Varias horas antes del derrumbe del escenario donde tenía lugar el mitin electoral que acabó con la muerte de nueve personas y casi 200 heridos, el Servicio Meteorológico mexicano ya había emitido varias advertencias sobre la posibilidad de fuertes vientos en ese estado del norte de México.El evento político —que iba a continuar con un concierto— se realizó de todos modos el miércoles por la noche en San Pedro Garza García, un suburbio de la ciudad norteña de Monterrey.Quienes participaron en él sólo tuvieron unos segundos para reaccionar cuando la estructura del escenario, la iluminación y una pantalla gigante se vinieron abajo. Entre los nueve fallecidos había un niño. Según informó el gobernador de Nuevo León, Samuel García, en su cuenta oficial de X, de los 192 heridos, el viernes por la tarde quedaban 45 hospitalizados.Minutos después del suceso, García emitió un video en el que pidió a la población mantenerse resguardados. Pero para muchos, esa advertencia llegaba tarde."Lo de ayer nos cogió por sorpresa", dijo el jueves, un día después del accidente. "Ni siquiera se había pronosticado una tormenta en la ciudad", declaró.No era cierto.El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México había emitido un boletín público a las 13:13 —más de seis horas antes del accidente— advirtiendo de ráfagas de viento de hasta 70 kilómetros por hora en Nuevo León que "podrían originar la caída de árboles y anuncios publicitarios".En torno a hora y media antes del mitin, advertían de "fuertes lluvias" y "viento de componente sur con rachas de 50 a 70 kilómetros por hora con condiciones para la formación de torbellinos o tornados".La coordinadora del SMN, Alejandra Méndez, explicó a AP que las advertencias comenzaron desde el lunes y que el miércoles por la mañana —el día del accidente— ya informaron de forma más específica que Monterrey y su área metropolitana podrían verse afectados.Con el pronóstico hecho, son los estados y sus sistemas de protección civil "los que tienen que tomar las decisiones de cuidado de la población", agregó.Las únicas alertas que emitió el servicio de Protección Civil de Nuevo León en sus redes sociales antes del incidente fueron por la ola de calor. Este departamento no respondió de forma inmediata a una solicitud de comentario. Tampoco lo hizo el partido Movimiento Ciudadano (MC), organizador del evento.Jorge Álvarez Máynez, el candidato a la presidencia de dicha organización y uno de los que estaba en el escenario en el momento del derrumbe, dijo que el evento contaba con los permisos necesarios y que el fenómeno climático fue "atípico" y todo pasó en pocos minutos.El accidente está bajo investigación de las autoridades del estado.La coordinadora del SMN dijo que los vientos máximos que se registraron esa noche fueron de 60km por hora.Jon Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather, una empresa privada de previsión meteorológica que tiene clientes en la zona del incidente, explicó a AP que los escenarios exteriores son vulnerables a vientos de tan sólo 56 kilómetros por hora.Según los datos de radar y observaciones satelitales que hizo su firma, los vientos del miércoles por la noche probablemente alcanzaron los 80km por hora, una fuerza que "crea riesgos de seguridad especiales en escenarios elevados".En su opinión, el del miércoles fue un hecho "que podría haberse evitado" mejorando la evaluación para mitigar riesgos porque había fuertes tormentas eléctricas acercándose y ese tipo de eventos "son bien conocidos por producir fuertes ráfagas de viento"."Se puede evacuar el lugar de forma proactiva y trasladar a la gente a un refugio seguro antes de la llegada de los vientos racheados", indicó. De hecho, Porter dijo que su empresa había enviado alertas a las empresas de la zona suscritas al servicio de AccuWeather 35 minutos antes de que los vientos llegaran a ese área.Monterrey es considerada la capital industrial de México y San Pedro Garza García es un municipio residencial de clase alta contiguo a la ciudad.Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el accidente no era culpa del partido que, como todos, estaba celebrando un mitin de campaña electoral de cara a los comicios generales del 2 de junio.Los peligros de los escenarios al aire libre con vientos fuertes son conocidos desde hace tiempo. En Estados Unidos, el derrumbe de uno similar mató a siete personas en la Feria Estatal de Indiana en 2011 y provocó un cambio entre los operadores de recintos al aire libre."Fue un momento decisivo", dijo Porter. "La gente entendió lo rápido que algo puede ir mal y cómo eso puede costar vidas en cuestión de segundos".En México, el recuerdo más reciente de cómo, pese a las alertas y advertencias oficiales, a veces los mensajes de prevención no llegan de la forma adecuada a la sociedad es el huracán Otis, que impactó en el puerto de Acapulco como huracán categoría 5 el pasado mes de octubre y mató a 52 personas.Otis se intensificó de forma extremadamente rápida y muchos vecinos, turistas e incluso autoridades reconocieron que no esperaban unos efectos tan devastadores aunque los científicos llevaban meses alertando de que este fenómeno ocurría cada vez en más ocasiones. EE