En una reunión telefónica de carácter urgente, en la que participaron los presidentes Joe Biden y Emmanuel Macron, el primer ministro Boris Johnson de Reino Unido, y el canciller alemán Olaf Scholz, se anunció hoy, en Berlín, que será bienvenido "todo esfuerzo diplomático" para enfrentar en conjunto la situación que se vive en el mundo desde que Rusia inició su ofensiva militar contra Ucrania. De la llamada se publicó un texto que resume la conversación entre los mandatarios más importantes de Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido, todos miembros del G7. En el documento se destacan, entre otras cosas, la reiteración a Rusia de finalizar con la “ilegitimidad” de su ataque a Ucrania, el desalojo inmediato de sus tropas militares, y la protección de la población civil ucraniana, que ha sido la más afectada desde que inició el conflicto a finales de febrero del año en curso. La llamada, que resulta decisiva teniendo en cuenta el alcance de las potencias involucradas, comienza a cambiar el ajedrez geopolítico del conflicto: define las alianzas establecidas, pero también turna confusas las que podrían darse, pues es una invitación directa para que participen de un modo más resuelto los países que hasta ahora no se han pronunciado con entereza. Emmanuel Macron se ha mantenido en contacto frecuente con Vladimir Putin, quien a su vez recibió el fin de semana pasado al primer ministro del pueblo israelí, Naftali Benet. China, por su parte, en cierto sentido se ha mantenido silenciosa, aunque según compartió su ministro de Exteriores, Wang Yi, su nación funge como mediadora en las conversaciones sin resultados considerables entre Rusia y Ucrania. Rusia no se ha pronunciado respecto al comunicado resultante de la llamada entre los cuatro mandatarios del G7, y la balanza no se inclina todavía del lado de nadie. Con información de EFEFS
