Viernes, 22 de Noviembre 2024
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Internacional

Kremlin y Wagner pactan amnistía

La rebelión del grupo de mercenarios termina con la suspensión del avance hacia Moscú y garantías de que no habrá represalias; su líder, Yevgeny Prigozhin, se trasladará a Bielorrusia, cuyo presidente medió en las negociaciones

El Informador

Luego de pactar una amnistía, el líder del grupo paramilitar Wagner, Yevgeny Prigozhin, ordenó a sus tropas que avanzaban hacia Moscú regresar a sus campamentos. Lo anterior tras la mediación del Presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, confirmó el vocero de la Presidencia rusa, Dmitry Peskov.

El comandante rebelde ordenó a sus tropas marchar hacia Moscú antes de dar marcha atrás abruptamente, por lo que se mudará a la vecina Bielorrusia y no será procesado judicialmente, informó el Kremlin, como parte de un acuerdo para desactivar una crisis que representaba el desafío más importante para el presidente Vladimir Putin en sus más de dos décadas en el poder.

Los cargos contra Yevgeny Prigozhin por organizar una rebelión armada serán retirados y las tropas que se unieron a él tampoco serán procesadas. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo a última hora del sábado, poco antes de que Prigozhin anunciara su retirada, que la marcha ponía de manifiesto la debilidad del Kremlin y “demostraba que es fácil capturar ciudades rusas.

Wagner da marcha atrás en su plan de llegar a Moscú

El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, dio marcha atrás en su pulso con la cúpula militar rusa y anunció el retorno de sus combatientes a las bases permanentes, con lo que quedó zanjada una grave crisis de 24 horas que hizo tambalearse al poder en este país.

“Ha llegado el momento de que se puede derramar sangre. Por eso, comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por una de las partes, nuestras columnas dan media vuelta y regresamos a nuestras bases de acuerdo con el plan”, afirmó Prigozhin en un mensaje de audio en su canal de Telegram.

A 200 kilómetros de Moscú

Prigozhin afirmó que las élites militares rusas, contra las cuales se rebeló, “querían desintegrar Wagner”, y explicó que por ello anunció la “marcha por la justicia”, durante la cual, en 24 horas, avanzó hasta llegar a 200 kilómetros de Moscú tras tomar la ciudad sureña de Rostov del Don.

“Durante este tiempo no derramamos ni una gota de sangre de nuestros combatientes”, indicó, al reconocer que esto podría haber cambiado.

El anuncio se hizo después de que el servicio de prensa del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashneko, afirmara que el mandatario había mediado entre Moscú y Prigozhin, con la venia del jefe de Estado ruso, Vladimir Putin.

Lukashenko, el mediador

Minsk señaló que está sobre la mesa una opción “absolutamente beneficiosa y aceptable para solucionar la situación, con garantías de seguridad para los combatientes de Wagner”.

“El presidente bielorruso informó en detalle al presidente ruso sobre el resultado de las negociaciones con la dirección de Wagner” y Putin le agradeció el “trabajo realizado”, informó el canal Pul Pervogo, vinculado con la Presidencia bielorrusa.

Según el Kremlin, Lukashenko se ofreció para mediar en la situación puesto que conoce a Prigozhin desde hace 20 años.

“Fue su iniciativa personal”, explicó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Paralelamente, los gobernadores de las regiones, que comenzaron a imponer restricciones para impedir el paso de los milicianos de Wagner hacia Moscú, anunciaron el levantamiento de las medidas restrictivas.

Mientras, los propios “wagneritas” iniciaron su retorno a las bases permanentes del grupo desde la ciudad de Rostov del Don, donde los habitantes les despedían con aplausos y palabras de agradecimiento.

Por el momento no se ha pronunciado el líder checheno Ramzán Kadírov, quien esta mañana anunció el envío de tropas de la república rusa para sofocar la rebelión de Prigozhin.

Voces críticas

El ruso Ígor Guirkin, alias “Strelkov,” líder de la sublevación prorrusa en el Donbás en 2014 y uno de los mayores detractores de Prigozhin, escribió en Telegram que desconfía de los “acuerdos” que fueron alcanzados entre las autoridades y Wagner.

“Espero equivocarme”, indicó, y agregó que en su opinión “nada ha acabado por el momento”.

En opinión de Guirkin, lo que ocurrió en Rusia en estas 24 horas no fue una “rebelión” armada, sino un verdadero “golpe de Estado”.

“Si este ha acabado o no, lo sabremos pronto. Tal vez, mañana”, concluyó.

Condiciones del trato

Mientras, el Kremlin reveló algunas de las condiciones del trato con Wagner alcanzado gracias a Lukashenko.

