Premio FIL para ''una insurgente moral''

GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2010).- El viaje está presente en la obra de Margo Glantz (Ciudad de México, 1930) desde hace más de 50 años, cuando comenzó a relatar sus trayectos y escenas sorprendentes que sólo son visibles ante la mirada del extranjero. La escritora se suma a las plumas reconocidas con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, que desde hace 12 años no se otorgaba a una mujer.

La representante del jurado, Ana María González Luna Corvera, dio a conocer el fallo, en el que se destaca que la escritora mexicana obtiene el galardón “por su extensa trayectoria literaria, la renovación del ensayo y la narrativa, sus propuestas en torno a la crisis y frontera de los géneros mediante poéticas fundadas en la fragmentación y en el acopio de discursos provenientes de diversas disciplinas”.

Margo Glantz recibirá el Premio FIL durante la apertura de la próxima edición del encuentro literario más importante de habla hispana.
La autora de Las genealogías comenta que obtener el reconocimiento posee un significado “cabalístico tanto en las coincidencias como en las cifras, porque en la Academia Mexicana de la Lengua ocupé la silla en la que antes estuvieron José Gorostiza y luego Juan Rulfo, estamos en la vigésima entrega (del Premio FIL), soy la tercera mujer que lo recibe y la primera mexicana, y este año cumplí 80 años de edad”.

Considera que 2010 ha sido maravilloso, “pese a la muerte de amigos entrañables y a que mi país se ha convertido en una zona de derrumbe”.
El jurado de esta edición del Premio FIL, que cumple 20 años, estuvo integrado por Juan Carlos Ruiz (España), Diamela Eltit (Chile), Cecilia García Huidobro (Chile), Ana María González Luna Corvera (México-Italia), Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Pedro Meira Monteiro (Brasil-Estados Unidos)y Sara Poot Herrera (México-Estados Unidos), quienes en el acta resolutiva señala que Glantz “ha puesto en evidencia la identidad latinoamericana como un viaje acabado e inacabable de múltiples realidades sociales, que generan un continente móvil que permite la vigencia de la lengua y su conexión múltiple con el mundo”.

Para la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, se trata de un homenaje especial porque la autora de Las mil y una calorías “va mucho más allá del género, más allá de la coyuntura nacional, Margo Glantz es una escritora universal y una mujer que ha hecho del viaje una de sus mayores capacidades y uno de sus mayores talentos para poder narrar un mundo y estudiarlo desde la academia. Es una mujer que ha hecho de la conversación uno de los grandes placeres”.

La funcionaria añade que tiene la fortuna de conocer a la escritora capitalina y de haber editado su obra bajo el sello del Fondo de Cultura Económica (FCE). “Es una de las escritoras de primer orden y se convierte en una oportunidad para leerla y conversar con ella. México no podía festejar su Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución más que con una gran insurgente moral”.
Glantz es una mujer que admira figuras como Sor Juan Inés de la Cruz, “un personaje muy excepcional en todos los niveles. Pero no ha sido así con todas las mujeres que deberían tener reconocimiento y fama, porque viven en países muy pobres, con una vida cotidiana muy complicada y mueren casi en la miseria con la imposibilidad de publicar sus libros”.

De la falta de equidad, comenta que hay naciones que han avanzado en el trato hacia las mujeres, pero en el caso de México es “terrible lo que sigue sucediendo con los feminicidios, los problemas con el aborto y con las madres y las guarderías. Ningún sexo es superior al otro, pero las mujeres han estado acostumbradas a ser más responsables, más abnegadas y más trabajadoras; las encontramos en todos los ámbitos de la cultura y de la vida social”, afirma la autora que será reconocida el próximo 27 de noviembre, durante la apertura de la edición número 24 de la FIL. 

-- ¿Cómo se siente al convertirse en la primera mujer mexicana que obtiene el Premio FIL?
-- Me siento muy contenta, me sorprendió mucho y me dio un gusto enorme haber sido la primera mexicana y la tercera mujer a la que se le ha dado este premio. Creo que ya se lo deberían de haber dado a más mujeres.

-- En sus ensayos se ha interesado por personajes de la historia de México, ¿su trabajo aporta a los festejos de 2010?
-- Últimamente me he dedicado a escribir ficción y crónicas de viaje, no he trabajado mucho ensayo. Hice un texto para un libro que va a salir en el Museo Louvre (París) sobre los zapatos de las pinturas. Es un libro muy bonito. Ahora estoy enfocada en la narrativa.

-- ¿Por qué su interés por la narrativa y cuáles son sus temas?
-- Creo que va por épocas, por necesidades personales, por mayor seguridad en la narrativa y porque no he tenido demasiados cursos que impartir, así que me he dedicado a escribir una ficción relativamente no muy tradicional porque ahora estoy con un libro sobre viajes a la India, y tengo una novela que está muy avanzada. Mis temas son muy obsesivos, algunos sobre el corazón, los pies, los senos y ahora sobre los dientes.

-- La crónica de viajes siempre ha estado presente en su obra. ¿Cómo está abordando su encuentro con la nación hindú?
-- El viaje a la India lo separé del resto, ya que es un país que me ha marcado enormemente. Es el libro de una turista; estuve tres meses en total y estoy trabajando muchos aspectos para que el texto no se vuelva pesado ni erudito. Creo que la India es muy particular, probablemente no haya un país que tenga contrastes tan violentos y tan insoportables. El viaje a la India es uno que oscila entre el horror más extremo y la felicidad.
Mucha gente me pregunta por qué me fascino tanto con la India si en México tenemos muchos problemas, obviamente. Pero México tiene más de 100 millones de habitantes y la India tiene mil 100 millones, y es una nación con una historia legendaria, con una religión muy violenta que trabaja bajo el sistema de castas, del cual es imposible salir. Esos son los contrastes entre belleza y horror.  


Perfil
Margo Glantz nació en la Ciudad de México, el 28 de enero de 1930. Es autora de una extensa obra literaria que incluye, entre otros libros, Las mil y una calorías, novela dietética; Doscientas ballenas azules, Las genealogías, y Síndrome de naufragios, con el que obtuvo en 1984 el Premio Xavier Villaurrutia. Por El rastro recibió en 2003 el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de la FIL. Además de su carrera literaria también se ha desempeñado como periodista y desde 1958 imparte clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En enero recibió la Medalla Oro de Bellas Artes por sus 80 año de vida y en noviembre le será entregado el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, dotado con 150 mil dólares.