El templo ha sido bautizado como Templo de las Calaveras, porque en sus muros laterales tiene nichos en los que se encontraron dos cráneos humanos, fijados con estuco, así como cuatro fémures cada uno y por ello los especialistas del INAH consideran que pudo estar dedicado al dios de los muertos, Mictlantecuhtli. El arqueólogo Ramón López Valenzuela, responsable de la excavación, aseguró que el hallazgo contribuirá a dar mayor difusión a la cultura popoloca. Aunque sólo se ha explorado el 10 por ciento de la zona arqueológica de Tehuacán, con una superficie de 116 hectáreas, dijo que sería muy positivo presentar lo que se sabe de esta cultura, pues ya se ha explorado el conjunto ceremonial, donde se encuentra el Templo Mayor y ahora el Templo de las Calaveras, y también el área de elite (palacios) donde habitaban los dignatarios popolocas. La importancia de este hallazgo, explicó López Valenzuela, radica en que este adoratorio es único en su tipo, pues "no se ha encontrado otro igual dedicado a la deidad de la muerte". La zona arqueológica Tehuacán, que actualmente está cerrada al público, fue la cabecera del señorío del Tehuacán, asiento de la cultura popoloca. Se localiza en las inmediaciones del poblado de San Diego Chalma, en el central estado de Puebla.