El jefe del grupo se trasladará a Bielorrusia y las autoridades archivarán el caso penal abierto contra él.

“El caso penal que le fue abierto será cerrado y él (Prigozhin) se irá a Bielorrusia”, afirmó Peskov.

Agregó asimismo que tampoco serán perseguidos los otros “wagneritas” que tomaron parte en el motín debido a sus “méritos en el frente”.

Mientras, los combatientes que no se rebelaron podrán firmar contratos con el Ministerio de Defensa, dijo.

EFE

AP/Archivo

PERFIL

Prigozhin, el multifacético rebelde que desafía a Putin

Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, tiene tantas facetas como negocios que le dieron el apodo de “chef de Putin” y actividades ilegales que le acarrearon sanciones internacionales. Es empresario, exdelincuente, fundador de una fábrica de “trolls cibérneticos”, mercenario y ahora el rebelde que desafía al presidente Vladímir Putin.

Prigozhin ha criticado duramente en los últimos meses al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, a los que ha desafiado constantemente con audios y videos plagados de insultos, gritos y acusaciones de incompetencia y desorganización en la estrategia bélica en Ucrania.

De delincuente a vendedor de hot dogs y a restaurador

Nacido hace 62 años en San Petersburgo, Prigozhin, fue antes que empresario delincuente, pues pasó 10 años en prisión en la década de 1990, aunque nunca reveló la razón.

Al salir de la cárcel vendió hot dogs mezclando la mostaza en la cocina de su familia y ganando mil dólares al mes, según dijo en 2011 a un portal de su ciudad natal en una de las raras entrevistas que dio entonces.

Pero aspiraba a más, a mucho más y sabía cómo hacer buenos contactos entre la comunidad empresarial y más tarde entre la élite política rusa.

El ultranacionalista consiguió pronto abrir su primer restaurante y a entrar en el mundo del cáterin para cenas de gala o de ilustres invitados de Rusia.

Para entonces Putin ya era presidente y éste a veces llevaba a sus invitados, mandatarios extranjeros incluidos como George Bush, a restaurantes de Prigozhin en San Petersburgo, según fotografías de esta época. Ya se había ganado el apodo de “chef de Putin”.

Su fábrica de “trolls cibernéticos”

Sus aspiraciones no paraban ahí. Aunque nunca implicó en público a Putin en sus iniciativas ilegales, decidió servir al Estado ruso en otra faceta cuando creó la famosa fábrica de “trolls cibernéticos” de San Petersburgo que Estados Unidos (EU) acusó de haber interferido en las elecciones presidenciales de 2016.

Solamente reconoció en febrero de 2023 haber sido el fundador de esta estructura, que lanzó en 2016 una campaña en las redes sociales para manipular a la opinión pública de EU antes de los comicios presidenciales que ganó Donald Trump.

“Nunca he sido simplemente el financiero de la Internet Research Agency. Lo inventé, lo creé, lo manejé durante mucho tiempo. Fue creado para proteger el espacio de información ruso de la propaganda grosera y agresiva de las tesis antirrusas de Occidente”, señaló entonces Prigozhin a través de su servicio de prensa.

En noviembre de 2022 respondió por primera vez a las acusaciones de presunta injerencia en las elecciones de Estados Unidos diciendo que Rusia "lo ha hecho y lo hará".

Volver a ser mercenario

En febrero de 2022 el empresario decidió volver a centrarse en su compañía de mercenarios y enviar a sus combatientes a Ucrania, donde empezaron los problemas con el mando militar de Rusia, que inicialmente no dio el crédito a los “wagneritas” cuando habían tomado alguna localidad, lo que ya enfureció a Prigozhin.

El conflicto estalló este año en torno a la lucha por Bajmut, finalmente tomada por los mercenarios en mayo en lo que ha sido la batalla más larga hasta el momento en Ucrania, cuando acusó a Shoigú y Guerásimov de dejar morir sin suficiente munición a sus hombres.

EFE

El G7 está “al pendiente”

Los ministros de Exteriores del G7 acordaron coordinarse con respecto a la situación en Rusia, a raíz de la rebelión del grupo Wagner contra la cúpula militar del presidente ruso, Vladimir Putin.

Los cancilleres del G7 participaron en un encuentro telefónico donde debatieron “asuntos apremiantes que enfrenta la comunidad internacional, incluida la situación en Rusia”, según dijo el jefe de la diplomacia japonesa, Yoshimasa Hayashi, en un comunicado.

La llamada ha durado unos 40 minutos e incluido a los ministros del Grupo de los Siete (formado por Japón, Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido), excepto al italiano, además de a un representante de la Unión Europea.

Todos ellos “compartieron la opinión de que el G-7 seguirá trabajando en estrecha colaboración”, recoge el texto.

EFE