Miles de personas se concentraron hoy en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en la capital iraquí, para expresar su rechazo a las promesas del presidente del país, Barham Saleh, que ayer se mostró favorable a convocar elecciones anticipadas tras una semana de manifestaciones que han dejado un centenar de muertos.Los manifestantes permanecen en las calles de Bagdad y otras provincias del sur de Irak desde esta madrugada, cuando se produjeron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en los que murió una persona y más de 300 resultaron heridas, informó a Efe un miembro de la pública Comisión de Derechos Humanos iraquí, Ali al Bayati.Ayer, el jefe de Estado se dirigió a los iraquíes en un discurso a televisado, en el cual aseguró que cambiaría la ley electoral, reemplazaría la comisión que supervisa los comicios y celebraría elecciones anticipadas para salir de la actual crisis.Saleh aseguró además que el primer ministro, Adel Abdelmahdi, está dispuesto a dimitir si existe un acuerdo entre las fuerzas políticas para evitar que se dé un vacío de poder en el ya muy inestable país."El presidente no trajo nada nuevo, sólo promesas. Estamos hartos de promesas, sólo aceptaremos la dimisión de todos (los dirigentes). Como dicen nuestro hermanos del Líbano: todos significa todos", dijo a Efe en Bagdad Mahmud Amer, un manifestante de 20 años.En la céntrica plaza Tahrir, otro manifestante en la veintena, Hiadar Abdelamir, calificó las promesas de Saleh de "anestesia"."Continuaremos participando en las manifestaciones hasta que se cumplan nuestras demandas de una patria libre, donde todos vivan en paz sin ninguna discriminación entre uno y otro", aseveró a Efe Abdelamir.El joven agregó que las movilizaciones no terminarán "hasta acabar con todos los partidos y la clase política actual".Desde principios de octubre, miles de iraquíes protestan en las calles por el deterioro de los servicios públicos, el desempleo y la falta de soluciones a la mala situación económica, problemas que achacan en primer lugar a la corrupción de sus dirigentes.Durante la primera semana de movilizaciones, al menos 157 personas fallecieron y miles resultaron heridas, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos iraquí.El pasado viernes se reactivaron las protestas en Bagdad y otros puntos del país, y en este tiempo se han producido más de un centenar de muertos y 5.000 heridos, según esa comisión pública e independiente.Algunas de las víctimas han sufrido el impacto de cilindros de gas lacrimógeno en la cabeza, denunció ayer en Amnistía Internacional en un comunicado.