Los tres candidatos a la presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, Ivonne Ortega Pacheco y Lorena Piñón Rivera, se acusaron de dividir al partido, pero también coincidieron, con sus matices, en la necesidad de una reforma al sistema de partidos que permita reducir el financiamiento público, con el fin de hacer menos costosos los procesos democráticos.En el segundo debate entre los candidatos a la dirigencia nacional del tricolor, rumbo a la elección interna del próximo domingo, los señalamientos opacaron a las propuestas. Se acusaron de corrupción, de provocar la división del partido, enriquecimiento personal dudoso y de tener alianzas políticas con priistas con supuestas imputaciones delictivas.Al término del segundo cara a cara, Alejandro Moreno dijo que ese instituto político estaría en favor siempre de tener los recursos “claros, justos y precisos” que deben tener esas organizaciones.Ivonne Ortega recordó que en 2017, cuando se dio el aumento a los combustibles (“gasolinazo”), inició un recorrido por el país para plantear propuestas de reducción de gastos de la Federación, entre las que incluía lo referente a los partidos políticos.Lorena Piñón señaló que el partido requiere de los recursos para fortalecerse al interior y después posicionarse como una oposición sólida, con propuesta, por lo que “valorará” la iniciativa de reducir a la mitad el dinero público de los institutos políticos al llegar a la presidencia del PRI. Combativo y de oposiciónAlejandro Moreno afirmó que el PRI tiene que ser un partido comprometido con su militancia y, sobre todo, que proteja los derechos de todos los ciudadanos, por lo que propuso la construcción de un instituto combativo, que sea una oposición crítica, asertiva, técnicamente útil y socialmente sensible a los problemas de la ciudadanía. Destacó la necesidad de ser una alternativa para la sociedad.