Hace 45 días explotó la peor crisis social que ha vivido Chile en tres décadas. Marchas multitudinarias, violencia en las calles y denuncias de abusos policiales se convirtieron en una encerrona para el poder político que ha respondido a un reclamo heterogéneo con gestos que los demandantes consideran insuficientes.Las manifestaciones se concentraron ayer en desear un “cumpleaños infeliz” al presidente Sebastián Piñera, en el día de su cumpleaños 70 años. Cerca de su casa, en un barrio acomodado de Santiago, decenas de manifestantes mostraron su rechazo al derechista frente a un amplio operativo de seguridad que impidió el acercamiento a la residencia.Miles de ciclistas con banderas chilenas se sumaron a las movilizaciones para reclamar “cambios reales y no por un paracetamol y para la casa”.Por su parte, Gonzalo Blumel, titular del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile, aseguró que el cuerpo de policías conocido como Carabineros ha sido muy maltratado durante las protestas de las últimas semanas.“Hay más de dos mil carabineros heridos, han atacado cientos de retenes y comisarías, los han dañado, los han criticado y ha sido un periodo especialmente difícil”, declaró Blumel durante una ceremonia de incorporación de mil 754 uniformados al cuerpo policiaco, graduados de la Escuela de Formación de Carabineros.En las últimas semanas, agregó, los elementos policiacos “han actuado con esfuerzo y sacrificio para entregar lo mejor de sí mismos durante las manifestaciones, pues en el país hay un grupo de personas violentas que pretende desestabilizar la democracia y la paz social”.