Martes, 26 de Noviembre 2024
México | SERPIENTES Y ESCALERAS POR SALVADOR GARCÍA SOTO

Candidatos de ‘‘espectacular’’

Como el ladrón que pasa gritando ‘‘¡al ladrón, al ladrón!’’, el PRI ha denunciado el desvío de recursos federales a las campañas panistas

Por: EL INFORMADOR

Salvador García Soto.  /

Salvador García Soto. /

Como el ladrón que pasa gritando “¡al ladrón, al ladrón!”, el PRI ha denunciado el desvío de recursos federales a las campañas panistas, condenable y que debe sancionarse si se prueba, como también debieran sancionarse los derroches y desvíos en los que están incurriendo los gobernadores priistas que han hecho de la elección en sus estados una auténtica fiesta del cinismo y el dispendio de recursos con tal de imponer a sus sucesores.

Los ejemplos sobran, pero uno que de tan excesivo ofende, es el de Veracruz. Javier Duarte realiza una campaña tan onerosa y ostentosa, que es imposible que la esté financiando sólo con los recursos que le dan las prerrogativas públicas o con los donativos privados que le autoriza la ley. Viajes en helicópteros y avionetas en sus giras de campaña, camionetas de lujo al por mayor para moverse en sus trayectos por tierra junto con lujosos camiones para la prensa y sus invitados, son sólo una parte de los gastos exorbitantes que realiza un candidato que hasta antes de las elecciones era un total desconocido y que utiliza el dinero, de origen poco claro, para ganar una elección a fuerza de la compra de votos.

Una visita al puerto de Veracruz o a Jalapa basta para presenciar una cantidad impresionante de anuncios espectaculares que tienen tapizadas las calles de las principales ciudades veracruzanas; incluso en las carreteras, el bombardeo de la publicidad del candidato priista es grotesco, suficiente, si se contabiliza, para rebasar el tope de campaña. Claro que el candidato no tiene problema, porque antes de que decidieran inventarlo y lanzarlo como delfín en estos comicios, se hizo una reforma a modo a la ley electoral para que, si violenta las leyes o rebasa los topes, sólo puedan cobrarle una multa de 17 mil pesos, primero, y luego darle una amonestación y otra y otra más antes de pensar en una cancelación del registro.

Pero el caso del joven e inexperto Duarte, que quiere ganar —y puede hacerlo— a golpes de dinero, no es el único; Oaxaca es otro ejemplo burdo de un gobernador en campaña, Ulises Ruiz, gastando al por mayor recursos públicos y no tan públicos para imponer a un sucesor en cuyo triunfo se juega no sólo su supervivencia política, sino también su libertad. Y así los ejemplos sobran. Lo hacen los gobernadores del PRI y lo hacen también mandatarios del PAN, como el de Aguascalientes o la perredista de Zacatecas, igual que el presidente con la estructura federal de los programas sociales. Todos están metidos en la misma dinámica ilegal, y si quisieran todos podrían hundirse con evidencias, aunque no lo harán, sólo se amenazan para al final pactar y mantener posiciones… Se lanzan los dados. Acecha la serpiente.

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