Entre evacuaciones, búsquedas de víctimas y riesgos sanitarios, Bahamas se prepara para enfrentar una larga crisis humanitaria, una semana después del devastador paso del huracán “Dorian”, que también golpeó a Estados Unidos y Canadá.El balance provisional del desastre, entregado con moderación por las autoridades de Bahamas, reporta un saldo de 43 muertos. Pero las autoridades del archipiélago advirtieron que el número de fallecidos va a escalar.Ante el aumento de los riesgos sanitarios, el Ministerio de Salud de la isla y la Organización Panamericana de la Salud aseguraron que el archipiélago no enfrenta ninguna epidemia actualmente. “Las inundaciones pueden aumentar potencialmente la transmisión de enfermedades contagiosas relacionadas con el agua. No obstante, por el momento no se ha detectado ningún caso de cólera, ni ha aumentado el número de enfermedades infecciosas debido al huracán”. Dorian dejó al menos 70 mil personas sin hogar en las islas más severamente afectadas, Ábaco y Gran Bahama, según la Organización de las Naciones Unidas, cuyo Programa Mundial de Alimentos ha entregado casi 15 mil comidas y toneladas de equipos en la región.El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, quien advirtió que la devastación causada por el huracán durará “generaciones”, dijo que Nassau no podía “acoger a todas las víctimas”, que temporalmente se alojarán en tiendas de campaña.Además, decenas de haitianos, muchos de los cuales viven en un barrio pobre completamente arrasado por el huracán en la isla de Ábaco, acusaron al Gobierno bahameño de dar prioridad a sus ciudadanos para las evacuaciones.