El gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, anunció que para el 2023 se buscará aliviar aún más la economía de las familias que tienen a niñas y niños en edad escolar, mediante una iniciativa para eliminar el forrado de libros y libretas, con el fin de que represente un ahorro y también como una medida ecológica para reducir este tipo de residuos que no son biodegradables. Además, reiteró que en el presupuesto se incluirá una partida para la compra de uniformes que ahora estará estandarizado en las cuatro regiones de la entidad.Ricardo Gallardo explicó que enviará la iniciativa al Congreso del estado para acabar con el forrado de libros y libretas, con la intención de que para el próximo ciclo escolar ya no exista este tipo de exigencias, ya que los plásticos con los que se forran libros y libretas tardan hasta 500 años en degradarse, por lo que representan un gran impacto ecológico por contaminación."No podemos estar fomentando el forrado de libros, son kilómetros y kilómetros de hule que se gastan en todo el país, yo creo que se le darían dos o tres vueltas al mundo con tanto hule y en San Luis Potosí ya no se va a permitir, ya se acabó esa contaminación y también el gasto", aseveró.El mandatario propuso que si hay familias que de manera voluntaria quieran forrar libros y libretas de sus hijos lo podrán hacer, pero mejor que lo hagan con papel o con otros materiales biodegradables como el periódico; no obstante, se buscará que ya no sea algo obligatorio por parte de las escuelas.El gobernador refirió que en el caso de los uniformes escolares, "desafortunadamente, hay muchas familias que tienen dificultades económicas para adquirirlos", por lo que se tiene previsto implementar cuatro modelos distintos, uno para cada una de las regiones del estado."Ahora, todas las escuelas tienen su uniforme y, luego, cuando quieren cambiar al muchacho de escuela, tienen que comprar otro uniforme; hay que homologarlos, en la actualidad hay más de 50 uniformes diferentes", sostuvo.El mandatario estatal aprovechó para calificar "de mal gusto" el hecho de que muchas escuelas esperen el regreso a clases para hacer negocio con los uniformes: "Ellos ponen el modelo, ponen a los proveedores y si no tienen el uniforme no dejan entrar al alumno a la escuela... es algo que ya no puede estar sucediendo".OF