Aunque la propaganda en la vía pública, colocada en bardas o estructuras, es continuamente criticada por generar contaminación visual, en cada contienda electoral reaparece. Desde el inicio de las precampañas a la Presidencia de la República, todos los aspirantes a ese cargo de elección popular contrataron ese tipo de anuncios en Jalisco, pero sobre todo en la metrópoli, de acuerdo con el Sistema Integral de Monitoreo de Espectaculares y Medios Impresos del Instituto Nacional Electoral (INE), actualizado a abril.Según el último corte, Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia, ha puesto la mayor cantidad de estos anuncios, con un total de 97 distribuidos en toda la Entidad, de los cuales 39 están dentro del Área Metropolitana de Guadalajara.La publicidad en la que aparece el tabasqueño puede verse en bardas, mantas, lonas y vehículos que ofrecen el servicio de publicidad móvil, formato que está prohibido en Guadalajara.Con la misma fórmula de distribución le sigue José Antonio Meade, de la coalición Todos por México, con 53, de los cuales 31 están en la metrópoli. Ese candidato cuenta con más anuncios en bardas, espectaculares y mobiliario urbano.Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, reporta 35 anuncios distribuidos en el Estado, y de estos, 13 están en bardas de Guadalajara, según el informe del INE. Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, tiene 15 en bardas, espectaculares y carteleras. Margarita Zavala registra sólo tres espectaculares.El pasado 30 de abril, el Gobierno tapatío exhortó a los partidos políticos a que respeten los reglamentos y se anuncien sólo en estructuras que cumplan con la ley.El alcalde interino, Enrique Ibarra, y la síndica, Bárbara Casillas, se han pronunciado porque el municipio combata la contaminación visual generada por el exceso de anuncios espectaculares.En abril pasado, este medio publicó que la metrópoli acumula propaganda política en vías primarias, lo que contraviene las disposiciones municipales. Se trata de pantallas digitales y anuncios en gran formato que violan la norma municipal al ubicarse a menos de 250 metros de espacios como la Glorieta Minerva.El problema radica en que esta propaganda se monta en estructuras con recursos legales y amparos que impiden que la autoridad los retire.