Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | “Aquí te mueres por ser pobre”

Irregularidades en el Seguro Popular

La empresa Lomedic violentó sistemáticamente en 2008 el contrato de licitación para surtir medicinas a pacientes inscritos

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Con el respaldo de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), la empresa Lomedic violentó durante 2008 los contratos para el servicio de subrogación del surtido de medicamentos para afiliados al Seguro Popular (SP), con pagos superiores a 126 millones de pesos. El programa tuvo la encomienda de beneficiar a familias en situación de pobreza, carentes de seguridad social.

La compañía, propiedad de Carlos Lomelí Bolaños, fue proveedora de medicinas para pacientes de este programa federal. El servicio “plus” con el que autoridades argumentan el sobreprecio de hasta 79% en el pago de fármacos, incluía “la distribución, el costo de almacenamiento, el inventario y la entrega personalizada” de 245 diferentes medicamentos, en cerca de 490 unidades médicas en Jalisco, entre hospitales regionales y de primer contacto, centros de salud y consultorios populares —con base en la lista del Anexo 2 del contrato de licitación—. Sin embargo, se constataron irregularidades en municipios como El Arenal, Cañadas de Obregón, Encarnación de Díaz, Huejúcar, Huejuquilla, Lagos de Moreno, Mexticacán, Mezquitic, San Cristóbal de la Barranca, San Juanito de Escobedo, San Juan de los Lagos, Tala, Tepatitlán y Zapopan, entre algunos.

Las anomalías ocurrieron de forma sistemática en cabeceras municipales y comunidades alejadas de éstas, en las cuales Lomedic incumplió con la “distribución y entrega personalizada” de medicinas para los afiliados, mientras que las autoridades no sólo toleraron las violaciones al contrato, sino que colaboraron y suplieron a la empresa en el traslado de medicamentos a poblaciones. Incluso, la compañía no contó con farmacia o espacio para ésta en varias unidades médicas. Y aún, hubo casos en los que la empresa recibió recetas que no fueron surtidas completamente, mientras que los pacientes debieron regresar a los centros de salud u hospitales por nuevos vales que fueron cambiados hasta que los productos estuvieron en existencia. Se suman el desabasto de diversos productos y la falta de control en la entrega de fármacos de la proveedora a la población del SP; es decir, productos exclusivos del programa fueron entregados por personal de la Secretaría de Salud a enfermos no afiliados, con el argumento de que no había medicinas adquiridas exclusivamente para la población abierta, o viceversa: en las unidades donde no hubo distribución de Lomedic, se proporcionaron fármacos de la SSJ.

Y destaca que el contrato venció el 31 de diciembre pasado, pero Lomelí Bolaños continuó surtiendo medicinas en los días transcurridos de enero de 2009.

Tras un recorrido que abarcó cerca de tres mil kilómetros por carreteras y brechas de las zonas Norte, Centro y Los Altos de Jalisco, se constataron las irregularidades que desmienten el servicio “plus” de Lomedic, con base en declaraciones de personal médico y encargados de módulos del Seguro Popular. Estos trabajadores fueron testigos de los incumplimientos durante 2008, que debieron terminar en la revocación del contrato con la proveedora.

El servicio que ofrece Lomedic, se encumbra ante la falta de un sistema de compras consolidadas en el ámbito nacional, regulado por el Gobierno federal. Y es que Jalisco está entre los primeros cinco estados que pagan un mayor sobreprecio por medicamentos adquiridos con recursos federales del SP.

De acuerdo con información de la página electrónica www.seguro-popular.salud.gob.mx, de manera general, autoridades estatales de Chiapas lideran la lista con un sobreprecio de 84%, seguido por Yucatán, con 81%, así como Jalisco, Hidalgo y Nayarit, con 79% cada uno. Morelos es el ejemplo a seguir en cuanto a la adquisición de productos a menor costo (13% de sobreprecio).

Hay ejemplos en los que la compra de medicamentos se dispara considerablemente en cada Entidad, con base en información reportada en el primer semestre de 2008 por autoridades estatales: por el medicamento oxitocina en solución inyectable (5 UI/ml, 50 ampolletas de 1 ml), Jalisco pagó 291.4 pesos, mientras el vecino Estado de Colima consiguió el mismo producto a 4.5 pesos.
Autoridades jaliscienses argumentan el sobreprecio porque Lomedic incluyó costo de distribución, almacenamiento, inventario y entrega personalizada, lo cual resultó falso en los municipios seleccionados para comprobar el cumplimiento del contrato. No obstante, otra realidad contradice las “bondades” del servicio de Lomelí Bolaños: el aumento en fármacos en Jalisco persiste comparándolo con Tamaulipas, que reporta que sus precios incluyen costo de almacenaje, logística, financiero, personal, fletes, seguros, equipo de transporte, equipo de supervisión y manejo de inventario; un mejor servicio como proveedor. Por ejemplo, la lidocaína (solución inyectable 100 mg/5ml 1 ampolleta con 5 ml) cuesta 180 pesos a Jalisco, mientras el mismo producto se paga a 5.8 pesos en Tamaulipas.

En 2008, el SP entregó alrededor de siete mil 500 millones de pesos a los gobiernos estatales para la compra de medicamentos para pacientes inscritos en el programa federal (beneficiarios que no deben ser derechohabientes del IMSS, y cumplir con un examen socioeconómico que les permita acceder a los beneficios). Con las manos atadas, directivos de la dependencia federal reconocen que las ventas de medicamentos a los gobiernos estatales podrían ascender a cuatro mil 500 millones de pesos de ganancias en sobreprecios, con excepción del Distrito Federal, que no reportó adquisiciones de fármacos en el primer semestre del año pasado. La falta de transparencia en las compras por parte de autoridades estatales es un reto en el país, reconoció el Presidente de México, Felipe Calderón, en una reunión con la industria farmacéutica, a principios de 2008.




La Secretaría de Salud toleró anomalías de Lomedic y le hizo el trabajo a la proveedora



En el Municipio de Encarnación de Díaz, donde Lomedic cuenta con almacén para distribuir en la región, se confirmaron diversas anomalías que violentan el contrato para el servicio de subrogación del surtido de medicamentos para afiliados al Seguro Popular (SP). Primero: la empresa no tiene farmacia dentro del Hospital de Primer Contacto, tal y como se establece en el contrato. Los pacientes que surtieron recetas se trasladaron hasta el almacén cercano al libramiento de la cabecera municipal; alrededor de media hora de camino a pie desde el hospital.

Segundo: en las delegaciones con centros de salud no se distribuyeron medicinas. Tercero: hay desabasto de medicamentos; y cuarto: personal del hospital presume que la empresa cobró medicamentos que no fueron surtidos.

La siguiente es la prueba: se entrevistó a Alma Lara, encargada del módulo del Seguro Popular, con siete años de trabajo en el hospital:

— ¿Cómo está surtiendo (Lomedic) los medicamentos en el Seguro Popular?
— Ahorita no tenemos farmacia del Seguro Popular en el hospital, el almacén está en la cabecera municipal, y el problema es que los pacientes tienen que trasladarse lejos por el medicamento. Lomedic no se ha querido cambiar aquí cerca, el almacén está hasta el libramiento, retirado, ese es el problema.

