Integrantes de la caravana de migrantes comenzaron a llegar desde la noche del viernes al Estadio Corregidora, pero hasta las 15:00 horas de este sábado continuaban el arribo en oleadas aunque otra parte se dirigía ya a Guanajuato.Los migrantes llegaron justo a la hora de comer y, de acuerdo con algunas personas que organizan la distribución de los alimentos, se tiene contemplado entregar cuatro mil raciones, tanto para la hora de la comida como para la cena.La logística de organización para distribuir los alimentos poco antes de las 15:00 horas era dinámica; las personas recibían una naranja, un par de aguas en bolsa y un plato de arroz con frijoles.Mientras unos comían, otros descansaban y sobaban sus pies. Aunque muchos llegaron en aventón, los que parecían no entender el largo recorrido que tendrían que hacer eran los niños, quienes jugaban felices con lo que fuera.El secretario de Salud de Querétaro, Julio César Ramírez, explicó que la organización de la logística en el estadio se hace de manera conjunta con el DIF, instancia encargada de la distribución de alimentos.En forma organizada, añadió que también participan la Secretaría de Salud, que ofrece consultas y atención médica; Protección Civil, que verifica el ingreso de las personas, así como personal de Riesgos Sanitarios, las policías Estatal y Municipal, así como el Servicio de Limpia de la ciudad de Querétaro.Refirió que el estado de salud de los migrantes en general es bueno y sólo se han acercado algunos con cuadros respiratorios, pero nada grave; sin embargo, las personas que requieren atención médica se les otorga, la cual consiste en toma de presión o consultas sobre lo que padezcan.Dijo que hasta las 14:00 horas el Estadio Corregidora estaba ocupado por unas mil 750 personas, pero se esperaba que continuaran llegando más migrantes a lo largo de la tarde."Venimos llegando del albergue de Palmillas que se quedó prácticamente vacío a la una de la tarde, llegaron alrededor de unas 350 personas, comieron y se fueron", comentó.José Alfredo es oriundo de Honduras, pernoctó en la Ciudad de México, salió temprano la mañana de este sábado y llegó al estadio poco antes de las 15:00 horas; comentó que llegó en "aventón"."Hay mucha gente que está desesperada por llegar, vienen cansados ya y nada más esperan que den el siguiente punto de reunión y salen adelante, como varios vienen de raite se cansan menos, otros se quedan a esperar", refirió.Con unos chinos muy dorados, el joven de 24 años de edad expuso que el pueblo mexicano los ha tratado bien, "en Ciudad Deportiva hubo mucha comida".Agregó que viaja con su cuñado y sobrino, que no piensan separarse hasta llegar a Estados Unidos, y al evaluar las posibilidades que tienen de cruzar la frontera con el vecino país del norte calculó "un 50 de 50".JM