El tema del narco, fuera del teatro aún: Olmos de Ita

GUADALAJARA, JALISCO (30/JUN/2011).- La dramaturgia actual mexicana mira al narcotráfico como uno de los temas a tratar, sin embargo, su éxito aún no está asegurado porque el teatro tiene otras búsquedas explicó Enrique Olmos de Ita (Hidalgo, 1984), autor de obras como No tocar y Job. 

El considerado una de las voces jóvenes más descollantes de la dramaturgia nacional, expresó que “el teatro busca cosas distintas, esos temas y esos lugares a los que no llega la novela, el cine o la música popular. Creo que por ahora no, pero quizá en algunos años asistamos al narcoteatro como algo muy revelador”.

Olmos de Ita emplea el término neurodrama en sus propuestas y estudia la necesidad que tienen los seres humanos de consumir ficción. El joven, que radica en España desde hace años, visita la ciudad del 4 al 8 de julio para impartir el taller “Principios de dramaturgia o escritura teatral básica” en la sala Stella Inda del Teatro Experimental de Jalisco, espacio ubicado en el Núcleo del Parque Agua Azul. El curso lo organiza la Coordinación de artes escénicas y literatura de Cultura UdeG.

Aunque el teatro busca confrontar al espectador con la realidad, las historias del narco en el teatro aún no viven su auge por la saturación del tema en los medios de comunicación y en la industria editorial con ensayos. “El teatro contemporáneo procura rehuir a lo cotidiano para ir más allá”, dijo Olmos de Ita, quien reconoció que en México varias compañías sí abordan la violencia, pero “no se queda con la violencia del narco y va por otras como la intrafamiliar para discutir el origen de esa otra macroviolencia por eso creo que el teatro no se ha quedado con el tema del narco porque es algo en la superficie”.

Aunque hay obras sobre el narco, incluso en cartelera como La fe de cerdos, que dirige  Luis Manuel Aguilar “Mosco”, “aún no es una tendencia tan clara” debido a la saturación. El autor de No tocar pide abrir un periódico para darse cuenta del hartazgo.

El joven recordó las palabras de otro, quien señaló que “los dramaturgos mexicanos no tienen que escribir ficción, sino periodismo. Y claro, porque desde afuera se presume que es tan violento el impacto en la sociedad que pareciera ya no tendrías que escribir ficción, sino dedicarnos a buscar las historias reales”.

Añadió que “el teatro va más allá de la noticia y  del fenómeno social en sí mismo y buscar su origen, es decir las pequeñas moléculas que lo hacen detonar”.

De la pregunta, qué si la tragedia es el medio que emplea el teatro para encontrar el origen de los temas. Olmos de Ita respondió que sí, al menos en México así ocurre.

“Hay otros lugares, donde la tragedia se entiende porque es súbita y es rara, por ejemplo pasa alguno terrible en Austria es un fenómeno porque sucede pocos veces, entonces hay que magnificarla, estudiarla y hablarla. En cambio en México, la tragedia es tan común porque habita en cada familia y ya ni siquiera alcanza al nivel de noticia, eso me parece que hay que rescatarlo a través del teatro”.

Los niños

Para Enrique Olmos de Ita es rescatable las propuestas de teatro para niños y jóvenes en México. Añadió que dichas historias son las mejores de nuestra lengua castellana y gozan del reconocimiento internacional porque muestran problemas como el divorcio de los padres, el abuso sexual, el miedo a abandonar la niñez, el suicidio, el embarazo juvenil, el uso de las drogas y la violencia dentro de las escuelas.

De la producción de obras para niños y jóvenes, el joven dramaturgo considera que la buena salud de dicha corriente se debe “al perfil demográfico del país, que requerimos pensar los temas más allá de las historias de Disney”.

Neurociencias

Desde hace varios años, Olmos de Ita radica en España, en el país vasco, donde tiene una compañía de teatro que investiga las llamadas neurociencias y el teatro, “así como la cognición y su relación con las artes escénicas”.

Para  el dramaturgo, “el teatro es una realidad biológica, porque tenemos una necesidad biológica de consumir ficción y de hacer ficción, y a partir esos estudios neurocientíficos confrontar a los actores y a los espectadores para entender porque requerimos de la ficción”.

El tipo de ficciones que se requieren en el país son aquellas que “permiten entender porqué ocurre esta tragedia. El mexicano quiere verse y entender más allá de la génesis de la violencia nacional”.

La voz

Es dramaturgo y director de la compañía Neurodrama. Enrique Olmos de Ita nació en Hidalgo, en 1984; pero radica en Laredo, España. Estudió Humanidades en el Colegio de Literatura de la Universidad del Claustro de Sor Juana y letras con Mario Bellatin, Sergio Pitol, Álvaro Enrigue, Bárbara Jacobs, Margo Glantz y Cayetano Cantú.

Sus obras son La voz oval, No tocar, Job y Un curso de milagros, ésta última fue traducida al inglés y portugués.  Su trabajo ha sido galardonado en diversas ocasiones como el Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2008 y el galardón internacional de Autor Domingo Pérez Minik en Tenerife, España.