La balacera ocurrida este lunes en el restaurante de la avenida Real Acueducto, en Zapopan, es solo uno de los múltiples hechos que se han registrado en la Entidad en los últimos dos años.Si bien son frecuentes los reportes de balaceras y enfrentamientos por parte de las autoridades estatales y municipales, al menos 12 de estos hechos han ocurrido en áreas concurridas, como avenidas principales y zonas comerciales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, Puerto Vallarta y Ajijic.Además de la balacera de este lunes, y de la refriega registrada el pasado 18 de diciembre en el bar Distrito 5 de Puerto Vallarta, donde murió el exgobernador del Estado, Jorge Aristóteles Sandoval, también se encuentra la balacera registrada el pasado lunes 1 de febrero en las inmediaciones de la plaza comercial ubicada en Periférico Sur y prolongación Colón, tras la cual se reportó la privación ilegal de una persona. La policía de ese municipio solo informó que al acudir al punto únicamente se encontró una camioneta tipo pickup abandonada y con impactos de bala.El 1 de diciembre pasado se reportó una agresión a balazos en una plaza comercial de Ajijic, tras la cual se registró la muerte de un empresario restaurantero, y el 22 de noviembre se dio cuenta de la privación ilegal de la libertad de Felipe Tomé, también tras una balacera reportada sobre la carretera federal 200, cerca de las instalaciones de la 41 Zona Militar, en Puerto Vallarta, Jalisco.También en 2020, en el mes de agosto, se registró una agresión a balazos dentro del estacionamiento de la plaza comercial ubicada sobre la avenida Patria, al cruce de Paseo Andares, en la zona de Puerta de Hierro, en Zapopan. Un hombre murió y una mujer resultó lesionada tras el ataque.En agosto 2019 tres personas fueron asesinadas a balazos afuera de un restaurante en la colonia Jardines Universidad, en Zapopan. Sus cuerpos quedaron a bordo de un auto particular. Tras un despliegue de seguridad en la zona y luego de una balacera entre civiles y elementos de la Policía de Zapopan se logró asegurar a cinco sujetos en el cruce de Montevideo y Acueducto, quienes se presumía, eran los causantes de los asesinatos.El 31 de julio de ese año se registró también una balacera dentro de un restaurante de comida rápida ubicado en un centro comercial de la avenida Vallarta, al cruce de Rafael Sanzio; en el hecho fallecieron dos personas (presuntamente del crimen organizado) y seis más resultaron lesionadas, entre ellos trabajadores y comensales.Una semana después del hecho se reportó otra balacera, de nueva cuenta en la zona de Puerta de Hierro, en Zapopan. En el cruce de las avenidas Patria y Real acueducto dos personas fueron atacadas a balazos durante las primeras horas de la mañana. Una de ellas murió en el lugar, quedando a bordo de un auto particular, y la otra resultó herida.En marzo de 2019 una balacera más se registró afuera del hotel ubicado en el cruce de Lázaro Cárdenas y López Mateos, en Guadalajara. Policías del Estado hicieron el alto a una camioneta tipo pickup, pero no se detuvo; sus tripulantes dispararon contra los elementos estatales. El agresor escapó y en la camioneta quedó un hombre lesionado, quien aseguró había sido privado de su libertad.Ese mismo mes se reportó otra refriega, en la zona comercial de la colonia Loma Bonita, en Zapopan. Policías municipales recibieron el reporte de que al interior de una barbería había personas armadas.Al arribo de los uniformados, los civiles abrieron fuego contra ellos. Dos oficiales resultaron lesionados, uno de ellos murió días después del ataque.El 7 de febrero, otra balacera fue reportada en pleno Centro de Guadalajara, en el cruce de las calles Santa Mónica y Angulo. Ahí personal del Área de Homicidios que estaban en operativo fueron atacados por civiles armados que los descubrieron. El saldo fue de cuatro detenidos.Para el investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Tomás Guevara, este tipo de hechos sucedidos en zonas comúnmente concurridas, representa que los criminales están preparados para actuar en cualquier lugar, sin importarles ya a quién puedan lesionar a su paso (civiles o policías) pues su único fin es lograr sus objetivos, ya sea privar de la vida o de la libertad a sus víctimas o escapar de los hechos delictivos en los que participan evitando ser detenidos.“Una de las constantes actuales de estos grupos es que sus actos los ejecutan en el lugar donde sea necesario hacerlo, a ellos ya no les importa si es zona residencial, un barrio pobre, el monte o la carretera, donde se da, donde su víctima está vulnerable”, añadió el académico.LS