Aunque redujo su gasto, el Congreso de Jalisco es el quinto más costoso del país y tiene la tercera nómina más obesa entre los poderes legislativos locales, señala el Informe Legislativo 2018 elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).El estudio evidencia que los programas de austeridad y recorte de personal, impulsados durante la presente Legislatura, no han tenido efecto en el gasto.Actualmente el Congreso local tiene 943 empleados, que representa uno de los aparatos burocráticos más grandes a nivel nacional, sólo detrás de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y el Congreso del Estado de México.En promedio, los congresos locales tienen plantillas de 441 trabajadores, sin embargo, destaca el caso de Colima, pues no llega a los 100 burócratas.El análisis legislativo 2018 del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) advierte que, pese a los intentos de mejora en materia de transparencia, el Congreso de Jalisco está en el grupo de legislaturas locales que tienen un nivel de cumplimiento “insatisfactorio”, en la política de parlamento abierto y presenta un avance menor al 60 por ciento.Los criterios de la alianza por el Parlamento Abierto que se deben cumplir son: el derecho de información, participación ciudadana y rendición de cuentas, conflictos de interés, documentos en formatos abiertos, accesibilidad y difusión. Además de fácil acceso a información parlamentaria, presupuestal, histórica, legislaciones y servidores públicos.