La ONG pidió este jueves ayuda a Francia, España y Grecia para encontrar un puerto seguro donde desembarcar 234 migrantes socorridos por su barco "Ocean Viking", antes de que el tiempo empeore.La organización de rescate en el mar teme "fuertes vientos, olas altas y una caída de la temperatura para finales de semana", y alerta, en un comunicado publicado el jueves, que empiezan a escasear sus provisiones. Desde su primer rescate, el 22 de octubre, SOS Méditerranée contactó, en virtud del derecho marítimo, a las autoridades de la zona de búsquedaSin obtener una respuesta, indicó a AFP su directora, Sophie Beau. A continuación, la ONG se puso en contacto con las autoridades italianas, pero con pocas esperanzas de obtener una autorización para desembarcar por las declaraciones antimigrantes del nuevo gobierno en Italia."El ministro del Interior apuntó al 'Ocean Viking' en sus declaraciones", recuerda Sophie Beau, en referencia a un anuncio de Matteo Piantedosi advirtiendo una prohibición de entrada en sus aguas territoriales del barco. Ante el bloqueo, pese no haber recibido ninguna comunicación oficial de Italia, la organización se dirigió el miércoles por la noche a las autoridades marítimas de Francia, España y Grecia para obtener "asistencia" y para que "faciliten la designación de un puerto seguro"."Es la primera vez que se lo solicitamos", explicó la responsable de la ONG, que, al mediodía del jueves, todavía no obtuvo respuesta. La demanda busca "encontrar una solución", en prioridad en Italia o Malta, precisó. Además del "Ocean Viking", la advertencia italiana apuntaba también al "Geo Barents" de Médicos sin Fronteras (MSF) y al barco de la oenegé alemana SOS Humanity.Alemania envió, por su parte, una nota diplomática a Italia: "Vista la situación humanitaria a bordo del barco 'Humanity 1', se pidió al gobierno italiano que aporte rápidamente su ayuda", indicó a la AFP un vocero del ministerio de Relaciones Exteriores. Desde comienzos de 2022, mil 765 migrantes desaparecieron en el Mediterráneo, especialmente en su ruta central (1,287), la más peligrosa del mundo, según la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).El nuevo ejecutivo italiano exige que los países cuya bandera ondea en los barcos humanitarios se comprometan a acoger una parte de los migrantes llegados a su suelo por mar. En un libro que debe publicarse el viernes, la primera ministra posfascista Giorgia Meloni considera, por ejemplo, que si un barco humanitario cuenta con bandera alemana, "Alemania lo reconoce y se ocupa de él, o se convierte en un barco pirata".VS