— ¿Desde cuándo los pacientes enfrentan esta situación?
— En 2008 se sacó la farmacia del Seguro Popular del hospital; antes sí estaba. El problema es que cuando los pacientes vienen de urgencia, tienen que ir hasta allá por los medicamentos, eso está mal.
Aquí se les ofreció un lugar (a Lomedic), está pequeño pero sí caben, no sé por qué no quieran regresar.

— ¿Hay desabasto de medicamentos?
— Casi todo lo de marca, no sé cuál sea el problema. Destaca la insulina glargina, van cuatro meses que no me surten y aquí tenemos muchos pacientes que la necesitan, hay gente adulta y pacientitos que son niños diabéticos, son personas que no tienen dinero y esto me desespera. Hay otros medicamentos que tardan en distribuirse.

— ¿El problema es grave?
— Sí. Y el problema que tuve aquí es porque yo les doy el vale (receta) a los pacientes, y cuando no tienen uno de los tantos medicamentos que les pongo, (empleados del almacén) le dicen al paciente que no le van a dar (el medicamento en desabasto) y me lo mandan por otro vale y me hacen doble (receta). A veces, yo pienso, cobran doble el medicamento. Yo les decía (a los empleados del almacén): ‘Si no tienes (los medicamentos), avísame para no ponerlos en los vales, y ya cuando los tengan, pues te los pongo’, pero no ocurrió así. Este es un problema que desde recién tuve, les pedía a los pacientes que me dieran el vale para cancelarlo, pero se los quitaban en el almacén, entonces cuando no tienen los medicamentos así pasa.

— ¿Y estos casos continúan seguido?
— Sí.

— ¿Lo correcto es que regresen el vale señalando las medicinas entregadas y las pendientes?
— Que regresen el vale o le pongan en el mismo vale cuándo deben pasar los pacientes por el medicamento (en desabasto); así no se entrega doble. Así tengo varios (casos).

— En las delegaciones de Encarnación de Díaz: Santa María de Enmedio, Bajío de San José, Mesón de los Sauces y San Sebastián, que deben tener distribución personalizada de medicamentos de Lomedic, ¿hay cumplimiento?
— En (Mesón de) los Sauces, el médico se presta para venir por medicamentos antes de que vayan a surtirle, y sí le dan mucho medicamento, no tiene problemas que yo sepa. En Santa María de Enmedio, no sé… de hecho no me dan vales para reportarlos a Guadalajara, tengo mucho que no me dan. Los únicos que me dan son los Sauces.

— En el caso de los Sauces: ¿están surtiendo medicamentos sin receta del Seguro Popular?
— A lo mejor sí.
En Bajío de San José no hay farmacia (de Lomedic), está muy retirado el poblado y hay muchos afiliados al Seguro Popular. El problema es que no hay transporte público, si acaso salen dos camiones en todo el día para Encarnación de Díaz, y tienen que venir hasta el Hospital de Primer Contacto para surtir sus medicamentos. En San Sebastián, no sé si estén surtiéndoles bien, yo le entregué un block de vales al médico, pero no me han llegado para registrarlos; hay poca población en esa zona, entonces mucha gente prefiere venir para acá.

— ¿Eso significa que tampoco entregan medicamentos en San Sebastián?
— A lo mejor puede ser eso, pero más que nada por la atención, porque apenas comenzó el Seguro Popular (según el último contrato, debió iniciar desde abril pasado).
Mientras era entrevistada Alma Lara —el pasado 2 de enero—, una mujer de unos 35 años de edad interrumpió:
— Nomás quería preguntarle si están arreglando del Seguro Popular.
— ¿Estás embarazada?
— No.
— ¿Es para ti?
— No, para mi hermano.
— No, no hay afiliación, si gustas preguntar a finales de enero.
En el Seguro Popular están inscritas más de 500 mil familias jaliscienses, pero las afiliaciones están suspendidas en algunos municipios desde marzo de 2008. Actualmente, en ninguno de los 125 municipios hay inscripciones —sólo para mujeres embarazadas y recién nacidos—, y se estima que se reanudarán hasta febrero o marzo próximos. De haber continuado con las afiliaciones, coincide personal médico, Lomedic hubiese enfrentado un mayor desabasto y más incumplimientos, mientras que la demanda de servicios de salud hubiese rebasado “aún más” al personal de la Secretaría de Salud Jalisco.

Acerca del desabasto de medicamentos en Encarnación de Díaz, Alma Lara retoma el tema: “Tres presentan mayores problemas: insulina glargina, telmisartán e ibersatán”. También hay problemas con la entrega de pepto, ipratropio, metformina, metamizolamo, bromuro de ipratropio e isosorbide.

El Hospital de Primer Contacto de Encarnación de Díaz atiende a ocho mil familias (más de 32 dos mil personas) inscritas en el SP. Herlinda Cornejo Villa, afiliada al programa, narra las afectaciones por el incumplimiento de Lomedic en la “distribución personalizada” de medicamentos, o por el desbasto: “Tengo inscrita dos años en el Seguro Popular. Cuando requiero medicinas, me voy a pie del hospital hasta el almacén, hago 30 minutos caminando de ida y otros 30 de vuelta… pues ya estoy vieja —suelta una tímida carcajada que en segundos regresa convertida en incertidumbre y tristeza—. Hace como tres meses me operaron una hija aquí, y tuve que ir por medicamento a las dos de la mañana; no está bien que el almacén esté tan retirado. Nos entregan unos medicamentos y otros no, van varios que no me dan, son los más importantes y hay que comprarlos por la urgencia, ni modo de esperar a que se muera mi hija —su voz se quiebra—. Ahorita traje a la misma hija que me operaron de la visícula (sic) en mayo pasado, trae dolor de cabeza. La tuvieron que volver a operar semanas después, y ahorita empezó con dolores fuertes de cabeza. Mi hija tiene 20 años, se llama San Juana Lorena, tengo mucho miedo que se me ponga grave”.
La madre afligida toma una pausa… sus ojos muestran cansancio, reflejan desolación. Espera el diagnóstico de los médicos parada en la puerta principal del hospital. Es la mañana del 2 de enero, hace frío, el termómetro marca dos grados. “No he dormido en los últimos días por tantos problemas de salud y de centavos. Ojalá puedan cambiar la farmacia para acá, y que no sean tan corajudos (el personal médico) porque lo tratan a uno muy mal, lo ven a uno como nada”.

Las irregularidades en el contrato con Lomedic también fueron notables en municipios como El Arenal, Cañadas de Obregón, Huejúcar, Huejuquilla, Lagos de Moreno, Mexticacán, Mezquitic, San Cristóbal de la Barranca, San Juanito de Escobedo, San Juan de los Lagos, Tala, Tepatitlán y Zapopan, entre otros. Personal médico coincide en que las anomalías se mantienen en el resto de los municipios de Jalisco.

