Viernes, 20 de Septiembre 2024
Cultura | Obtiene el Premio Fil de Literatura en Lenguas Romances 2011

Fernando Vallejo, el implacable

El escritor colombiano-mexicano obtuvo el Premio FIL en Lenguas Romances 2011 por su voz personal, controvertida y exuberante

Por: EL INFORMADOR

Fernando Vallejo es autor de novelas como ''La virgen de los sicarios'' y ''El desbarrancadero''. EL UNIVERSAL  /

Fernando Vallejo es autor de novelas como ''La virgen de los sicarios'' y ''El desbarrancadero''. EL UNIVERSAL /

GUADALAJARA, JALISCO (30/AGO/2011).- Fernando Vallejo tiene muy bien identificados a sus enemigos: la iglesia católica, los políticos y la sociedad educada dentro de “la ceguera intelectual”, los aficionados a los toros y todos los que violan los derechos de los animales.  Y no sólo los nombra, sino que ayer les volvió a declarar la guerra en el campo de batalla de la literatura, al responder preguntas después de ser anunciado como el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2011.

El escritor colombiano y naturalizado mexicano dejó de ser feliz hace años, dijo, cuando “se me quitó la venda moral, que me habían puesto desde que nací y me impedía ver, me la impuso mi país, Colombia, y la religión en la que me bautizaron, la cristina, la católica”.

Por su obra literaria y trayectoria, Vallejo (Medellín, 1947) recibirá el Premio FIL (antes Premio Juan Rulfo), durante la edición número 25 del encuentro literario más importante en lengua española, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El autor de La virgen de los sicarios y El desbarrancadero, ésta última considerada por el jurado del galardón –integrado por el mexicano Jorge Volpi, el español Juan Cruz, la chilena Cecilia García Huidobro, la rumana Calin Mihailenscu, el peruano Julio Ortega, la colombiana Margarita Valencia y el inglés Michael Wood- como una “investigación del alma humana, con sus miserias y sus miedos”.  

De nuevo, el dinero es para los animales
El premio, dotado con 150 mil dólares, será donado por Vallejo a organizaciones protectoras de animales. “El dinero lo voy a repartir entre dos organizaciones protectoras de animales, una de Xalapa y otra del Distrito Federal”.  Tal y como hizo cuando recibió el Premio Rómulo Gallegos en 2003.

El anuncio del reconocimiento fue dado a conocer ayer en rueda de prensa por el representante del jurado, el escritor mexicano Jorge Volpi. El autor de La Virgen de los sicarios respondió algunas preguntas vía telefónica desde su casa de la colonia Condesa, de la Ciudad de México, donde vive desde hace 40 años.

Las palabras de Vallejo son siempre incómodas y críticas para sus enemigos y para los indecisos. Es un hombre cuyas respuestas son breves y tajantes tanto para sus entrevistadores como para sus lectores y su trato es rudo, pues en su corazón se esfumó la felicidad, dijo, ante los problemas sociales y el dolor de los animales, a los que considera también su prójimo.

Aunque radica en México desde hace cuatro décadas, ha sido testigo de la violencia del narcotráfico en Colombia y ahora en el país. Sin embargo es un tema que ahora no le interesa escribir porque ya reflejó ese problema en La virgen de los sicarios, escrita en 1993, cuando “la palabra sicarios, que es una palabra del idioma porque viene desde el latín, que quiere decir daga, puñal, no se usaba, pero la tenía el idioma, estaba en el diccionario. Aquí en México nadie la conocía, ni en España. De pronto, empecé a ver que la palabra entraba en los periódicos y de pronto empecé a verla en las primeras páginas de aquí, de Argentina y de España, eso quería decir que todos esos países se estaban colombianizando”.

Agregó que México en el tema del narcotráfico recorre el mismo camino que Colombia pasó hace 20 años. “Y Colombia está recorriendo un camino que recorrió México hace 50 o 100 años, y sigue recorriendo, el que recorrió el PRI, el de la corrupción política, el de la injusticia, el del cinismo más descarado y más ladrón de la clase dirigente, de la clase política, de esos servidores públicos. México se está colombianizando o ya se colombianizó, y Colombia ya se mexicanizó, nos repartimos los males, somos países hermanos”.

Del poder de la cultura como aliciente contra la violencia en el país, precisó que el problema es la falta de moral.

