Diego Armando Maradona animó el cierre de campaña del presidente venezolano y candidato a la reelección, Nicolás Maduro, en Caracas, reafirmando su simpatía por el Gobierno chavista y el mandatario de quien se ha declarado “un soldado”.El campeón del mundo con Argentina, en el Mundial de México 1986, forma parte del séquito de artistas y personajes de cierto reconocimiento público que visitan Venezuela con frecuencia para expresar su respaldo a Nicolás Maduro. Hace casi un año, el argentino publicó en sus redes sociales que si Maduro lo ordenase, él se vestiría de “soldado” para “pelear contra el imperialismo” y tener “una Venezuela libre”.El jefe de Estado venezolano espera ser reelegido en uno de sus momentos más impopulares, con fricciones con la comunidad internacional, y señalado de ser el responsable de la crisis económica y social que atraviesa la nación petrolera.En los comicios, Maduro se medirá contra el opositor Henri Falcón, un chavista disidente; al expastor evangélico Javier Bertucci, y al ingeniero Reinaldo Quijada.Un grupo de detenidos en la sede de la Policía política venezolana protestaron en reclamo de mejores condiciones de reclusión y respeto a los derechos humanos.“La situación es de urgencia”, dijo Patricia Ceballos, esposa del opositor Daniel Ceballos, a las afueras del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, donde se concentraron decenas de familiares de los detenidos y sus abogados. Los alrededores de la instalación policial fueron tomados por una treintena de policías.La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó la severa golpiza que recibió un recluso e hizo un llamado a que se investigue el “uso de tortura y malos tratos”.La situación fue desestimada por el fiscal general Tarek William Saab, quien indicó que no ha recibido denuncias por escrito sobre maltrato a los detenidos y negó que en la sede de la Policía se encuentren menores de edad, tal como han denunciado familiares, opositores y activistas de derechos humanos.El vicepresidente del partido oficialista, Diosdado Cabello, le restó importancia al incidente y lo consideró una “provocación” que busca alterar el orden interno y “llamar la atención” antes de la consulta del domingo.