Varios expertos en neurociencia de la Universidad de Zúrich han estudiado los efectos en la psique humana de los llamados "silbatos aztecas de la muerte", utilizados por la civilización precolombina en sus rituales de sacrificio, comprobando que conservan cierta capacidad de sugestión en las personas.Estos silbatos pueden reproducir sonidos similares al soplo del viento o sonidos que pueden imitar los gritos de animales o gritos desgarradores de personas. Los “silbatos aztecas de la muerte” se utilizaban como instrumentos musicales en rituales y ceremonias.El artículo científico se publicó en la revista Nature, se elaboraron copias en 3D de silbatos de este tipo conservados en el Museo Etnológico de Berlín y midieron la actividad cerebral de 70 personas para analizar cómo interpretaban estos sonidos.Los expertos comprobaron que el sonido de estos instrumentos, similar a un grito de pánico de un ser humano, produce a la vez una reacción psicoafectiva y un tratamiento mental del simbolismo sonoro. En términos subjetivos, esto produjo en muchos pacientes sentimientos de "miedo extremo", similares a los provocados al escuchar un grito humano, y la sensación de que el sonido del silbato podría tener un origen natural y orgánico.Los escáneres que se hicieron del cerebro de los voluntarios indicaron que este sonido podría tener un impacto más profundo en la mente humana, hasta el punto de provocar un ambiente de terror entre las personas que lo escuchan.Estos silbatos, con los que se cree que se preparaba a las víctimas de los sacrificios, fueron encontrados por primera vez en las últimas décadas del siglo XX, aunque inicialmente se creyó que eran meros objetos artísticos, a menudo con forma de calaveras, animales o monstruos.Se tardó décadas en descubrir, de forma accidental, que eran capaces de emitir sonidos, gracias a un sistema interior de dos cámaras acústicas opuestas que producen turbulencias de aire y un estridente sonido muy característico.Con información de EFE GG