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo, después de que este llamara a un alzamiento armado en contra del Ministerio de Defensa de Rusia.“Llamamos a los combatientes del Ejército privado a no cometer un error irreparable, cesar cualquier acción armada en contra del pueblo ruso, no cumplir las órdenes criminales y traidoras de Prigozhin: tomar medidas para su detención”, afirmó el FSB en un comentario citado por Interfax.Según la entidad, “las declaraciones y acciones de Prigozhin son de hecho una llamada al inicio de un conflicto civil armado en territorio de Rusia y son un golpe por la espalda a los militares rusos que combaten contra las fuerzas profascistas ucranianas”.“Toda la información difundida en las redes sociales en nombre de Yevgueni Prigozhin sobre los supuestos bombardeos de las unidades de retaguardia de Wagner no se corresponde con la realidad y es una provocación informativa”, añadió.El FSB indicó que “la dirección de investigaciones (...) inició una causa penal legítima y fundamentada en contra de Prigozhin” por “organizar una rebelión armada”, un delito que conlleva penas de entre 12 y 20 años de cárcel.Prigozhin acusó ayer al Ejército ruso de bombardear las posiciones de la compañía militar privada y prometió castigar a los culpables.El jefe de Wagner pidió a las fuerzas dependientes del Ministerio de Defensa que no se resistan porque, de lo contrario, serán “eliminadas inmediatamente”.“Somos 25 mil y vamos a averiguar por qué hay un caos en el país”, escribió Prigozhin, al tiempo de negar que se trate de un golpe de Estado.Según Prigozhin, después de “ocuparse” de aquellos que “aniquilan” a los soldados rusos, los combatientes de Wagner “regresarán al frente”.En este contexto la capital rusa reforzó las medidas de seguridad y emplazó guardia adicional en los objetivos más importantes, informó la Policía rusa.EFE“Hoy perpetraron un ataque con cohetes contra nuestros campamentos en la retaguardia, y han matado a una gran cantidad de nuestros camaradas”, aseveró Yevgeny Prigozhin, jefe del contratista militar ruso Grupo Wagner. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso negó que haya atacado los campamentos de Wagner.Prigozhin afirmó que Sergei Shoigu, ministro de Defensa, acudió personalmente a la sede militar rusa en la ciudad sureña de Rostov del Don para dirigir el ataque contra las tropas de Wagner y que luego huyó “cobardemente”.“Esta escoria será detenida”, afirmó, en referencia a Shoigu.“Hay que poner fin a la maldad encarnada por la cúpula militar del país”, gritó, instando al ejército a no ofrecer ninguna resistencia a Wagner en su empeño por “restablecer la justicia”.Las tropas del Grupo Wagner han desempeñado un papel crucial en la guerra en Ucrania, logrando capturar Bájmut, ciudad donde se libraron las batallas más sangrientas y largas. Prigozhin ha criticado en varias ocasiones a la cúpula militar rusa, acusándola de ser incompetente y de privar a sus tropas de armas y municiones, pero ayer con sus acusaciones y llamados a una rebelión armada, al parecer fue demasiado lejos.El Ministerio de Defensa ruso requirió a todos los contratistas militares que firmaran los contratos con la dependencia antes del 1 de julio, pero Prigozhin, cuya enemistad con el Ministerio de Defensa se remonta a años atrás, se negó a cumplirlo. En un comunicado emitido ayer por la noche, Prigozhin dijo que estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con el Ministerio de Defensa, pero “nos han engañado traicioneramente”.En Rostov del Don también se aumentó la seguridad, de acuerdo con reportes de la agencia estatal de noticias Tass. Su corresponsal dijo que se vio personal militar y de las fuerzas policiales en las calles, con al menos un vehículo blindado de transporte de personal y patrullas aéreas.El coronel general Sergei Surovikin, subcomandante del grupo de fuerzas rusas que combaten en Ucrania, pidió a las tropas de Wagner cesar cualquier movimiento contra el ejército, afirmando que beneficiaría a los enemigos de Rusia, quienes “están esperando a ver cómo se exacerba nuestra situación política interna”.Otro alto oficial militar, el teniente general Vladimir Alexeyev, calificó las acciones de Prigozhin como una “locura” que amenaza con desencadenar una guerra civil en Rusia.“Es una puñalada por la espalda al país y al presidente”, dijo. “Es imposible imaginar un golpe más fuerte a la imagen de Rusia y de sus fuerzas armadas. Semejante provocación sólo podría ser obra de los enemigos de Rusia”.AP