Las anomalías de Lomedic:

Hospital de Primer Contacto de Encarnación de Díaz:
No tiene farmacia del SP.
Pacientes surten recetas en el almacén cercano al libramiento, a media hora de camino desde el nosocomio.
Desabasto de medicamentos.
Cobran medicinas no surtidas.
Fuente: Alma Lara, encargada del módulo del SP.

Hospital de Primer Contacto en Huejuquilla:
Desabasto de medicinas.
Personal de la SSJ lleva fármacos desde Colotlán a Huejuquilla para cubrir la demanda.
Hay medicamentos controlados en desabasto como biperideno, aluperidol, risperidona y cloracepán, entre otros.

Centro de salud de Arroyos del Agua:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Los pacientes surten recetas en cabecera municipal.

Centro de salud de San José de Madera:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Los pacientes surten recetas en cabecera municipal.

Centro de salud de Los Ortega:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Los pacientes surten recetas en cabecera municipal.

Centro de salud de Tenzompa:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Los pacientes surten recetas en cabecera municipal.

Centro de salud de San Nicolás de Acuña:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Los pacientes surten recetas en cabecera municipal.
Fuente: Elí Falcón Madera, encargado del módulo de orientación y afiliación del SP.

Centro de salud de Huejúcar:
Desabasto de medicamento para población con hipertensión y diabetes, sobre todo irbesartán.
Pacientes deben comprar medicamentos de primer nivel, como acarbosa (para diabéticos), ante la falta de surtimiento.

Surten medicamentos mensualmente.
Fuente: Encargada de farmacia del SP.

Centro de salud en San José de los Márquez:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Solicitan medicinas al centro de salud de Huejúcar, y personal de la SSJ las surte en la comunidad.
Desabasto de antibióticos.

La SSJ surte medicamentos mensualmente.
Fuente: Carlos Daniel Molina Ordóñez, médico pasante responsable.

Centro de salud de Mezquitic:
Lomedic entrega medicinas en el centro de salud, pero personal de la SSJ distribuye los fármacos en comunidades.
Cuando no hay medicinas del SP, se surte de la Secretaría de Salud, y viceversa.
Una encuesta del centro de salud, revela que 18% de los pacientes muestra insatisfacción por el surtimiento de medicamentos en la cabecera municipal (bimestre septiembre-octubre).
La SSJ tiene prohibido distribuir medicamentos contra picaduras de alacrán en casas de salud.
Fuente: Otilia Gallegos de la Torre, encargada del turno matutino.


Centro de salud de Las Bocas:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Médicos de la SSJ surten recetas a pacientes una vez al mes.
No hay médico fijo, por lo que no hay quién dé recetas para medicinas.
Desabasto de medicamentos.
Fuente: María Guadalupe García, encargada de la casa de salud.

Centro de salud de San Cristóbal de la Barranca:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Entregan fármacos de proveedores de la SSJ a pacientes del SP.
Fuente: María Cristina Urzúa Ávila, encargada del módulo del Seguro Popular.

Santiaguito, comunidad del Municipio de San Juanito de Escobedo:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Pacientes del SP surten recetas en centros de salud de los municipios de San Juanito de Escobedo, Magdalena o Etzatlán.
Desabasto de hipoglucemiantes (para diabéticos); están agotados desde hace varios meses.
No hay centro de salud; se atiende en un salón de la escuela Ignacio Zaragoza.
Fuente: Cinthia Rodríguez, médico responsable.

Centro de salud de Venta del Astillero, Zapopan:
La farmacia no realiza una clasificación para diferenciar medicamentos del SP y de la SSJ.
Los medicamentos se entregan de manera general, sin importar cuáles son del SP o de la SSJ.
Fuente: José Antonio Martínez González, responsable de la unidad médica.

Centro de salud de El Arenal:
Han surtido medicinas como captopril e insulina a pacientes de otras comunidades, cuando debe distribuirlos Lomedic.
Desabasto de medicamentos como beclometasona.
* A diferencia de la mayoría de los centros de salud, cuenta con farmacia exclusiva del Seguro Popular, como se establece en el contrato.
Fuente: María del Rosario Saldívar, encargada de la farmacia.

Centro de salud de Lagos de Moreno:
La farmacia de Lomedic se ubica a dos cuadras de la unidad médica.
No distribuye medicamentos a todos los centros o casas de salud en el municipio. Por ejemplo, en las unidades médicas que fueron consideradas para el surtido de medicamentos en el contrato, no se consideraron a los centros de salud de Cañada de los Ricos, San José del Bajío y Nueva Santa María Indeco.
Fuente: Valeria Carolina Cervantes Reyes, encargada del módulo del SP.

Centro de salud de San Miguel de Buenavista, comunidad de Lagos de Moreno:
Entrega medicamentos esporádicamente.
Es frecuente que el médico responsable de la unidad, Jorge Humberto López Ruiz, viaje en su vehículo particular a la cabecera municipal para surtir medicamentos.
Cuando no hay medicinas y es urgente, canalizan a los pacientes al centro de salud de Lagos.
La misma problemática se presenta en centros de salud de Betulia y Tacubaya.
Fuente: Norma Angélica Díaz Alba, enfermera responsable.

Consultorio popular de San Antonio de Buenavista, en Lagos de Moreno:
No se distribuyó medicamento durante varios meses de 2008.
No hay médico responsable de la unidad.
Fuente: Enfermera.

Hospital de Primer Contacto de San Juan de los Lagos:
Se agotan con rapidez las medicinas en el almacén. Hay descuido.
Cuando no hay fármacos de Lomedic, se entregan de la farmacia de la Secretaría de Salud, y viceversa.
Fuente: Alejandra Bosco, encargada del módulo de atención del SP.

Centro de salud de San Juan de los Lagos:
Hay un centro de salud en el centro de la cabecera municipal, pero no hay servicio para afiliados al SP.
Los afiliados tienen que trasladarse al Hospital de Primer Contacto, ubicado en la periferia de la cabecera municipal.

Fuente: Personal médico.

Centro de salud de Cañadas de Obregón:
Cuando no hay medicinas del SP, se entregan de la farmacia de la SSJ, y viceversa.
Hay desbasto de medicamentos como omeprazol, floxepina y complejo B.
Fuente: Cornelia Landín Espitia, administrativa del SP.

Centro de salud de Temacapulín:
No hay farmacia ni distribución de medicamentos del SP.
Surten sólo medicinas de la Secretaría de Salud.
Desabasto continuo de fármacos como la clortalidona.
En ocasiones, el médico responsable o los pacientes deben surtir medicinas en Cañadas de Obregón.
Fuente: Josué Ortega, responsable de la unidad médica.

Centro de salud de Mexticacán:
Quitaron medicamentos del cuadro básico del SP, como cisaprida y bromuro de pinaverio (para la buena digestión o tránsito intestinal), y acarbosa (para diabéticos). Hay cerca de 50 pacientes afectados.
Cuando no hay medicinas del SP, se entregan de la farmacia de la SSJ, y viceversa.
Cuando se acaba el medicamento en el consultorio popular de Cañada de Islas, canalizan pacientes para que se surtan en la cabecera municipal.
Fuente: Angélica Medina Pacheco, encargada del módulo del SP.

