No las sonajas de un trineo, sino el ulular de las sirenas, fue lo que llamó la atención de cientos de niños la mañana de este sábado que volteaban a ver el convoy de patrullas y otros autos de voluntarios cargados con miles de juguetes para repartir en las colonias de Guadalajara.Los infantes les salían al paso y correteaban los vehículos para que les dieran alguna pelota u otro juguete que los oficiales regalaban como parte del programa Nos Toca Regalar, que con esta ocasión lleva 12 años de organizarse.Desde las nueve de la mañana los oficiales se preparaban en la Comisaría, en Periférico y la calle Barranca. Unos 40 vehículos se hallaban cargados con más de 28 mil artículos, la mayor parte pelotas.José Asención Delgado Vargas, policía tercero de Guadalajara, recordó que este programa es impulsado por los policías en el que invitan a la ciudadanía, asociaciones y empresas a que recolecten juguetes para regalarlos en las colonias más necesitadas de la ciudad.El plan era partir hacia la Calzada Independencia y de ahí dividirse hacia los cuatro puntos cardinales. Uno de los convoyes salió hacia el este, hacia Balcones de Oblatos y Santa Cecilia.La caravana estaba compuesta por patrullas de Guadalajara, Policía Federal, vehículos del Club de Autos Clásicos y motos del club Estampida.Los vehículos iban tan cargados, que de cuando en cuando se les soltaban los paquetes de pelotas que generalmente lograban recoger... hasta que llegaron a la colonia, pues ahí los chamacos se les echaban encima, desgarraban las redes y se las arrebataban.Pese a las advertencias de los organizadores de no repartir hasta llegar al punto, los tripulantes de uno de los vochos con pelotas decidieron detenerse para darle una pelota a un par de niños; sin embargo, se atoraron y se les perdió el convoy porque decenas de muchachitos y señoras se avalanzaron contra el auto hasta que voló la mitad de su mercancía.Tras rodear una docena de calles porque había tianguis, finalmente llegaron a su destino en Hacienda de Cedros, en Balcones de Oblatos. Decenas de niños se formaron para que les dieran regalos.Pero para una gran parte de niños, los juguetes eran complemento navideño, como para Kevin, de once años. "Venían los policías y supe que ya venían a regalar juguetes". Sin embargo, el chamaco confesó que Santa Claus ya había llegado. "Me trae lo que le pida, ahora pedí un celular y ya me lo regalaron", y se levantó la playera para presumir su reluciente smartphone con pantalla de cinco pulgadas.Berenice, de once años, era de las pequeñas que sí necesitaba un buen juguete, pues este año sus papás le regalarían sólo ropa. "Los juguetes ya casi ni me gustan, nada más un Nenuco". Pero acaso se quedará con las ganas de su muñeco, porque lo que le tocó fue una lotería.Pero no a todos les tocaban presentes buenos, como la pequeña Nicole, de nueve años, quien lamentó el regalo que le tocó.- Me regalaron cosas de niño- y mostró sus cochecitos. - ¿Y qué pediste para esta Navidad? - Una patineta... Gael, de once años, fue otro que también aprovechó el reparto. "Nomás oí que venían, el otro año regalaron igual". Para este año sus papás le comprarán un X-Box.Pese a todo, el oficial Delgado disfruta de la labor. "Desde que vamos llegando los niños saben que va llegando el policía Santa Claus para dejarles un juguetito", aseguró.JM