Historias que se leen como novela

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2014).- Raúl Herrera Márquez, reconocido músico mexicano, rescata en “La sangre al río” (Tusquets Editores, 2014) la historia de su familia, ante todo, durante la Revolución Mexicana y ligada a la figura de Francisco Villa, de quien se ofrece una imagen desmitificada a la luz de eventos inéditos, todo lo cual parte de una prolongada investigación —tomó catorce años— que se sustenta en documentos, fotografías y testimonios de numerosos personajes.

Si algo hace notable el libro es el empleo de lo que el autor llama “novela verdadera”, una estrategia narrativa que combina la microhistoria con la ficción sustentada en hechos reales, otorgando fluidez al relato y numerosa documentación, sin dejar de lado su “relación personal” con los sucesos que dan cuenta de la confrontación entre el Centauro del Norte y Maclovio Herrera, así como las consecuencias que eso trajo a la familia del segundo.

El origen de esta libro puede rastrearse hasta antes de 1999, cuando aparecieron artículos en un suplemento anunciando la biografía “definitiva” de Villa escrita por Friedrich Katz y desacreditando un libro de Celia Herrera, “miembro de una familia ultimada por Villa”, lo que le impactó, “porque se trataba de personas con historias propias; envié una carta y la publicaron ahí mismo, además de un artículo sobre sus crímenes”.

Lo principal, señala el autor, “es que pensé que con el tiempo las siguientes generaciones de mi familia podían acabar viendo a sus antepasados de manera genérica, anónima y distante. Así, hice una reunión familiar en Torreón, con una conferencia dirigida a los jóvenes y surgió la idea de hacer el libro, primero para ellos y luego para el lector en general, porque mi familia representaba a muchas otras que fueron víctimas de Villa, de su violencia”.

Ahora, aunque mucha gente juzga el libro como “sobre Villa”, aclara el autor que “para mí es sobre mi familia”; después de todo, el general revolucionario aparece poco, “si no hubiera querido contar la historia de los míos, Villa me habría tenido sin cuidado pero, al relatarla, sí había interés en desmitificarlo. Los Herrera son un ejemplo de como muchas familias fueron afectadas”.