Centro de salud de Pegueros, en el Municipio de Tepatitlán:
Hace más de un mes que Lomedic surte sólo 40% de los pedidos para el SP.
Una encuesta realizada a pacientes, revela que la empresa quebranta el contrato desde hace al menos tres meses. El sondeo, realizado por personal adscrito en el bimestre septiembre-octubre, demuestra que los pacientes tienen 15% de satisfacción por el surtimiento de medicamentos.
Hay desabasto de metformina, glibenclamida, captopril, antiinflamatorios y antibióticos.
Fuente: Responsable médico.

Centro de salud de Tala:
Surte medicamentos bimestralmente, pero los pacientes deben recoger los fármacos en el Hospital de la Mujer, ubicado en el mismo municipio, pero al otro extremo de la población.
Fuente: Personal médico.

Centro de salud de Ahuisculco, en Tala:
No hay médico desde hace algunos meses, por lo que se trabaja con un pasante en medicina que ofrece consulta dos días por semana, previa cita. Lomedic tiene un contrato desde abril pasado, que obliga a la empresa a distribuir medicamentos, pero hace tres meses realizó la primera entrega de fármacos.
Fuente: Personal médico.


Centro de salud de San Isidro Mazatepec, en Tala:
El problema es similar que en Ahuisculco: mientras Lomedic firmó el contrato a partir de abril, hace cuatro meses comenzaron con la distribución de fármacos en el centro de salud. Anteriormente, los pacientes eran enviados al centro de salud de Tala, donde surtieron recetas.
Fuente: Personal médico.



“Aquí te mueres por ser pobre”

La proveedora de medicinas del Seguro Popular incumplió en la distribución “personalizada” en zonas indígenas, las más vulnerables en cuanto a servicios de salud

Indígenas de Jalisco destacan como afiliados al Seguro Popular. Vivir en la pobreza es el requisito para recibir atención médica y acceso gratuito a medicamentos por parte del Estado. Sin embargo, el proyecto de salud “es insuficiente” en la atención médica y en la distribución de fármacos, coinciden habitantes de municipios como Huejuquilla, Mezquitic y Huejúcar, en la denominada Zona Mestiza (gran parte de los habitantes domina el español) del Norte de Jalisco.

Mientras en las cabeceras municipales se interponen quejas por la falta de servicio de especialidad, deficiente atención médica —se brinda consulta sólo previa cita— y desabasto de medicinas, en las comunidades más alejadas, rodeadas por caminos intransitables, persiste la carencia de servicios de salud. En estas comunidades, la mayoría de los pobladores no cuenta con transporte público y mucho menos privado; hay que andar a pie.

“Son muchas comunidades en donde indígenas tienen que caminar hasta ocho kilómetros para llegar a un centro de salud. San Miguel (Huaxtita) es una de las poblaciones indígenas más grandes, en la cual para atender a estas poblaciones, se llevan unidades móviles que consisten en una camionetita que sube una cajita con medicamentos; se le suben un médico y una enfermera, y atienden a las casas de salud. Aquí hay muchos ranchitos, también rumbo a San Sebastián, que son donde viven indígenas que tienen que caminar hasta ocho horas escalando o en riesgo de caer a los barrancos para llegar a las casas de salud (en las cuales no hay servicio para intervenciones quirúrgicas). El problema es cuando van graves, y la distancia se convierte en el peor enemigo”, comenta Otilia Gallegos de la Torre, médico encargada del turno matutino en el centro de salud de Mezquitic.

En este municipio —el más grande en cuanto a territorio refiere en Jalisco— hay cuatro centros de salud con médico fijo: cabecera municipal, Nostic, Mortero y Minillas, y otras 10 comunidades (San Juan de Navarrete, Ciénega Grande, Cerro Colorado, Jimulco, Totuate, La Taberna, La Mesa, Las Bocas, El Maguey y Potrero de Navarrete) con casas de salud que reciben mensualmente la visita de la unidad móvil. Los médicos realizan consultas y dejan medicamento a encargadas de las unidades, pero en la Sierra hay decenas de comunidades desprotegidas; sus habitantes deben caminar hasta ocho horas para recibir consulta médica y cuando llegan a obtenerla, se encuentran con que no hay atención especializada.
“El frío da muchos problemas, mis hijos han casi muerto por calentura y tos”, menciona Jesús Parras, de la comunidad de San Sebastián. “No hay médicos ni medicinas, tenemos que caminar mucho para ir con el médico, muchas veces sin dinero ni pa’ comer, pero luego nos mandan a otros hospitales más lejos. Aquí se muere uno por ser pobre”.

Las indígenas que habitan lejos de las cabeceras municipales padecen por la escasez, la deficiencia e incluso la inexistencia de los servicios de salud, y mueren por problemas vinculados con el embarazo. La muerte materna y neonatal es un grave problema de salud pública. La Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas señala que las mujeres presentan graves problemas de salud, producto de carencias nutricionales y alta fecundidad, ya que su vida está ligada principalmente al trabajo.

En la zona también destaca la violencia de género. Las mujeres son prisioneras de la autoridad patriarcal. Enfrentan todo tipo de violencia extrema, incluso graves lesiones físicas que culminan en homicidios.
“Si ven a un indígena golpeando a su mujer, ni se metan, se echarían a la comunidad encima”, recomienda Pascual Lozano, habitante de Mezquitic y oriundo de la Ciudad de México: “Si no eres de la zona, es mejor que en las comunidades indígenas te entrevistes primero con el marakame (curandero, sacerdote o cantador) o gobernador (representante); ellos te dirán cómo actuar en el territorio y te aconsejarán qué no hacer. Es peligro”.

Lo anterior, reconoce Justino Flores, habitante de San Miguel, son casos comunes. El argumento “es cosa de cultura y tradiciones… pero aquí hasta por un piquete de alacrán te mueres, por la falta de médicos y medicinas”.

En la comunidad de Las Bocas (177 habitantes), a 10 kilómetros de Mezquitic por terracería, se encuentra una de las 10 casas de salud. La unidad médica está en el listado de beneficiarias por el servicio “plus” que ofrece Lomedic a la Secretaría de Salud Jalisco, por la distribución, almacenamiento, inventario y entrega personalizada de medicinas, y con el cual autoridades argumentan el sobreprecio en fármacos. El problema es que la proveedora violenta el contrato.

