Publicidad aumenta compras compulsivas en época navideña: Especialista

GUADALAJARA, JALISCO.- El director del Centro de Evaluación de Investigación Psicológica de la UdeG, Francisco José Gutiérrez Rodríguez, indicó que la publicidad comercial y tradición consumista incrementan las compras compulsivas en temporada navideña.

En entrevista, agregó que algunas personas utilizan como mecanismo la compra compulsiva, 'es un reflejo, un factor importante de canalización de la ansiedad ante los problemas de la vida cotidiana'.

Detalló que los compradores compulsivos pueden llegar a experimentar altos niveles de tensión, 'donde poco a poco sienten la necesidad de comprar, incluso hay taquicardias, sudoración, y pueden llegar a estar angustiados o deprimidos'.

'Ya cuando estos síntomas ocurren, estamos hablando de un trastorno del control de impulsos, que está tipificado en los sistemas de clasificación internacional, donde puede ser compra, juego patológico, enojo explosivo intermitente, etcétera.'

Manifestó que una sociedad de consumo ha generado que la persona tenga que estar al día, actualizada, 'y hoy en día existe un incremento importante en el consumo de la tecnología, sobre todo en el sector de los jóvenes'.

Señaló que consiste en estar comprando, actualizando, aún cuando los equipos de informática como celulares, mp3, máquinas de videojuegos, puedan tener una vida útil hasta de cinco años, los compradores compulsivos tienen la necesidad de estar cambiando de modelo.

'Ya no sólo hablamos de la ama de casa, de la mujer que acudía a los almacenes para realizar las compras compulsivas, respecto a la ropa, cosméticos, bisutería', comentó.

Agregó que también se habla de jóvenes, que la gran mayoría de sus ingresos son por domingos, por lo que a veces llegan a robar o vender cosas del propio hogar para poder satisfacer la necesidad de la compra compulsiva.
El especialista también dijo que después de que se da la compra viene un proceso de relajación, una sensación subjetiva de bienestar, incluso un proceso muy parecido a cuando se libera endorfina, que a la persona le va a generar una sensación de tranquilidad, hasta que tiene un nuevo episodio de encontrar la compra compulsiva.

'Pueden ser objetos muy variados, por ejemplo, personas que tienen rasgos obsesivos, pueden llegar a tener compulsión a las colecciones, que pueden ser desde series, películas, artículos de enciclopedia, música seriada o bien discos compactos o dvd', señaló.

Comentó que cuando los compradores compulsivos sienten que se les ha pasado alguno de los números de colección, pueden entrar en una situación de ansiedad, donde ya no sólo es la compra compulsiva, sino de rasgos obsesivos compulsivos.

'Obsesión es la idea recurrente y persistente en la cabeza de la persona de querer comprar, adquirir, incluso en sus ratos de ocio o el manejo del tiempo libre están pensando a qué nueva tienda acudir y pueden sentir fascinación por tiendas donde hay rebajas, ofertas o ventas nocturnas', manifestó.

Destacó que los grandes centros comerciales han endurecido las estrategias mercadotécnicas para lograr captar la atención de estos compradores compulsivos, 'la idea es la obsesión, el acto de comprar se le denomina compulsión, que es lo que ayuda a mitigar la ansiedad del sujeto'.

El especialista señaló que cada vez los publicistas son más creativos y han tenido que recurrir a otros factores, 'y ya no sólo a lo que en los años 70 y 80 era la seducción subliminal, donde era imperceptible a veces los elementos eróticos sensuales'.

'Hoy tenemos una publicidad abierta, descarada, en cuanto a agresión, sexualidad, ambiguedad de los roles, va dirigido a todos los mercados posibles, utilizando niños, ancianos, familias, parejas, actos de violencia, acrobacias, etcétera', estableció.

Explicó que los publicistas llegan, incluso, a engañar al espectador e incluso van generando estrategias donde existen comerciales por comparación: 'A mi me fue muy bien cuando adquirí este producto'.

El experto mencionó que hay comerciales institucionales que hacen campañas más agresivas, ya sea a través de sátira, burla, sarcasmo, etcétera, 'podemos encontrar testimonios de quienes a lo mejor nunca han utilizado un producto'.

Expresó que los publicistas empiezan a utilizar en los productos colores que están asociados, por ejemplo, si es un detergente, los colores azul o verde están asociados con la limpieza, tranquilidad y bienestar.

Añadió que también lanzan campañas publicitarias que van acorde a la moda de los artistas, por ejemplo la retro o diseños que representan informalidad, dirigido a un sector de jóvenes que tienen la mentalidad contracultural.

Advirtió que el comprador compulsivo muy difícilmente aprende de las experiencias pasadas, por lo que tiene que recibir asesoría psicológica para solucionar su problema.

'Esto lamentablemente los lleva a tener problemas interpersonales, laborales, familiares etcétera', puntualizó