Sábado, 23 de Noviembre 2024
Cultura | Autorretrato en Nueva York no resultó vendido en una subasta en Madrid

Dibujo de Lorca no encuentra comprador

El dibujo realizado por el escritor español, valuado en 85 mil dólares no fue vendido en una subasta en Madrid.

Por: EFE

En el dibujo se plasma la cara en forma de huevo y unas cejas pobladas que recuerdan las del artista.ALCALASUBASTAS.ES  /

En el dibujo se plasma la cara en forma de huevo y unas cejas pobladas que recuerdan las del artista.ALCALASUBASTAS.ES /

MADRID, ESPAÑA  (11/MAY/2011) -  El dibujo "Autorretrato en Nueva York", del poeta español Federico García Lorca, que salió a subasta hoy en  85 mil dólares en la casa Alcalá Subastas, de Madrid, no resultó vendido, informaron  los organizadores de la venta.

El dibujo de tinta sobre papel, fechado entre 1929 y 1931, apareció en la primera edición en habla hispana del poemario "Poeta en Nueva York" y desde 1947 formaba parte de la colección familiar del compositor valenciano Juan Vicente Lecuna.

"Autorretrato en Nueva York" forma parte de una serie de dibujos que Lorca hizo durante su estancia en la ciudad estadounidense. En ellos, el poeta se representa de forma esquematizada, con la cara en forma de huevo y unas cejas pobladas que recuerdan las del artista.

En el dibujo aparecen representados los rascacielos de Nueva York que, en lugar de ventanas, presentan números y letras del abecedario y que Mario Hernández, estudioso de la obra de Lorca, relaciona con el poema "Nueva York. Oficina y denuncia".

Por su parte, Helen Oppenheimer, experta en la obra gráfica del poeta, apuntó que las cuatro bestias fantásticas recreadas por Lorca en este dibujo simbolizan la opresión de las minorías de color en Estados Unidos.

El dibujo apareció publicado por primera vez en la revista "Verve", en 1938, ilustrando un texto del poeta granadino, "Granada (paraíso cerrado para muchos)", y poco después el escritor español José Bergamín la incluyó en "Poeta en Nueva York", al editar este libro en 1940 en México, donde se encontraba exiliado.

Siete años más tarde, la ilustración pasó a manos del compositor Juan Vicente Lecuna, amigo de Bergamín, cuyos herederos la conservaron en la colección familiar.

El lote que hoy quedó sin comprador incluía una carta escrita a máquina por Bergamín en 1947 explicando que el poeta le había entregado el dibujo en 1936.

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