“Los médicos traen las medicinas, recetan a la gente y le dan el medicamento. Ellos vienen una vez al mes, y tienen que cargar con su medicamento y me dejan poco para que yo entregue a la gente que se ponga enferma. Nos dejan para el dolor, sueros orales, para la tos y para piquetes de alacranes; no dejan ampicilina y penicilina porque tienen que ser recetadas por los médicos. Hace tiempo pasaron muchos problemas por enfermos que tuvieron graves problemas por tomar o inyectarse estos medicamentos”, precisa María Guadalupe García Muñiz, encargada de la casa de la salud, instalada en un cuarto de tres por cuatro metros, que luce abandonado, con una camilla, un par de sillas y un anaquel con una cantidad mínima de medicinas que ella receta a pobladores: cuatro botes con clorfenamina, dos con drextrometorfano, dos con ambroxol, tres cajas con tabletas de clorfenamina, dos con cilocid, una presentación con ácido acetilsalicílico, una caja con paracetamol, una con fumarato ferroso, una más con alerdil y dos aplicaciones de alacramyn ampolleta diluyente para picaduras de alacrán.

“Cuando viene gente yo les doy medicamentos, todo es gratuito. Casi toda la comunidad está afiliada al Seguro Popular, aunque yo doy parejo los medicamentos... doy mucho suero oral, es buenísimo para los enfermos”, sostiene doña Lupe, quien desde hace 12 años es la encargada del módulo. “También inyecto y limpio heridas, porque aquí no hay enfermera y médicos; sólo cuando vienen una o dos veces al mes. Hay continuamente enfermos por piquetes de alacrán, pero me dejan sólo dos inyecciones por mes. En una ocasión a un niño le picó un alacrán y le puse una inyección, pero siguió mal y le puse otra inyección y siguió muy malo; después se mandó a un centro de salud. En otra ocasión tuve que inyectar y llevar a una mujer al centro de salud de Mezquitic, y mi esposo se molestó conmigo porque pudo pasar algo y yo era la responsable, ya que los familiares me dejaron sola. La verdad, aquí cuando tienes alguna enfermedad grave, te mueres por falta de médicos y medicinas”.

Otilia Gallegos de la Torre, del centro de salud de Mezquitic, enfatiza que con el Seguro Popular, se les da un recetario a los médicos que se entrega a los pacientes, y de este programa se abastece en ocasiones a la población no afiliada.

“Los médicos entregan medicinas del Seguro Popular en las comunidades a personas no afiliadas, ya cuando llegan al centro de salud se hacen cuentas con el encargado del módulo del Seguro Popular”.
Recalca que pese a las recurrentes picaduras de alacrán, está prohibido dejar el suero en casas de salud: “Ya no se están dejando medicinas para piquetes de alacrán por indicación de la Secretaría de Salud; nos dicen que no quieren que haya fuga de este medicamento, pero imagínate: hay casos en donde los indígenas son picados y deben caminar hasta ocho horas para llegar a una casa de salud en donde les dicen que no hay el producto, por lo que tienen que ir hasta uno de los cuatro centros de salud con médicos fijos. La verdad, sí estamos entregando pocos sueros en casas de salud. Este tema es una controversia”.

Las anomalías de Lomedic son más graves en Huejuquilla, el último municipio de Jalisco en la Zona Norte, colindante con Zacatecas. Solamente en uno de los seis centros de salud contemplados en el contrato de licitación, la empresa entregó medicamentos en 2008. Los fármacos se distribuyeron a pacientes en el Hospital de Primer Contacto, ubicado en la cabecera municipal.

“Estamos atendiendo a La Soledad, San Nicolás de Acuña, Tenzompa, San José de Madera, Arroyos del Agua y Los Ortega —en donde Lomedic debió distribuir fármacos— con el programa del Seguro Popular. En La Soledad surte directamente Lomedic; en el resto, los pacientes vienen a surtir las recetas seguido al Hospital de Primer Contacto de Huejuquilla. En Arroyos del Agua, San José de Madera y Los Ortega, no está autorizado poner farmacia del Seguro Popular. En Tenzompa y La Soledad, son comunidades cercanas, entonces los pacientes de Tenzompa se surten de medicamentos en La Soledad. En San Nicolás de Acuña, la gente prácticamente viene a consulta y a surtir medicamentos aquí al hospital. El surtimiento de medicinas se concentra en Huejuquilla”, confirma Elí Falcón Madera, encargado del módulo de orientación y afiliación del SP.

Si bien precisa que no hay graves problemas de surtimiento en el Hospital de Primer Contacto por parte de Lomedic, reconoce que “algunas veces no está el medicamento a tiempo, y nos lo mandan con personal de la misma Secretaría de Salud de Colotlán (donde está el almacén), a Huejuquilla.

“Lomedic tiene el compromiso de surtir cada que se hace el pedido, pero se aprovecha cuando viene personal de la secretaría, ya que son dos horas de camino en vehículo. Se hacen pedidos para un mes, aunque hay medicamentos controlados como biperideno, aluperidol, risperidona o cloracepán, que no los pueden tener en farmacia, entonces se tarda en el surtimiento de éstos. No se surte 100% los medicamentos, pero la mayoría está en existencia”.

En una de las comunidades señaladas, San José de los Madera, a 25 minutos de Huejuquilla en automóvil (por terracería), Adela Carrillo Acuña lamenta la falta no sólo de fármacos, sino de médico:
“Tenemos dos problemas: hay que ir a Huejuquilla para surtir medicamentos, y el centro de salud no tiene servicio desde agosto pasado, sólo hay una enfermera. Nos hace falta un doctor, mi esposo por poco se muere el otro día que le bajó la presión y no había quién lo atendiera, tuvimos que llevarlo hasta Huejuquilla”.

En Huejúcar, a 60 kilómetros de Colotlán, el centro de salud tiene problemas en el surtimiento de medicinas para adultos con hipertensión y diabetes, un factor preponderante entre los afiliados al SP. Las anomalías de la proveedora persisten en delegaciones alejadas de las cabeceras municipales. En San José de los Márquez (a 18 kilómetros de Huejúcar) no hay distribución de medicinas por parte de Lomedic.
“No hay contacto con el Seguro Popular. Las solicitudes para surtir medicamentos se hacen al centro de salud de Huejúcar, mensualmente, y en camionetas de la Secretaría de Salud, con personal de la dependencia, surten las medicinas del cuadro básico. La farmacia que tengo aquí es para la población abierta, se entregan medicinas de la secretaría”, afirma Carlos Daniel Molina Ordóñez, médico pasante responsable de la unidad.
Y también hay desabasto: “En agosto pasado hubo desabasto de antibióticos, surtieron semanas después. Los principales problemas son por mala alimentación, sedentarismo, obesidad e hipertensión”. La comunidad tiene una población de 286 habitantes, y una tercera parte está afiliada al SP.
En la Zona Centro de Jalisco, a 44 kilómetros de la capital del Estado, los incumplimientos están a la orden del día. En San Cristóbal de la Barranca, Jurisdicción 10 Zapopan, no hay medicamentos del Seguro Popular. Los que se entregan son de la Secretaría de Salud, asevera la encargada del SP, María Cristina Urzúa Ávila.

