El viernes en el Estado de México se rindió homenaje al ex gobernador Alfredo del Mazo González por su sexto aniversario luctuoso. Fue presidido por la gobernadora Delfina Gómez, y estuvieron figuras de la era Atlacomulco, comenzando por el hijo del finado.Y a pesar de que uno está advertido de que los políticos mexiquenses son muy ellos, no deja de llamar la atención que Horacio Duarte, secretario de Gobierno, fue anunciado como orador en nombre de los tres poderes del Estado. ¡Cuánta unidad institucional y no en torno a la gobernadora!De lo ahí pronunciado por Duarte se pueden extraer reflexiones sobre el raro modo que tiene Morena de acomodar el pasado a su conveniencia.“Su partida física”, se arrancó Duarte, “no ha extinguido el eco de sus aportaciones. Permanece en el entramado de nuestra identidad.“Alfredo del Mazo González fue protagonista de la consolidación de un proyecto de un México que buscaba el desarrollo, concepción que abarcaba la política, la economía y lo social. Le tocó vivir un momento donde nuestro país y en nuestro Estado comenzaban a escucharse los reclamos de pluralismo y democracia, como demócrata supo enfrentar ese momento específico de la historia política de nuestra entidad.“Encarnó la visión de una generación que creyó, apostó por la modernización como eje del progreso, y tuvo enfrente otra visión, la del llamado neoliberalismo, que más adelante en la historia política de Mexico vio crecer la desigualdad, por eso la gestión del Gobierno y su proyecto político nacional marcó una época entre la lucha de dos proyectos distintos. Por eso hoy recordamos el legado de su obra”.O sea que hoy Morena, que se supone es de izquierda, reivindica a una figura que en los años ochenta no se salió del PRI cuando la corriente democrática, de la que vienen algunos morenistas, e incluso da a ese tótem del rígido Atlacomulco categoría de aperturista.Desde luego que no es novedad decir que un maridaje muy singular se ha fraguado entre Morena-Edomex y el apellido Del Mazo, de ahí que no sorprenda, aunque chirríe, escuchar a Duarte destacar, como si la gente no supiera cómo se las gasta el PRI, que Del Mazo González fue “hijo de un gobernador y padre de otro gobernante”.Lo relevante, sin embargo, es el descabellado intento de presentar a Del Mazo como alguien opuesto al “neoliberalismo”. Es como si, dado que fue el gran adversario en la sucesión de 1988, por el hecho de haber perdido ese proceso contra Salinas, desapareciera su accionar como privatizador en la época de De la Madrid.Tras terminar su periodo en la gubernatura, Del Mazo González fue nombrado secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal en mayo de 1986, justo en medio de la ola privatizadora de ese sexenio, que también afectó al sector energético.De hecho, tras ser nombrado titular de la SEMIP inició el futurismo del famoso grupo Atlacomulco de tener un presidente. No pudo ser, en parte porque, como De la Madrid cuenta en sus memorias, se excedía en acarreos y otros derroches, mientras Salinas fue más “austero”.Y ahora que está de moda decir que en el pasado el Infonavit padeció corrupción, el “neoliberal” Zedillo lo hizo director de ese instituto.Duarte dijo que Morena en Edomex se asume como “una evolución” que busca “aprender de las lecciones de quienes nos precedieron”.Híjole, ¿Delfina es la evolución de Montiel? Y si, como se suele decir esa entidad es el laboratorio de México, cuánto falta para que veamos en Guerrero la “evolución” de Rubén Figueroa, en Sinaloa la “evolución” de Toledo Corro, en Oaxaca la de Murat… ¡wait!