Las denuncias derivadas del caso contra el magnate estadounidense Jeffrey Epstein han alcanzado a unos de sus amigos más poderosos, el príncipe Andrés, quien finalmente tendrá que comparecer ante un tribunal por supuesto abuso sexual a una menor de edad. Ante la espera de todos por conocer la postura de la monarquia británica que se había limitado a mantener al miembro de la familia real lejos de la vida pública durante los últimos años mientras el escándalo de tráfico de menores seguía creciendo, finalmente la reina Isabel se ha pronunciado, retirandole mandos militares y los títulos de "Alteza Real".Así lo anunció esta mañana el palacio de Buckingham: "Con la aprobación y el acuerdo de la reina, las afiliaciones militares y los patrocinios reales del duque de York han sido devueltos a la reina". “El duque de York seguirá sin asumir ninguna función pública y está defendiendo este caso como ciudadano privado”, continuó el comunicado.De acuerdo a la revista People, se trata de una decisión que fue ampliamente discutida por los miembros de la familia real. Anteriormente, la defensa del acusado solicitó al juez que desestimará la denuncia, aunque la petición fue descartada. Sus abogados referían a un acuerdo económico al que llegaron Jeffrey Epstein y la víctima Virginia Giuffre en 2009, del cual aseguran, también protegía al príncipe; sin embargo, el diario The Guardian señala que el nombre de Andrew no se menciona en dicho acuerdo.Por su parte, el abogado de la víctima Virginia Giuffre (de 38 años) ha dicho que de ningún modo considerarían un acuerdo con el príncipe Andrew en el polémico juicio por abuso sexual.