En cinco ocasiones se le insistió con la misma pregunta:
— ¿En el centro de salud no se distribuyen medicamentos del Seguro Popular a sus afiliados?
— Se ha solicitado medicamento al Seguro Popular, pero no ha llegado en este año (2008). Me consta que las solicitudes han sido realizadas por la gestora del Seguro Popular, Ana Leticia Milanés Vianey; se entregan medicinas de la Secretaría de Salud a pacientes del Seguro Popular. Cuando no hay medicamentos, o se requieren de otras intervenciones, se mandan los pacientes al “Hospitalito”, en Zapopan.

Los pacientes que pretenden atenderse en unidades de la Secretaría de Salud Jalisco, no sólo se enfrentan a los incumplimientos de Lomedic y a la falta de personal médico. Sin recursos para trasladarse, cuando requieren intervenciones quirúrgicas o consultas por padecimientos graves, deben acudir a hospitales especializados alejados de sus comunidades. La dependencia estatal cuenta con alrededor de 15 hospitales de primer contacto, una decena de nosocomios regionales y un Hospital de la Mujer (en Tala) fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Sin fármacos ni centro de salud…

El listado de municipios en los que Lomedic incumplió con el contrato continúa. En la comunidad de Santiaguito, en el Municipio de San Juanito de Escobedo, no hay distribución de medicinas para afiliados al SP. Tampoco cuentan con centro de salud.
Con una población de 900 habitantes, de los que 800 están inscritos en el SP, la comunidad forma parte del listado de unidades médicas que debieron recibir el servicio “plus” de Lomedic; empero, no hay rastro de la empresa en la zona.

“A los pacientes del Seguro Popular les entrego recetas y las tienen que surtir en las cabeceras municipales de San Juanito de Escobedo, Magdalena o Etzatlán —que están a 30 minutos de distancia en vehículo, entre la delegación y los centros de salud donde se entrega el medicamento—. Aquí sólo hay medicinas para gente no afiliada. No hay farmacia del Seguro Popular”, precisa Cinthia Rodríguez, médico responsable, y enfatiza el desabasto de hipoglucemiantes (para pacientes diabéticos): “Están agotados desde hace tiempo”.

Otro problema que enfrenta la delegación es que el centro de salud está inhabilitado. “El piso del edificio se vino abajo en un temblor”, y desde junio de 2008, la doctora atiende a pacientes en un salón de la escuela Ignacio Zaragoza, a 250 metros de la unidad médica.

“No hay centro de salud. Pido a las autoridades que nos apoyen, que se rehabilite el edificio para consultar dignamente a los pacientes. Se dice que en febrero podríamos consultar en el centro de salud, pero falta mucho por hacer”.

Luis Velásquez, vecino de Santiaguito, pide la intervención de las autoridades en ambos problemas: “Mi esposa nos afilió al Seguro Popular, pero está canijo ir hasta San Juanito por medicinas. No tengo camioneta, y pues hay que ir en camión. También hace falta que nos entreguen el centro de salud… ¡cómo está eso de venir a la escuela cuando estás enfermo!”.


Proyecto que enferma


En la delegación de Temacapulín, a más de 10 kilómetros de la cabecera municipal de Cañadas de Obregón, también hay incumplimiento en la distribución de medicinas del SP. Con una población de 657 habitantes, de los cuales 90% está afiliado al programa, los pacientes reciben fármacos de proveedores de la Secretaría de Salud, confirmó el médico responsable del centro de salud, Josué Ortega.
“No hay farmacia del Seguro Popular; sólo de la secretaría. En Cañadas de Obregón sí hay dos farmacias, de la secretaría y del Seguro Popular. Yo atiendo a gente del Seguro Popular, pero le doy medicamento de la secretaría, que me surte cada dos meses. Sin embargo, cuando requiero medicinas puedo ir por ellas, pero tengo que pedir permiso y contar con vehículo, porque si no traes carro, no te las dan”.

— ¿Hay desabasto de medicamentos?
— De repente… no te creas, es seguido, la verdad es seguido. En ocasiones me mandan cajas que digo: ‘Eso ni siquiera lo muevo yo’, y en ocasiones, los de primera línea (cuadro básico) no los mandan. Cuando llegué (febrero pasado) las cosas estaban peor, ahora han mejorado. El producto que más escasea es la clortalidona, fueron muchos meses en que no me cubrieron la demanda, tenía que ir por los medicamentos a Cañadas, se cubría sólo 25% de la demanda. Hasta mayo comenzó a cubrirse mejor la demanda.

— ¿Cuáles son las principales enfermedades que atiendes?
— Diabetes, hipertensión y obesidad, ya que la mayoría es gente adulta.
Temacapulín es una de las poblaciones que serán inundadas (junto con Palmarejo y Acasico), ante la construcción de la Presa El Zapotillo, que dotará con agua a comunidades de Los Altos de Jalisco, Zona Metropolitana de Guadalajara y León, Guanajuato. No obstante, los vecinos se aferran a ser reubicados para dar paso al embalse, uno de los proyectos hidráulicos más importantes de la presente administración federal.
De acuerdo con Josué Ortega, la construcción de El Zapotillo es un alto riesgo para la salud de los habitantes.

— ¿Influye la reubicación en la salud de los habitantes?
— Claro que sí. Tengo un informe de los programas que refleja que los adultos mayores vienen últimamente descontrolados por la reubicación. Los problemas se presentan con personas con diabetes, hipertensión o síndrome metabólico (incluye los dos primeros padecimientos, con obesidad). Te das cuenta que han llevado un buen manejo de medicamento, pero están muy descontrolados.

— ¿Qué población está en este problema?
— 27 mujeres y 17 hombres son hipertensos; 12 mujeres y cinco hombres diabéticos, así como cinco personas con síndrome metabólico.

— ¿Cómo está registrado el descontrol?
— Las personas han llevado un adecuado control, pero ahora reciben más consultas y medicamentos. Vienen con el azúcar por los cielos, a pesar de los medicamentos, ejercicio y buena alimentación. El problema es que están preocupados por la presa, es un problema generalizado en la población, sobre todo los adultos mayores… te lo juro que llegan realmente preocupados por eso, trato de tranquilizarlos, pero es evidente la afectación.

— ¿El conflicto podría provocar muertes?
— Depende de cada persona, pero sí les afecta bastante. Estas enfermedades son un riesgo inminente, pero pueden ser controladas. Cuando empiezan con preocupaciones es un problema grave; una persona puede estar tan preocupada que maneja cifras más altas de glucosa y de presión, y eso es un riesgo de infarto, enfermedades vasculares cerebrales e infinidad de complicaciones, agravadas por la reubicación.

— ¿Tienes el registro de personas en estado delicado a causa del proyecto?
— Sí. Con crisis hipertensiva.

— Pese a la oferta del Gobierno hacia pobladores: ¿crees que cuando inicien las obras detone un grave problema social y de salud en la comunidad?
— Definitivamente. No me cabe la menor duda. Hay gente que, te apuesto, no se mueve de aquí… no son pocos. Si ahorita que no hay obras están así, cuando inicien surgirán más problemas, será un problemón, la gente no quiere la reubicación. Hay vecinos que han aceptado el proyecto, pero han sido rechazados por la mayoría de pobladores que no lo quieren.
Doña Zenaida Sánchez, vecina del lugar, es ejemplo de los problemas de salud que ha generado la presa. Ella está “muy enferma. La presión la tiene muy alta a causa de que nos quieren desalojar”, refiere Ana Silvia Rodríguez, también afectada.
José Remedios Guzmán, quien camina apoyado en muletas, es contundente: “Nosotros no nos vamos, no aceptaremos la compra de casas o la expropiación. Estoy enfermo, hace un mes caí al hospital, esto sí me ha calado, estoy mal de salud, no está uno en paz, traía la presión muy alta, con esta presa me he sentido muy mal. Tengo viviendo aquí desde que nací, hace 80 años… aquí crié a 10 hijos, con pobrezas y lo que quiera, pero aquí andamos, es mi tierra, es mi patrimonio. A pesar de todo, no nos van a sacar, así manden soldados… que se vayan a detener a narcos o delincuentes, que no se hagan, hay otras opciones para la presa”.
Destaca que la licitación para la presa está en marcha por parte de autoridades federales y estatales. El pasado miércoles se anunció la compra de las primeras dos propiedades y la reubicación de tres casas, “como resultado de más de tres meses de trabajo en el poblado”. La Comisión Estatal del Agua informa que del presupuesto de 30 millones de pesos destinados en una primera etapa para la compra-venta de terrenos y reubicación de casas de Temacapulín, se han ejercido hasta el momento alrededor de cinco millones 300 mil pesos.
El proyecto es inminente, de acuerdo con autoridades.


Los pagos millonarios

La Secretaría de Salud afirma que pagó a Lomedic alrededor de 126 millones de pesos en 2008, pero hay contradicciones en información entregada vía por Ley de Transparencia


En el ámbito nacional, cuatro empresas acapararon la venta de medicamentos para el Seguro Popular en las entidades federativas en 2008. Con base en información desplegada en la página electrónica www.seguro-popular.salud.gob.mx, en el primer semestre del año pasado, el Estado de Veracruz pagó 152 millones 986 mil 754.57 pesos a Farmacia de Genéricos, ubicándose en primer lugar. Por su parte, el Estado de México desembolsó 222 millones 821 mil 829.67 pesos para medicamentos a una decena de empresas, de las que destaca Distribuidora Disur, con una asignación de 143 millones 516 mil 712.38 pesos. En tercer sitio se ubica Farmacias El Fénix del Centro, como proveedora de dos entidades: 85 millones 061 mil 249 pesos que liquidó Chiapas, y 50 millones 369 mil 489 pesos pagados por el Estado de México, para un total de 135 millones 430 mil 738.02 pesos. En el cuarto lugar figura Lomedic, proveedor que recibió más de 63 millones de pesos en el periodo indicado por parte del Gobierno de Jalisco. En todos los casos, los recursos provienen del Seguro Popular.

Los gobiernos de Jalisco y Chiapas destacan por tener proveedores únicos con pagos millonarios, mientras que el Estado de México distribuye en una decena de empresas el presupuesto federal destinado para medicamentos del SP. Hay entidades que superan esta cifra de distribuidores: el Gobierno de Veracruz mantiene un padrón de 33 empresas a las que paga desde 17 mil 329 pesos, hasta dos millones 369 mil 289 pesos.

En Jalisco hay incongruencias en información proporcionada vía Ley de Transparencia. A la Secretaría de Salud de Jalisco, responsable de los recursos federales para ser aplicados en el SP, se le solicitó:
“Requiero información de todos los contratos, convenios, concesiones o licitaciones con la empresa Lomedic en la presente administración estatal (hasta noviembre de 2008). En cada caso requiero fechas, productos y pagos hacia el proveedor”. En el margen de tiempo que concede la ley, la dependencia contestó la celebración de tres contratos con dicha empresa.

El primer contrato fue prácticamente al inicio de la administración estatal de Emilio González Márquez, firmado el 2 de marzo de 2007, por un millón 349 mil 499.60 pesos por la compra-venta de medicinas y productos farmacéuticos para la SSJ, derivado de la licitación pública nacional 43068001-003-07. Luego de la firma del primer contrato, sin los procedimientos legales para licitar o por invitación a empresas, la Secretaría de Salud adjudicó directamente 26 millones de pesos a la misma empresa para la subrogación del surtido de medicamentos a través de recetas médicas para afiliados al Seguro Popular, en el periodo del primero de enero al 31 de marzo de 2008, en un nuevo esquema que, según el argumento de las autoridades, avaló que Lomedic vendiera medicamentos a sobreprecio. El mecanismo consistió en que el costo pactado compensó a Lomedic por materiales, sueldos, honorarios, organización, dirección técnica propia, administración, prestaciones sociales y laborales a su personal, y los gastos que se originaron como consecuencia del convenio; es decir, la SSJ entregó los recursos federales a la empresa para que se responsabilizara de surtir los medicamentos señalados en recetas que le presentaron los afiliados al Seguro Popular, en alrededor de 490 unidades médicas en Jalisco (pero hubo incumplimiento).

Al término del segundo contrato, la dependencia estatal extendió una licitación pública nacional (43068001-004-08) hasta por 100 millones de pesos a Lomedic, en el periodo del primero de abril al 31 de diciembre de 2008, convenio que continuó con el sistema en servicios de subrogación.

De manera general, la Secretaría de Salud firmó en 2008 dos contratos por 126 millones de pesos con Lomedic, de los cuales se pagaron 63 millones 167 mil 314.72 pesos en el primer semestre, de acuerdo con información del Seguro Popular. Sin embargo, existen incongruencias en la información proporcionada por la SSJ. De acuerdo con los movimientos auxiliares del catálogo comprendido entre el primero de marzo de 2007 y el 31 de agosto de 2008, confirmó vía Ley de Transparencia abonos por 190 millones 008 mil 078.10 pesos a Lomedic, con cuenta 21203-00-001-0066, para la venta de medicamentos. Si los tres contratos señalados anteriormente suman 127 millones 349 mil 499.6 pesos, la información revela que existe una diferencia de 62 millones 658 mil 578.5 pesos que no fue explicada en la solicitud por transparencia. Incluso faltaría agregar otros abonos que la dependencia estatal realizó entre septiembre y diciembre del año pasado, por lo que la cifra podría aumentar.

En la firma de licitaciones, en ocasiones las autoridades conceden asignaciones directas a empresas ganadoras por hasta 30% de la cantidad total asignada, pero la incongruencia en referencia se sustenta en que la Secretaría de Salud mantuvo opacidad, si fuera el caso, para ampliar el pago a Lomedic hasta por 190 millones de pesos, cuando únicamente contestó vía Ley de Transparencia la firma de tres contratos en la presente administración estatal por un monto de 127 millones 349 mil 499.6 pesos.
Ningún funcionario de la Secretaría de Salud aclaró las incongruencias.

