Hoy se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; por lo que contingentes alrededor del mundo salieron a protestar contra la violencia machista, sin embargo, elementos policiales impidieron que se llevara a cabo la manifestación en la ciudad de Estambul. Contingentes feministas se dieron cita en la avenida Istiklal, que fuera el lugar predilecto para protestas, manifestaciones y eventos festivos. Sin embargo el evento no se pudo llevar a cabo puesto que las fuerzas policiacas bloquearon los accesos a la avenida cerrando un gran número de calles.Pero las mujeres no desistieron, terminaron por situarse en una calle lateral, evadiendo a las autoridades, las consignas en kurdo "Ni una menos", "Mujer, vida, libertad" se escuchaban claras y firmes Entre las pancartas no faltaban las de apoyo a la lucha de las mujeres iraníes contra el velo islamista, con frases como "No le tocaréis ni un pelo a Mahsa Amini", la joven que murió en septiembre pasado en Teherán tras ser detenida por no llevar el velo correctamente.La policía practicó numerosas detenciones entre mujeres que intentaban rodear el cordón policial o acercarse a la manifestación, informa el diario Evrensel.Además, por orden del Ministerio del Interior, el servicio de metro y funiculares no daba servicio a las dos estaciones más cercanas a la avenida Istiklal.También se han llevado a cabo protestas en otras ciudades de Turquía como Esmirna, Balikesir y Bursa, en su mayoría sin incidentes, y hay programadas otras marchas para mañana y para el domingo, incluida una en Estambul.En los diez primeros meses del año, 280 mujeres han muerto a manos de hombres en contextos de violencia machista, una cifra muy similar a la de otros años en este país de 85 millones de habitantes.El año pasado, según un recuento de la revista Bianet, 339 mujeres murieron a manos de hombres y en el 62 por ciento de los casos el asesino era su pareja, en otro 11 por ciento un familiar directo y en un 7 por ciento un conocido cercano.Las estadísticas de las plataformas turcas incluyen a menudo también algunos asesinatos en los que el motivo machista no es tan evidente, como robos con violencia o incluso asesinatos políticos.Por otra parte, la fuerte tradición patriarcal de Turquía propicia no solo los asesinatos machistas en la pareja, o por parte de un pretendiente que ve rechazadas sus aspiraciones, sino también los que comete el padre, hermano u otro familiar contra una mujer que por su forma de vida juzgada "poco decente" deja en entredicho el "honor" de la familia.La violencia machista en Turquía está aumentando, pero "al mismo tiempo también crece la revuelta de las mujeres y, en los últimos años, la lucha de las mujeres se ha convertido en el principal movimiento social del país", afirma la socióloga y feminista Yildiz Ecevit.La economista Dilek Bulut opina que, el aumento de la violencia se debe "al poder islamista que se ha ido construyendo durante 20 años", junto a "la ideología de la nueva derecha populista y autoritaria que se expande en el mundo desde la década de 1990".Turquía fue el primer país en firmar en 2011 la Convención de Estambul, un tratado paneuropeo para prevenir la violencia contra las mujeres, pero la abandonó el año pasado por presiones de grupos islamistas que argumentan que el texto promueve la homosexualidad y ataca a la familia tradicional.Desde entonces, recuperar la Convención, que exige a los Estados miembros mejorar la protección legal y social contra la violencia machista, es una de las principales exigencias de las feministas.El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, que impulsa un concepto tradicional y conservador de la familia y suele pedir a las mujeres que tengan al menos tres hijos, ha reiterado que salirse de la Convención no afecta a las leyes vigentes ni a la determinación de su Gobierno de hacer frente a la violencia.En mayo pasado, de hecho, el Gobierno aprobó una reforma legal que endurece las penas por malos tratos, lesiones, tortura, amenazas o atentado contra la integridad sexual e incrementa las penas en un 50 por ciento si el agresor es el marido o pareja de la víctima. BB