Nicaragua se paralizó por un paro convocado para presionar al presidente Daniel Ortega a cesar la represión, sin embargo, los ataques a tiros contra los manifestantes se recrudecieron en varias ciudades, aumentando a 161 el número de muertos en casi dos meses de protestas.La jornada fue convocada por la Alianza Nacional por la Justicia y la Democracia, que agrupa a empresarios, estudiantes y sectores de la sociedad civil, como una forma de presionar al Gobierno a detener los violentos ataques contra manifestantes y pobladores.Durante el paro realizado ayer, tres personas fallecieron en ataques armados de paramilitares y turbas progubernamentales contra las barricadas de los manifestantes, indicó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).Por su parte, la Conferencia Episcopal convocó a reanudar el diálogo para dar a conocer la respuesta de Daniel Ortega a su propuesta de democratización.“Estamos confirmando a nuestro pueblo que ahí estará la delegación del Gobierno presidida por el canciller Denis Moncada” con el ánimo de trabajar “desde el diálogo por la paz”, dijo la vicepresidenta y portavoz oficial Rosario Murillo.