Estados Unidos celebró el Día de la Independencia con desfiles, barbacoas y fuegos artificiales, pero en Chicago, asolada por la violencia, 88 personas fueron baleadas, 14 de ellas fatalmente.La violencia del fin de semana festivo se produce después de una mayor atención de los medios y la policía al problema que ha plagado a Chicago durante todo el año, la tercera ciudad del país que va camino a superar los 774 asesinatos registrados en 2020, el segundo año más mortífero en las últimas dos décadas, superando a Nueva York y Los Ángeles juntos.Los fines de semana festivos suelen ser especialmente mortales en Chicago, por lo cual los miembros del Ayuntamiento el 2 de julio interrogaron, en un hecho sin precedentes, al superintendente de policía David Brown durante seis horas sobre las estrategias policiales para contener la violenta.Brown atribuyó gran parte de la violencia con armas de fuego a un sistema judicial que permite que las personas acusadas de delitos violentos, como homicidio, sean puestas en libertad bajo vigilancia electrónica.“Los tribunales que ponen a personas acusadas de homicidio de regreso en las comunidades... están creando un entorno inseguro para todos nosotros”, señaló Brown en una conferencia de prensa.A pesar de esa reunión, fueron baleadas 10 personas más que el fin de semana anterior, cuando se registraron 78 víctimas de tiroteos, 10 fatales, en toda la ciudad.El año pasado, 87 personas fueron baleadas en Chicago, de las cuales 17 murieron, durante un período de cuatro días que incluyó el festivo 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos.A nivel nacional, hubo más de 400 tiroteos durante este fin de semana largo y al menos 150 personas murieron, según datos recopilados por Gun Violence Archive.Entre los 88 baleados el fin de semana largo en Chicago figuran cinco niños. También dos oficiales de policía fueron víctimas de disparos este lunes cuando intentaban dispersar a una multitud en el West Side. Sus vidas no corren peligro.¿Te gustó este contenido?