México | ITINERARIO POLÍTICO POR RICARDO ALEMÁN Carstens, quemado; Cordero, tumbado Un clásico de la sabiduría política dice que los colaboradores de un hombre de poder, es parecido a los modestos fusibles que empleamos para evitar un cortocircuito Por: EL INFORMADOR 10 de diciembre de 2009 - 04:47 hs Un clásico de la sabiduría política dice que los colaboradores de un hombre de poder —de un presidente en el caso mexicano—, es parecido a los modestos fusibles que empleamos para evitar un cortocircuito. Es decir, se usan como escudo, y se tiran cuando se queman. Es el caso de Agustín Carstens, ex secretario de Hacienda y potencial gobernador del Banco de México, quien no sólo resultó quemado, sino que llegó a la chamusquina a causa de tumbos y fracasos que le propinó la crisis económica global y —por si faltara— la depredadora Ley de Ingresos y el alza generalizada de impuestos. El “fusible” Carstens ya no era útil en Hacienda —y amenazaba con provocar un incendio—, y por esa razón su amigo Felipe Calderón creyó que le serviría más en donde dicen que sí sabe, en el Banco de México. Pero a estas alturas —rumbo al último tercio del gobierno—, Carstens ya no era el problema, sino quién sería capaz de sustituirlo. Y es que un titular de Hacienda no se construye en un día, y menos se consigue en la tienda de la esquina. Por eso, el nuevo “fusible” para Hacienda debía ser especial. El parto, sin embargo, sólo alcanzó para… el hombre más cercano al Presidente, su amigo Ernesto Cordero. Está claro que en la designación del nuevo titular de Hacienda, el Presidente debió no sólo cambiar un fusible, sino todo el tendido eléctrico que soportaría la iluminación para 2012. ¿Y eso qué quiere decir? Poca cosa; que el propio Felipe Calderón debió tumbar al que parecía su más aventajado prospecto para la sucesión presidencial. Más claro; si el señor Cordero no creció a pesar de cargar la bolsa de la beneficencia pública, menos lo hará en compañía de “Lolita”. Más. El golpe a las ambiciones de Ernesto Cordero fue doble; un golpe a su pretendida candidatura presidencial —por un lado—, y otro a sus cacareadas habilidades, inteligencia y olfato políticos. ¿Por qué? Porque el amigo del Presidente se encargó de decir a todos que su destino no estaba en Hacienda y que tenía el aval presidencial para iniciar su precampaña, desde la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). No vio y menos anotó las placas del camión que lo arrolló. Lo cierto es que el nuevo reacomodo en el gabinete presidencial —el cambio de fusibles y tendido eléctrico—, deja aún más en tinieblas el camino azul rumbo a la sucesión presidencial. ¿Qué van a decir ahora los que apostaban todo a la carta del señor Cordero? Está tan flaca la caballada azul, que el PAN podría empujar a un ciudadano sin partido. ¿Será? Al tiempo. En el camino Imaginen que los esclavos aparecieran en un Gobierno tricolor o azul. Sí, la escandalera. Pero como es en un Gobierno amarillo, todos calladitos. Otra de esa dizque izquierda. Temas Agustín Carstens Rotonda Itinerario político Lee También Frente Cívico Nacional busca ser partido político; se registrará en esta fecha Xóchitl Gálvez planea fundar un nuevo partido político; así sería Sociales: Willy y Pedro Pizá, cincuenta años de amor y complicidad Reparto en el Congreso Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones