Un técnico de gas fue condenado este martes en Argentina a una pena de cuatro años de prisión por el delito de estrago culposo debido a la explosión de un edificio de apartamentos de la ciudad de Rosario (noreste) en agosto de 2013, que provocó la muerte de 22 personas y alrededor de 60 heridos.Junto al condenado, Carlos García, integraban el banquillo otros diez imputados -entre ellos miembros de la empresa distribuidora Litoral Gas y empleados de la administración del edificio-, que fueron absueltos.La decisión del tribunal, compuesto por los jueces Marcela Canavesio, Carlos Leiva y Rodolfo Zavala, fue dividida, ya que el juez Leiva votó en desacuerdo al considerar que al gasista le correspondían tres años de prisión no efectiva y el cumplimiento de ciertas normas de conducta durante cuatro años.El abogado de García, Hugo Bufarini, adelantó que el hecho de que la resolución no fuese alcanzada por unanimidad de los jueces puede ser motivo para apelar la sentencia."El fallo fue dividido y hay un magistrado que vota con un voto minoritario que pide una sanción más favorable para mi defendido", expuso el letrado, quien adelantó que"seguramente" apelarán.Hugo Bufarini comunicó además que actualmente el técnico de gas no está detenido, ya que "el fallo no se encuentra firme", por lo que su ingreso en prisión depende de los recursos de apelación usados por la defensa.La lectura de la sentencia, llevada a cabo por la jueza Canavesio, dictaba, entre otros puntos, que se juzgaba "un delito donde el resultado (peligro concreto) y las consecuencias personales y materiales son tan evidentes como no controvertidas".La explosión en el edificio de apartamentos en el centro de Rosario, la tercera mayor del país, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, ocurrió en la mañana del 6 de agosto del 2013 y se debió a un escape de gas masivo, mientras García trataba de cambiar el regulador de gas junto a su ayudante, también imputado, Pablo Daniel Miño.Desde que ocurrió el siniestro, la investigación sobre las causas se centró en la responsabilidad de García, que estuvo trabajando en el inmueble antes del suceso, así como en la de la compañía Litoral Gas, de capitales belgas y argentinos, que fue acusada por la Fiscalía de haber realizado controles "muy limitados y primitivos".La Fiscalía, comandada por Graciela Argüelles, solicitaba el sobreseimiento para uno de los gasistas privados que trabajaron en el edificio días previos a la explosión y para uno de los representantes de Litoral Gas, pero pedía una condena de cinco años de prisión efectiva a nueve de las personas imputadas.Asimismo, la querella, impuesta por la familia de una de las víctimas mortales del accidente Débora Gianángelo, reclamaba la misma pena pero para los once acusados.El fallo de la sentencia provocó que los familiares de Gianángelo expresasen su malestar."Acá cayó un perejil solamente", declaró Adrián Gianángelo, hermano de Débora, a medios locales de Rosario, advirtiendo también a los absueltos que los seguirán "persiguiendo penalmente".Otros familiares de los fallecidos también expresaron su indignación por el hecho de que solamente haya un condenado, como Marcela Nissoria, quien opinó que García es "un chivo expiatorio" y "el hilo que se cortó por lo más delgado".OB
