Terminan las campañas, como siempre, sacando chispas. En particular, la del Estado de México es todo un caso de estudio y atención para mexicanos de todas las latitudes.Más allá del gigantesco gasto reportado por los candidatos —sólo el priista Alfredo del Mazo reconoce que ha gastado casi 86 millones de pesos, es decir, más del doble de lo que ha invertido Delfina Gómez Álvarez, de Morena— es importante revisar lo que podrá observarse el próximo 4 de junio, con base en lo que ha sucedido en elecciones pasadas.De entrada, ¿cuántos pueden votar en el Estado de México, la denominada “joya de la corona”? De acuerdo con el Listado Nominal, podrán acudir a las urnas 11 millones 258 mil votantes. Es la lista más grande de ciudadanos con credencial electoral en cualquier entidad federativa.De este gran total, nunca en una elección por la gubernatura han votado más de 47% de quienes pueden hacerlo. Si ese porcentaje se mantiene, los mexiquenses que determinen quién gobernará el Estado después de Eruviel Ávila, podrían ser cinco millones 291 mil ciudadanos.Delfina Gómez, la candidata de Morena, ya hizo sus cuentas y anunció públicamente que espera obtener en las urnas ¡tres millones de votos! Si es así, lo que tiene que hacer ahora es contratar a los músicos para la fiesta de celebración.Todos los candidatos hablan de triunfo. Hasta los que saben que ni remotamente van a conseguirlo.Tan optimista como Delfina es el abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Juan Zepeda, quien seguramente es visto con mucho aprecio por el del Revolucionario Institucional (PRI), Alfredo del Mazo, por una razón muy sencilla: a mayor crecimiento de Zepeda, el primo del Presidente Enrique Peña Nieto está más cerca de ganar la gubernatura.Las estadísticas y los cálculos en el Edomex, igual que pasa en cualquier parte del país, responden a una misma ecuación: mientras menos gente salga a votar, más ventaja para los candidatos del PRI, que siempre cuentan con la sólida estructura partidista para conservar el denominado voto duro.Si los mexiquenses respetan la tendencia de elecciones anteriores y no llegan siquiera a 50% de votantes, lo más seguro es que Del Mazo sea el sucesor de Eruviel Ávila.¿Cómo hace Delfina los cálculos para anunciar que espera tres millones de votos a favor? No informó del método, pero es tan entusiasta que resulta poco creíble. El mismo Zepeda admite que hay hasta 17% de indecisos, es decir más de un millón 900 mil votantes.¿Ocurrirá lo que esporádicamente se ha presentado, que los ciudadanos salgan masivamente a las urnas y rompan con todos los pronósticos y encuestas?Eso sólo es posible saberlo hasta el 4 de junio hasta bien entrada la noche.La del Estado de México es la elección que más le importa al Presidente Peña Nieto. En Los Pinos quieren ganarla a cualquier costo y las evidencias son tan claras que en todo el país nos dimos cuenta, menos en el instituto electoral mexiquense. Todos los allegados al Presidente en el gabinete, hasta la primera dama Angélica Rivera, estuvieron presentes para reforzar la campaña.Aunque el resultado en Edomex no determina automáticamente quién ganará la elección presidencial del 2018, la apuesta presidencial así lo hace parecer.Si los mexiquenses deciden que el PRI no sea ganador, lo que resta del sexenio federal será un larguísimo paréntesis de una administración ya concluida que sólo negociará lo mejor posible su derrota anticipada.Pero sólo si los mexiquenses así lo deciden.Las apuestas están echadas.