El pasado 5 de enero un hombre uniformado como policía entró a la base de la Comisaría de Tonalá y se robó 11 armas cortas, cuatro armas largas y seis radios. Para conseguirlo, amordazó y ató al oficial que se encontraba a cargo. Sin embargo, estas no son las únicas armas que han sido robadas a policías y de las cuales se desconoce su paradero, también en la Comisaría de Guadalajara se han registrado diversos robos. Desde 2016 y hasta el pasado mes de enero se tenía registro del robo de ocho armas y 25 equipos de radio comunicación, de acuerdo con la Unidad de Transparencia del Ayuntamiento tapatío. El año con más robos registrados fue 2019, cuando se sustrajeron tres armas y ocho radios, seguido del 2018, año en el cual fueron robadas dos armas y otros ocho equipos radiocomunicadores. En todos los casos, explicó la Comisaría, se presentaron las denuncias correspondientes ante la Fiscalía del Estado, además de que se siguió “un procedimiento interno contra el elemento resguardante a cargo”. Al respecto, la vocería de la Comisaría de Guadalajara explicó que si bien las armas fueron reportadas por la unidad como “robadas”, éstas sólo están consideradas como extraviadas, razón por la cual, si bien se siguió un procedimiento interno, no se dio de baja a ninguno de los oficiales, pues incluso la Fiscalía del Estado no ha dado información sobre los avances de las investigaciones y no se les puede separar de sus cargos hasta que la dependencia estatal concluya las indagatorias. En las comisarías de Tlajomulco, El Salto y Lagos de Moreno también se registraron “ausencias” de equipos, aunque menores. Mientras en Tlajomulco se “extravió” un chaleco balístico en 2015, en El Salto se robaron varias pertenencias de algunos elementos en dos ocasiones durante 2019. Por su parte, en Lagos de Moreno se registró el robo de un par de aros aprehensores y cuatro cascos balísticos hace cinco años. JL