El descubrimiento en México
Fernando Vallejo llegó a tierras mexicanas en febrero de 1971 para no irse y crear toda su obra. El autor de Los días azules recordó que en México descubrió que en toda la lengua hay dos, “una la hablada y otra la escrita, en la lengua  española como es un idioma que hablan 20 países, entonces tenemos 20 lenguas habladas, pero una sola literaria. Ese primer descubrimiento lo hice en México al ver que aquí la gente hablaba mexicano. Y yo lo que hablaba era colombiano, es un descubrimiento interesante porque si voy a escribir para el idioma, tengo que saber que hay 20 variantes del idioma, 20 idiomas nacionales. Ese fue el primero, después me dediqué a tratar de entender muchas cosas de biología y de física, no para discutir con nadie, sino para causar polémicas”, y así lo hace en sus obras.

Esa búsqueda también le llevó a cuestionarse sobre “cómo funciona el planeta y la vida”. Esas preguntas, algún día, le permitieron quitarse la venda moral, “que me impedía ver con claridad que mi prójimo eran los animales también, y no sólo el hombre, me impedían sentir su sufrimiento y eso hizo que mis problemas personales pasarán a segundo orden. Y esta claridad me amargó profundamente la vida, cuando yo sentía que podía ser feliz, esa ilusión se esfumó, ahora el dolor de los animales es el mío. Por supuesto, me di cuenta que mi gran enemigo era la sociedad que mantenía esto, porque la había educado igual que a mí, en una religión igual a la que me tocó a mí, una religión ciega, entonces le declaré la guerra a esa religión y escribí, un libro que por ahí anda, muy pirateado en mucho lados, de título impronunciable –La puta de Babilonia-, pero a la mejor ustedes ya saben, para denunciar las infamias y la ceguedad intelectual y moral de eso que se llama religión y es una empresa criminal, a ésa la considero mi gran enemiga”.  

Además, Fernando Vallejo señaló que todos los políticos también son sus enemigos, desde “el presidente pa’abajo, los de aquí, los de España, los de Italia, los de Colombia, los de Francia y los de Estados Unidos, toda esa partida de bribones que se las da de servidores públicos, cuando en realidad son aprovechadores públicos, don nadies que se apoderan del micrófono y del alma de sus países y que no dejan hablar por cuatro años o por seis, cuando buscan la reelección”.

Agregó que el político es signo de vileza y “candidato es una palabra despreciable y me saca de quicio, es la palabra más vil del idioma y pensar que viene de cándido, que quería decir blanco, inocente, bueno, ese es el origen etimológico, viene del latín. Candidato es un aspirante a la infamia”.

La novela
El escritor colombiano-mexicano consideró que la novela es “el gran género literario desde hace tres siglos, antes fue la epopeya”.

“La mayor parte de las novelas son en tercera persona y con un narrador omnisciente, yo nunca escribí novelas así, esas son las novelas fáciles y las del best-seller, las que tienen las fórmulas que ya conocemos, las fórmulas choteadas, manidas, los lugares comunes”, expresó Fernando Vallejo, quien decidió escribir en primera persona sus novelas.  

En el campo del cine fue director y guionista. Estuvo a cargo de películas como Crónica roja, En la tormenta y Barrio de campeones. Incluso, en 1979 recibió el Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.

En el terreno de la literatura, obtuvo el Premio Rómulos Gallegos con la novela El desbarrancadero. Entre su obra escrita destaca El fuego secreto, Los caminos de Roma, Años de indulgencia, Entre fantasma, La rambla paralela, Mi hermano el alcalde, El don de la vida  y en ensayos sobresalen La tautología darwinista, Manualito de imposturología y La puta de Babilonia.

Vallejo, que estudió filosofía y letras, biología y cine, es autor de 17 títulos y recordó que realizar su primer libro fue una tarea difícil. “Hay un oficio de escribir, de saber hacer las frases, que suenen bien, que estén bien equilibradas, es muy complicado y eso no se enseña en ningún lado, se aprende. Y en la lengua española,  son contados los grandes prosistas”.

Señaló que escribir no es algo que se aprenda con leer buena literatura. “Ahora estoy escribiendo un libro que tiene mucho de biografía, pero no es eso, sobre Rufino José Cuervo, el filólogo colombiano, el más grande que ha tenido este idioma, de él se está conmemorando en estos días el centenario de su muerte”.

Consideró que los libros pasan sin importar el esfuerzo porque no duran y se olvida. Incluso señaló que El Quijote ya no es entendible.

