Ser madre y oficial de la Policía de Guadalajara es una combinación muy dura, más si se es soltera, convino un grupo de mujeres de la corporación entrevistadas sobre la manera en la que pueden desempeñar ambas actividades tan demandantes. Sin embargo, las oficiales no piensan en abandonar su faceta como agentes de seguridad, pues en su opinión pertenecer a la Comisaría es una de las decisiones de las que no se retractarán en su vida, tanto por la satisfacción de una labor que enorgullece a sus hijos como por el sustento. Esto último, afirmaron, porque los sueldos son superiores a los que podrían obtener en otro trabajo. Un aliciente valioso cuando se tiene que pagar casa, comida y la manutención de sus hijos. Motivadas por sus pequeños, arriesgan sus vidas a diario en una metrópoli donde no están exentas del riesgo, pues incluso hay compañeras suyas que han fallecido en el cumplimiento de su deber. Según el estudio de Jurimetría titulado “Justiciabarómetro, resultados de la encuesta a la policía municipal preventiva de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG)”, en las principales ciudades de Jalisco, 14% de los agentes de las corporaciones municipales son mujeres.El documento revela, además, que 86% de ellas son madres, y muchas de ellas son solteras. “Sólo 33% señaló estar casada, 14% dijo estar divorciada y 4% es viuda”. La organización Causa en Común, dedicada a la defensa de los derechos y libertades de los responsables de la seguridad, realizó el estudio “Ser mujer policía”, que si bien tomó como ejemplo a oficiales del Estado de México, indica que muchas de ellas han enfrentado discriminación en su proceso de reclutamiento por parte de los instructores; que los mandos no generan un clima de respeto entre hombres y mujeres y que las conductas indebidas persisten porque hay revictimización y falta de sanciones. Allí, 68% indicó haber recibido piropos o comentarios lascivos, mientras que 18% vivió solicitudes o insinuaciones sexuales. Lo más grave es que 83% de ellas no denunció el hecho, y de quienes lo hicieron, la mitad no resultó en sanción hacia el agresor.En la Zona Metropolitana de Guadalajara, 14 de cada 100 policías son mujeres. De ellas, 86 son madres de familia, por lo que deben compaginar la crianza de sus hijos con el trabajo. “Hago lo que me gusta, lo que es mi vocación, y lo que me corresponde como madre para educar a mi hija y darle el mejor ejemplo. Se siente orgullosa de mí por lo que soy y por lo que he logrado”, señala Victoria Torres, policía desde 2012 y con una niña de once años de edad. Cintia Gómez tiene un hijo de dos años de edad, el cual puede atender actualmente pese a los demandantes horarios de su carrera policial, pues tiene el apoyo de sus padres que se lo cuidan. “Terminando mi labor mi hijo ya está dormido, pero en mis días de descanso puedo aprovecharlo”. Con tres años en la corporación, Valeria Aceves consideró que el ser madre y policía es muy complicado, aunque satisfactorio. “Las cosas que aprendo aquí en la calle se las puedo enseñar a mi hijo. Es pequeño, pero le gusta escucharme y se emociona con mis historias y anécdotas”.