“Si la gente es más feliz en el trabajo, la empresa funciona mucho mejor”, resaltó la profesora Marian Rojas, psiquiatra egresada de la Universidad de Navarra y especialista en la relación entre inteligencia emocional y el mundo empresarial.Como parte del Encuentro Global de Egresados que se realiza para festejar los 50 años del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), de la Universidad Panamericana, Rojas impartió ayer una conferencia sobre la importancia del manejo de las emociones y la felicidad.La experta explicó que cada vez se demuestra más que la inteligencia emocional en un equipo empresarial mejora la operación. Señaló que en materia de liderazgo corporativo se requieren habilidades emocionales además de las cognitivas.La también titular de la Fundación Rojas-Estapé para ayudar a niños y jóvenes de escasos recursos con trastornos de conducta y personalidad mencionó que las tres características de la inteligencia emocional son: aprender a gestionar emociones, entender las emociones de los demás y empatizar.Consideró que cuando las personas cambian, lo mismo ocurre con las organizaciones y el resultado impacta a la sociedad. Indicó que tras su experiencia se ha detectado que la vida en casa afecta lo que ocurre en el desarrollo profesional y viceversa.Sobre consejos para las empresas, Rojas señaló que el primer paso es que se hagan consientes de lo fundamental que es ser feliz en el trabajo. Lo segundo es tener a una persona o área dedicada a gestionar las emociones y por último motivar la participación mediante talleres.“Los equipos que más crecen tienen a un líder que sabe ser una buena persona, con un cerebro sano basado en la bondad y capacidad de gestionar sus emociones”.Resalta el poder de los pensamientosDurante la conferencia magistral que ofreció las instalaciones del IPADE Guadalajara, Marian Rojas habló de la importancia que los pensamientos tienen en la salud y en la felicidad.La psiquiatra resaltó que el cerebro no identifica lo real de lo imaginario. Esto significa que cuando se siente estrés por distintas cuestiones, aunque no hayan sucedido, libera una hormona conocida como cortisol. “El 90% de las cosas que nos preocupan no suceden, pero nuestra mente lo vive como si fuera real”.La experta subrayó que esta situación merma la salud y provoca estados prolongados de depresión y ansiedad. “En una sociedad que ha perdido el sentido..., buscamos sensaciones. Eso nos lleva a una búsqueda frenética de satisfacción: en las comidas, temas sexuales, vinos. No tiene por qué ser malo, pero sustituyen el verdadero sentido de la vida”.