''El mundo va muy rápido y todo lo deja atrás: libros, películas y granujas con poder'', Fernando Vallejo, escritor.

FRAGMENTO
''EL DESBARRANCADERO''. Fernando Vallejo. ALFAGUARA

“Cuando le abrieron la puerta entró sin saludar, subió la escalera, cruzó la segunda planta, llegó al cuarto del fondo, se desplomó en la cama y cayó en coma. Así, libre de si mismo, al borde del desbarrancadero de la muerte por el que no mucho después se habría de despeñar, pasó los que creo que fueron sus únicos días en paz desde su lejana infancia.

Era la semana de navidad, la más feliz de los niños de Antioquia. ¡Y qué hace que éramos niños! Se nos habían ido pasando los días, los años, la vida, tan atropelladamente como ese río de Medellín que convirtieron en alcantarilla para que arrastrara, entre remolinos de rabia, en sus aguas sucias, en vez de las sabaletas resplandecientes de antaño, mierda, mierda y más mierda hacía el mar. Para el año nuevo ya estaba de vuelta a la realidad: a lo ineluctable, a su enfermedad, al polvoso manicomio de su casa, de mi casa, que se desmoronaba en ruinas. ¿Pero de mi casa digo? ¡Pendejo! Cuánto hacía que ya no era mi casa, desde que papi se murió, y por eso el polvo, porque desde que él faltó ya nadie la barría. La Loca había perdido con su muerte más que un marido a su sirvienta, la única que le duró.

Medio siglo le duró, lo que se dice rápido.  Ellos eran el espejo del amor, el sol de la felicidad, el matrimonio perfecto. Nueve hijos fabricaron en los primeros veinte años mientras les funcionó la máquina, para la mayor gloría de Dios y de la patria. ¡Cuál Dios, cuál patria! ¡Pendejos!  Dios no existe y si existe es un cerdo y Colombia un matadero. ¡Y yo que juré no volver! Nunca digas de esta agua no beberé porque al ritmo a que vamos y con los muchos que somos el día menos pensado estaremos bebiendo todos el aguamierda de ese río. Que todo sea para la mayor gloría del que dije y la que dije. Amén.  Volví cuando me avisaron que Darío, mi hermano, el primero de la infinidad que tuve, se estaba muriendo, no se sabía de qué.

De esa enfermedad, hombre, de maricas que es la moda, del modelito que hoy se estila y que los pone a andar por las calles como cadáveres, como fantasmas translúcidos impulsados por la luz que mueve a las mariposas. ¿Y que se llama cómo? Ah, yo no sé. Con esta debilidad que siempre he tenido yo por las mujeres, de maricas nada sé, como no sea que los hay de sobra en este mundo incluyendo presidentes y papas. Sin ir más lejos de este país de sicarios ¿no acabamos pues de tener aquí de Primer Mandatario a una Primera dama?”.

Voces:

Jorge Volpi
Escritor y vocero del jurado premio FIL 2011


“Fernando Vallejo es uno de los grandes escritores, uno de los grandes prosista en la lengua española en nuestra época. Creo que merece profundamente el premio. El premio, lo honra y él honra al premio. Su obra narrativa y ensayística es de primer orden, y esa voluntad de estilo, por un lado, y por el otro, profundiza en los aspectos más oscuros de la vida humana y sus propias convicciones lo hacen un escritor realmente atípico y muy interesante en nuestro panorama. El premio es a la obra literaria, pero desde luego no la podemos separar de sus convicciones personales”.

Gonzalo Celorio
Escritor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua

“Fernando Vallejo es uno de los grandes escritores de la lengua española. La virgen de los sicarios o El desbarrancadero son novelas muy críticas, que ponen el dedo en la llaga de los problemas sociales, políticos y económicos de nuestros países, y muy particularmente en el ámbito del narcotráfico es uno de los inauguradores de esta narrativa, que ahora tiene muchos seguidores, hay en Colombia un buen número de escritores que han tratado el narcotráfico como Darío Jaramillo en su novela Cartas cruzadas o en México un escritor tan notable como Élmer Mendoza.

Fernando Vallejo es un hombre de una formación muy sólida. En el ámbito de la lengua es un gramático, publicó un libro en el Fondo de Cultura Económica, que se llama Logos, donde habla de su gusto por la sintaxis y no deja de ser significativo que ahora esté escribiendo una biografía sobre este gran filólogo que fue Rufino Cuervo”.

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