Lunes, 25 de Noviembre 2024

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Mouriño, el Güero, Manlio

Por: EL INFORMADOR

El miércoles pasado estuvo en Guadalajara el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. En medio de un ostentosísimo dispositivo de seguridad, que incluyó un impresionante despliegue de agentes de tránsito para facilitar el traslado del convoy que lo arropaba, el funcionario tuvo como acto culminante de su gira una reunión denominada, con algo de pretensión y de cursilería, “diálogo de los gobiernos federal y estatal con la sociedad”.

Los ciento y pico asistentes a la reunión en Casa Jalisco que “representaban” a la sociedad recibieron la oportunidad de formular preguntas o hacer comentarios a la exposición del titular de Segob, que se centró en los temas de seguridad pública, crisis alimentaria y reforma al sector energético. En total hubo nueve intervenciones, algunas inteligentes, otras oportunistas y más de una de puro lucimiento personal.

El diputado federal y dirigente sindical Alfredo Barba aprovechó la ocasión para ofrecerle a Mouriño el respaldo de los legisladores de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), para que el Gobierno federal saque avante en el Congreso de la Unión la mentada reforma.

Probablemente semejante arrojo del líder croquista provocó varias cejas arqueadas entre los asistentes, porque a lo mejor estaba incurriendo en una infidencia, al revelar lo que ni el mismo Mouriño sabía en ese momento: que hay senadores priistas dispuestos a sumar sus votos a los de los panistas para conseguir al menos 65 para que sea aprobada la reforma energética. (Es de suponer que cuando el “Güero” Barba se asumía como uno de los legisladores que respaldarán la iniciativa presidencial, estaba consciente de que no son los diputados, sino los senadores, quienes tienen en sus manos la decisión).

Al término de la reunión, le pregunté a Mouriño que si tomaba en prenda el ofrecimiento hecho por el diputado croquista, o si seguían negociando con el líder de los senadores priistas, Manlio Fabio Beltrones, a quien algunos denominan “El Vicepresidente”, por su ostensible poder para marcar la agenda pública (no sólo la legislativa) y para plantarle la cara siempre al Gobierno federal como interlocutor casi único. El secretario no quiso mencionar directamente al senador sonorense, pero sí puso énfasis en que Calderón (por conducto del propio Mouriño) y el PAN, quieren ir a una gran alianza con todos los partidos, excepto los del Frente Amplio Progresista, contradiciendo al lider senatorial del blanquiazul, Gustavo Madero, quien ya hizo público que va nomás por 12 votos; “el PRI”, dijo Mouriño, ha reiterado que está a favor de una reforma que le dé viabilidad a Pemex.

Pero justo cuando se realizaba la entrevista en Casa Jalisco, se estaba formando una gran bola de nieve, al revelarse que “alguien” ha estado espiando a Beltrones, probablemente con la ingenua intención de ablandarlo para que ya le firme al Gobierno federal el cheque de la reforma. ¿Por qué ingenuamente? Porque “alguien” seguramente olvidó que el también ex gobernador de Sonora fue entre las décadas de los 80 y los 90 un avanzado alumno del espionaje político y de seguridad, a las órdenes del mítico superpolicía Fernando Gutiérrez Barrios, quien desde la Dirección Federal de Seguridad y la propia Segob transitó por lo que suelen llamar “las cañerías del sistema”.

Así es que, si Mouriño estaba tejiendo fino para convencer a Beltrones, “alguien” le echó a perder la jugada, o por lo menos se la complicó innecesariamente. Al sonorense no cualquiera lo pone contra las cuerdas, y el Gobierno calderonista tendrá qué pensar dos veces si de veras quiere sacar la reforma energética “cueste lo que cueste”. Porque el senador Manlio Fabio sabe muy bien en qué momento debe subir la tarifa para concederle algo al adversario.

VÍCTOR E. WARIO ROMO / Periodista.
Correo electrónico: vwario@informador.com.mx

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