Premian a Lomedic

A pesar de los incumplimientos de Lomedic en el contrato 2008 para el servicio de subrogación de surtido de medicamentos para afiliados al SP en Jalisco, la Comisión de Adquisiciones y Enajenaciones de la Secretaría de Salud refrendó el servicio con la misma empresa para este año. La proveedora de Carlos Lomelí Bolaños ganó la licitación pública nacional 43068000-1004-09. No hubo ni sombra de competidores en el proceso de adjudicación.

El Gobierno de Jalisco pagará hasta 150 millones de pesos a Lomedic, entre el primero de febrero y el 31 de diciembre de 2009 —aunque la empresa continuó surtiendo fármacos en los días transcurridos de enero—, ofertando el servicio de subrogación del surtido de 312 diferentes medicamentos genéricos intercambiables, a través de recetas para los afiliados al SP, en 732 centros de salud, consultorios populares, hospitales regionales, nosocomios de primer contacto y hospitales civiles distribuidos en redes logísticas en Jalisco. Sin embargo, con base en el artículo 18 de la Ley de Adquisiciones y Enajenaciones, podrá ampliarse el pago hasta 30% del total asignado, es decir, la empresa podría recibir este año alrededor de 195 millones de pesos.

Lo anterior significa que ampliarán la distribución en unidades médicas, pese a que incumplieron con el abastecimiento en alrededor de 490 establecimientos durante 2008. Incluso, el contrato brinda un servicio más especializado, con más personal y equipo de cómputo en las 732 unidades médicas por parte de Lomedic.

En la etapa de recepción y apertura de propuestas técnicas, se presentaron cuatro empresas para competir por la nueva licitación, de las cuales solamente Lomedic cumplió todos los requerimientos; las otras fueron descalificadas por incumplimientos, algunos aparentemente simples: Servicios Médicos Súper: por ofertar alrededor de 300 medicamentos diferentes a los solicitados en las bases, incluso en otras presentaciones.
Surtimédica: por presentar una copia certificada de una institución de Salud de los gobiernos de los estados (de Guanajuato) que acreditó su experiencia en distribución, dispensa o entrega de medicamentos al paciente, de acuerdo con las bases, cuando la convocante requería más de una, toda vez que se solicitaron cartas en forma plural (no especificaron cuántas). También por presentar una copia certificada de contratos de prestación de servicios de surtimiento de medicamentos con instituciones de Salud de los gobiernos de los estados (de Guanajuato), cuando la convocante requería más de una, toda vez que se solicitaron cartas en forma plural.
Farmacias El Fénix del Centro: por presentar dos copias “simples” de una institución de Salud de los gobiernos de los estados (de Veracruz y de México) que acreditó su experiencia en distribución, dispensa o entrega de medicamentos al paciente de acuerdo con las bases, cuando la convocante requería más de una copia “certificada”. Y por presentar dos copias “simples” de contratos de prestación de servicios de surtimiento de medicamentos con instituciones de Salud de los gobiernos de los estados (Chiapas y Distrito Federal), cuando la convocante requería más de una copia “certificada”. Además, por ofertar dos productos diferentes a los solicitados en las bases.

José Luis Gómez Quiñones, director del Seguro Popular en Jalisco, apuntó al respecto: “(Presentar esos incumplimientos por parte de las empresas que fueron descalificadas en una licitación millonaria), la lectura es que el año pasado se cumplieron esos requisitos y hubo empresas que sí cumplieron. Ya cuando fue el fallo económico para ver quién daba más barato, esa empresa perdió (Farmacias El Fénix del Centro). Si este año se repiten los mismos requisitos y la empresa sabe que nos debe mostrar que tiene experiencia para este modelo, y que queremos que nos cotice el medicamento, si no es capaz de hacer una lista bien acomodada, con el nombre de la medicina y el precio, es una empresa que no sirve para nada; menos le podemos confiar un millón 700 mil habitantes para surtir el medicamento”.

En 2007, Farmacias El Fénix del Centro fue uno de los principales competidores en la licitación con Lomedic.


Retan a detractores


Hasta la semana pasada, en el contexto de las irregularidades del contrato con Lomedic, diversos actores políticos y trabajadores de la Secretaría de Salud en Jalisco insistieron en la destitución del titular de la dependencia, Alfonso Gutiérrez Carranza. El incremento en casos de dengue, la ineficiencia de funcionarios, así como ofensas y hostigamiento a sindicalizados fueron los principales señalamientos hacia el secretario.

Sin embargo, el gobernador Emilio González Márquez lanzó un reto: “Estoy esperando los argumentos que avalen esta solicitud (la destitución de Gutiérrez) porque hasta ahora he escuchado solamente pronunciamientos partidistas, probablemente electorales, pero no argumentos. Cuando yo escuche argumentos, los podré valorar”. En pocas palabras, pidió pruebas que demuestren la ineficiencia de Gutiérrez Carranza para ser destituido.

Tanto el gobernador como el aludido, destacan el abastecimiento de medicamento y la apertura de clínicas del Seguro Popular, cuando la realidad es que este programa es violentado sistemáticamente por la proveedora Lomedic, con la anuencia de autoridades estatales.

En 2008, no hubo sanciones por incumplimientos en el contrato hacia la empresa de Lomelí Bolaños.


Posdata


El pasado 3 de octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones económicas a 10 personas y seis compañías presuntamente vinculadas con la organización de los Amezcua Contreras, a la que considera una banda de narcotraficantes. Las sanciones van dirigidas a “degradar y desmantelar esta red de socios y compañías que producen metanfetaminas para su distribución en Estados Unidos y otras partes”, dijo Adam Szubin, director de la oficina en el Departamento del Tesoro, que se ocupa de activos extranjeros.

Las sanciones anunciadas afectan a Adán Amezcua Contreras, Jaime Ladino Ávila, Patricia Amezcua Contreras, Gerardo Álvarez Vázquez y Telésforo Baltazar Tirado Escamilla, éste último descrito como propietario de la firma Productos Farmacéuticos Collins (que recibió el pago de más de un millón de pesos por parte de la SSJ, por la venta de medicinas en 2007). Pero también incluyen en la lista al empresario Carlos Lomelí Bolaños, propietario de Lomedic, quien niega el vínculo con el narcotráfico.

De acuerdo con las investigaciones del Gobierno estadounidense, a pesar de que los hermanos José de Jesús y Luis Ignacio Amezcua Contreras están presos en México, “controlan una red de empresas mexicanas que les proveía de precursores químicos como la seudoefedrina, para la elaboración de metanfetaminas”.

Pese a lo anterior, Lomedic está más posicionado que nunca en Jalisco, y avanza en otros estados como Aguascalientes, Nayarit, Distrito Federal y Colima —factura cerca de 45 millones de pesos al mes, en promedio—. Lomelí Bolaños recibió cuando menos, 126 millones de pesos en 2008 por parte de la Secretaría de Salud para distribuir medicinas a las familias más pobres de la Entidad, y se podría embolsar hasta 195 millones de pesos en el mismo programa este año. Hay que agregar otros 65 millones de pesos que en días pasados ganó en una licitación nacional en el Hospital Civil de Guadalajara; el contrato de subrogación consiste en surtir medicamentos para empleados del organismo en 2009.

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