Proponen colocar a la seguridad alimentaria como objetivo nacional

CIUDAD DE MÉXICO.- El director de la Facultad de Economía (FE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Roberto Escalante Semerena, subrayó que es necesario colocar a la seguridad alimentaria como objetivo nacional.  

Es tiempo de que el Estado se incorpore a la economía y debe ser el principal agente que coordine y aliente la soberanía en el campo, asegurando la conservación de la biodiversidad, dijo al presentar la disertación "Soberanía alimentaria en México" en la ceremonia de su ingreso a la Academia Mexicana de Economía Política (AMEP).  

La sobreexplotación de recursos naturales y la emisión de gases de efecto invernadero han contribuido a que se agudicen los fenómenos ambientales, que inciden negativamente en la producción agrícola, propician fuertes descensos en las cosechas de cereales y, ante una demanda en expansión, generan presión al alza en los precios, expuso.  

De acuerdo con un comunicado, explicó que sólo en los primeros cuatro meses de 2008 se registró una fuerte alza en los costos de los comestibles.  

Hasta marzo el arroz se ubicó en 407 dólares por tonelada, un incremento de 81 por ciento respecto del mismo mes de 2007; el trigo aumentó 130 por ciento; mientras que el maíz ha mantenido su tendencia ascendente con un crecimiento anual de 35 por ciento.  

No obstante, precisó, ese fenómeno no se origina sólo por la variación en el gradiente, sino por la absorción de la oferta agrícola para la elaboración de biocombustibles, la especulación en los mercados de futuros, el aumento en el precio de los insumos -como fertilizantes, semillas y combustibles-, y el crecimiento de la demanda por parte de China e India.  

Además el sector agropecuario mexicano ha enfrentado transformaciones en las últimas tres décadas, pues se ha presentado una mayor dinámica en el crecimiento de la producción orientada hacia el mercado externo como frutas, legumbres y hortalizas.  

En tanto, la de granos básicos, base de la dieta diaria de millones de personas, registra una clara tendencia descendente y, con ello, explica un aumento de las importaciones.  

Lamentablemente, detalló, la agricultura y la alimentación sólo son tratadas como mercancías, como objetos de propiedad privada y de maximización de ganancias, no como instrumentos para potenciar el desarrollo económico de un país.  

Se menosprecian las múltiples y complejas contribuciones económicas, sociales, culturales, de estabilidad política y paz social, indicó.