Según el informe "Mediación escolar como método de resolución de conflicto en las aulas", elaborado por la Universidad Internacional de Valencia, se considera a México en primer lugar a nivel mundial en casos de acoso escolar. En el mismo reporte, se explica que siete de cada diez niños sufren "bullying" a diario en México.El 85% de los casos de acoso suceden en las escuelas, y el 82% de los niños con discapacidad son acosados en las mismas, mientras que nueve de cada 10 estudiantes homosexuales son molestados por su orientación sexual y tres millones de niños se ausentan de la escuela cada mes a causa del acoso. En dicho informe, elaborado por Antonia Martí Aras, profesora colaboradora del Máster Universitario en psicopedagogía y experta en violencia adolescente, se expone la necesidad del uso de la mediación y de la existencia de equipos de convivencia que fomenten el aprendizaje y la resolución pacífica de la violencia en las aulas. Explican la mediación escolar como "un instrumento que promueve la resolución pacífica de conflictos dentro de los centros escolares y que se regula dentro del plan de convivencia de cada centro".En este sentido la autora recalca que "ha aumentado notablemente el número de intervenciones en la población escolar dirigidas básicamente a modificar las conductas agresivas de los estudiantes y reconquistar la figura de autoridad del profesor". Además, apunta que el conflicto forma parte de la conducta humana y que nace de las situaciones en las que entran la oposición y contradicción, tanto de intereses como de necesidades, valores y deseos.Para ello existen formas de abordarlo y diferentes posibilidades que permitirán la construcción de oportunidades de crecimiento personal y de cambio: "estaremos hablando de negociación cuando las personas implicadas en el conflicto son capaces de dialogar para llegar a un acuerdo". Otra forma de gestionar el conflicto es a través del arbitraje, es decir, "encomendar la búsqueda de soluciones a un tercero, llamado conciliador que ofrece propuestas de resolución".Por último, la situación actual indica que la mediación escolar no tiene cabida sin una formación específica que habilite a los mediadores en el desarrollo de un correcto proceso de resolución y la utilización de pautas específicas a seguir dentro del mismo y cuyos fines últimos a perseguir van a estar dirigidos a gestionar el conflicto de forma positiva y creativa, fomentar un clima de diálogo, tolerancia y cooperación en la comunidad escolar, prevenir la cronificación de problemas y la aparición de la violencia.JM