Desde septiembre pasado, mes en el cual dieron inicio las actividades con rumbo al proceso electoral este 2021, en Jalisco han sido asesinados cuatro políticos, de los cuales al menos tres tenían aspiraciones a participar de alguna forma en las elecciones del próximo 6 de junio.Según estadísticas de la empresa Integralia Consultores, con estas cuatro víctimas Jalisco se posiciona en el lugar número siete de los 10 estados con más homicidios de políticos y funcionarios durante el proceso electoral actual.Los tres primeros lugares son ocupados por Oaxaca, con 10 homicidios, Veracruz con ocho, y Guanajuato con siete asesinatos de políticos en lo que va de la contienda electoral.En total, suman al menos 75 políticos y funcionarios quienes han sido asesinados en el País desde septiembre pasado, según las cifras presentadas esta mañana por Integralia durante el seminario “Violencia Política en México en Periodos Electorales”, convocado por la organización nacional “Causa en Común”.De acuerdo con el Gerente de Riesgo Político de la empresa Integralia, Carlos Rubio, buena parte de los eventos de violencia contra políticos son llevados a cabo por el crimen organizado principalmente en contra de gobiernos municipales, en busca de obtener recursos, información y control en ese nivel de gobierno.También dijo que se prevé que esta elección sea particularmente más violenta para las y los políticos en comparación con comicios anteriores debido a que este será el proceso electoral más grande en la historia de México.“Estamos en un contexto de polarización política, donde tenemos a un régimen que parece no ser tolerante con los opositores, no sólo hacia los partidos políticos, sino también hacia periodistas y organizaciones ciudadanas”, dijo por su parte Rubén Salazar, director de Etellekt Consultores.La directora general de Causa en Común, María Elena Morera, refirió que, si bien el Gobierno Federal estableció una estrategia para proteger a candidatos que hubieran tenido amenazas previas, esta llegó demasiado tarde, por lo cual es necesario que se establezcan y cumplan las acciones necesarias para que no vuelva a ocurrir algún homicidio de otro político.“Si además, aspirar a un cargo público significa jugarse la vida, no es exagerado afirmar que nuestra democracia podría tener los días contados”, agregó.LS