Sábado, 23 de Noviembre 2024
Cultura | Su característica básica era llegar a verdades últimas

Libro analiza las motivaciones de los enemigos de Einstein

Entre los enemigos de la teoría de la relatividad había quienes se movían sencillamente por prejuicios antisemitas

Por: EFE

BERLÍN, ALEMANIA.- La postulación de la teoría de la relatividad por parte de Albert Einstein y su primera comprobación empírica en 1919 generaron una de las mayores revoluciones de la historia de la ciencia y, también, una serie de reacciones en contra que Milena Wazek ha intentado rastrear en un libro recién publicado.

"Einsteins Gegner. Die öffentliche Kontroverse um die Relativitätstheorie in den 1920er Jahre" (Los rivales de Einstein. La controversia pública sobre la teoría de la relatividad en los años 20) es el título del libro de Wazek, colaboradora del Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia.

Entre los enemigos de la teoría de la relatividad había quienes se movían sencillamente por prejuicios antisemitas y otros que simplemente eran personalidades excéntricas con ánimo de notoriedad, pero esos dos grupos es lo que menos parece interesar a Wazek en su trabajo.

Un grupo grande de los que se empeñaban en "refutar" la teoría de la relatividad lo formaban personas interesadas por la ciencia, pero ajenas a la comunidad científica. Wazek se refiere a ellos como el grupo de los "Welträtselloser" (Los solucionadores del acertijo del mundo).

Su característica básica era que trataban de llegar, a través de la ciencia, a verdades últimas.

Esos diletantes científicos, según Wazek, eran en parte un producto de la popularización de la ciencia que se había dado en la parte final del siglo XIX.

Algunos, sin embargo, en su ansia de verdades absolutas, transitaban paralelamente caminos distintos a los de la ciencia, como los de los movimientos ocultistas.

Al lado de esas personas que buscaban descubrir las verdades definitivas a través de la ciencia, había otro grupo que pretendía contradecir a Einstein formado por profesores universitarios.

Entre ellos había filósofos como Oskar Kraus, pero también físicos como el Premio Nobel Philipp Lenard o Ernst Gehrke, que llegó a tener una colección de 5.000 recortes de prensa sobre Einstein y dedicó muchos esfuerzos a combatirlo.

Wazek reconoce que Lenard puede resultar en buena medida sospechoso, debido a que se había convertido en seguidor de Hitler en los años 20 y después fue una de las figuras claves de la llamada "Física Alemana", que pretendía eliminar la influencia de los judíos en la ciencia.

No obstante, la autora insiste en que no todos los rivales de Einstein eran antisemitas y que algunos, como Kraus, incluso eran de origen judío.

Lo que unía a buena parte de los que contradecían a Einstein era, antes que cualquier posición política o ideológica, una visión esencialista de la ciencia que se resistía a la destrucción de la idea de un espacio y un tiempo absolutos que conllevaba la teoría de la relatividad.

Además, tanto los legos como los científicos que se oponían a la teoría de la relatividad consideraban que la ciencia tenía que explicar los fenómenos físicos de manera sencilla -es decir, con modelos matemáticos elementales- y figurativa.

El filósofo Philipp Franck calificaba esa concepción de la ciencia, unida al deseo de encontrar verdades absolutas, de "materialismo metafísico".

Era claro que las teorías de Einstein estaban lejos de satisfacer esas pretensiones y se alejaban de las formar cotidianas de representación de la realidad, lo que llevaba a muchos de sus oponentes a las barricadas.

La aceptación generalizada de la teoría de la relatividad en la comunidad científica internacional llevó a que los que la contradecían cayeran en el aislamiento, lo que los condujo a dos reacciones.

La primera fue la de tratar de crear redes entre ellos, lo que llevó a publicaciones como el libro "Cien autores contra Einstein", aparecido en 1931.

La otra reacción fue la de considerar su falta de influencia como fruto de una conspiración que nada tenía que ver con razones objetivas.

En una reseña del libro, Ulf von Raufhaupt compara esa reacción de los enemigos de Einstein con algunas de las que muestran ahora los "negacionistas" del cambio climático, que se resisten a la evidencia científica y se presentan ante el mundo como víctimas de algún poder malévolo. EFE

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