Edificios habitacionales, comercios, escuelas y centros hospitalarios de Guadalajara soportan actualmente 146 espectaculares.Aunque en el reglamento de anuncios del Ayuntamiento tapatío existe la figura de carteleras de azotea, en el Artículo 10 se señala que no se deben otorgar permisos ni licencias para su fijación cuando “por su ubicación, dimensión o material empleado en su construcción o instalación puedan poner en peligro la salud, la vida o la integridad física de las personas o la seguridad de los bienes”.En el documento se precisa que no se permiten estos anuncios “en edificaciones de uso habitacional, así como en las áreas comunes de las mismas, aun cuando se cuente con el consentimiento del titular”. En terreno tapatío hasta el momento se han retirado 12 por falta de mantenimiento o por ser irregulares.La Dirección de Padrón y Licencias indicó que la actual administración no ha otorgado permisos. Los existentes se entregaron durante gobiernos anteriores.Este medio de comunicación detectó al menos 13 espectaculares sobre azoteas de espacios habitacionales. Uno de ellos se observó en un complejo alzado en el cruce de López Mateos y la calle San Miguel. También se ubicó una doble estructura encima de una finca de dos plantas en el cruce de Belisario Domínguez y Circunvalación.Tras el temblor del pasado 19 de septiembre, tres edificios de la Ciudad de México que cargaban espectaculares irregulares se derrumbaron y provocaron la muerte de 33 personas. Pesaban entre cuatro y 10 toneladas. La colocación de este tipo de publicidad en inmuebles públicos y privados está prohibida en la capital del país desde 2010. Están en proceso de retiro mil 213.El presidente del Colegio de Ingenieros de Jalisco, Héctor Zepeda, destacó que estas estructuras se vuelven peligrosas cuando se ponen en espacios cuya construcción original no contempló su adición.“Lo más fuerte es el esfuerzo al que se someten las construcciones debido al viento y a las grandes áreas de estos espectaculares”, explicó.Rodrigo Navarro, director de Ingeniería Civil y Administración de la Universidad Panamericana (UP), agregó que las estructuras también podrían caer sobre peatones, instalaciones de gas o electricidad.Por otra parte, Javier de la Cerda, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), manifestó que si no hay un dictamen o estudio que sustente que el espectacular puede permanecer en la edificación sin ningún problema, lo más recomendable es quitarlo.