La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) de Colombia dio a conocer que logró que una mujer que fue reclutada en 1999 en Mesetas, Meta en el marco del conflicto armado en Colombia al fin pudo reencontrarse con su padre, un campesino de 71 años, y su hija, a quien dejó de ver cuando era una bebé de tan sólo 3 años de edad.Esta mujer fue reclutada por un grupo armado después de las fiestas decembrinas de 1999 en ese municipio del Meta. Su madre le había pedido comprar algo en la tienda, pero en el camino hombres armados la obligaron a subir a un camión. No obstante, Andrea* (nombre ficticio que utilizaremos para referirnos a la víctima para proteger su identidad) no fue la única que corrió con esta suerte, pues de la misma manera este grupo armado se llevó a 30 jóvenes más. Esa fue la última vez que se le vio a Andrea.Después de estos hechos, la familia de Andrea fue obligada a desplazarse involuntariamente de Mesetas a Villavicencio. Su persistencia para lograr establecer contacto con los actores armados que se llevaron a su hija tuvo como consecuencia que fueran amenazados con el reclutamiento de sus hijas menores, hermanas más pequeñas que Andrea. Ante este desesperanzador panorama por volver a ver a su hija, la familia debió resignarse y esperar que alguien les diera alguna noticia de Andrea, casi por milagro.Según información que llega hasta nuestros días, de acuerdo con el trabajo realizado por la entidad nacida del Acuerdo Final de Paz, en 2001, el papá de Andrea regresó a Mesetas para proseguir con la búsqueda de su hija, pero algunos vecinos le dijeron que ella había muerto en 1999 durante la toma al municipio de Puerto Rico, Meta.Por su parte, Luz Marina Monzón Cifuentes, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas “es tan importante que en medio de un mito que se tiene alrededor de la búsqueda de las personas desaparecidas -de que solo las vamos a encontrar muertas-, la Unidad de Búsqueda pueda avanzar en una propuesta metodológica, planificada, estratégica y sistemática a través de los Planes Regionales, para que podamos estructurar una investigación que nos permita hallar personas con vida”, señaló.La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas llevó a cabo una investigación humanitaria y extrajudicial durante siete meses, tiempo en el que revisó y clasificó información, y cotejó fuentes que le permitieron aproximarse a la verdad sobre la suerte y el paradero de Andrea.Al respecto, la UBPD mencionó a través de un comunicado que “fueron varios los intentos por establecer un contacto directo, hasta que un martes de abril de 2022 respondió una de las llamadas de la UBPD y accedió a tener un encuentro, que finalmente tuvo lugar el 17 de mayo, en un salón de reuniones de una alcaldía local”.Finalmente, el reencuentro entre Andrea y su familia se dio después de que logró dejar las filas del grupo armado en 2022. La mujer contó que una vez que recuperó su libertad viajó a Mesetas para reencontrarse con su familia, pero fue gracias a sus vecinos que se enteró de que ellos habían sido obligados a desplazar bajo amenazas y que era posible que se encontraran en el municipio de Villavicencio.Asimismo, la víctima contó que durante varios días caminó las calles de la capital del departamento de Meta en su búsqueda, pero no corrió con suerte.El reencuentro entre Andrea y su familia estuvo lleno de lágrimas, abrazos y besos cargados de recuerdos y nostalgia, luego de permanecer alejados por más de 23 años.“Recuperar a mi hija es como si me hubiera ganado una lotería, en realidad es una lotería porque encontrar a una familia que esté perdida, en tantos años, desaparecida, sin tener ninguna noticia de ella y encontrarla así como la encontré en el día de hoy, en este sitio, para mí fue una cosa muy satisfactoria”, así lo compartió el padre de la mujer.Es menester señalar que en 2006 el padre de Andrea le prometió a su esposa fallecida que lograría dar con el paradero de su hija, y así fue. Logró cumplir esta promesa.Cabe mencionar que para que la UBPD pudiera confirmar su identidad, Andrea tuvo que ser sometida a una toma de huellas dactilares. Unas semanas después se pudo confirmar el parentesco entre la víctima y sus familiares.Este reencuentro familiar hace parte del Plan Regional de Búsqueda del Meta, el cual cuenta con un universo inicial de 7 mil 110 personas desaparecidas en 26 de los 29 municipios de ese departamento de Meta. De acuerdo con la UBPD, Andrea es la octava persona desaparecida por hechos en razón del conflicto armado que es encontrada con vida.