En el Tribunal de Apelaciones Administrativas (AAT, siglas en inglés), una instancia que no es judicial y tiene jurisdicción sobre asuntos gubernamentales, se enfrentan el exoficial de inteligencia militar australiano Clinton Fernandes, que reclama la publicación de los documentos y el director general de los Archivos Nacionales de Australia, David Fricker.En la segunda de las tres jornadas de este proceso que comenzó el miércoles, el abogado de Fernandes, Ian Latham, insistió en su breve comparecencia pública en que no todos los documentos, que abarcan desde finales de la década de 1960 hasta mediados de 1970, ponen en riesgo a la seguridad australiana.El resto del proceso se realizará a puerta cerrada debido a que la fiscal general de Australia, Michaelia Cash, señaló en una orden emitida el 25 de mayo que los testimonios de asuntos "confidenciales" en este caso "perjudican a la seguridad, defensa y relaciones internacionales" de su país.En las vistas, a las que no tienen acceso los demandantes, comparecerán un exagente de ASIO (la agencia de inteligencia australiana) bajo el nombre falso de Peter Darby, y Jack Lowe, quien también tiene su identidad encubierta y formó parte de los Servicios Secretos Australianos de Inteligencia (ASIS, siglas en inglés).Sus testimonios se sumarán a los de Anthony Sheehan, subsecretario de Seguridad Internacional del Ministerio de Exteriores de Australia, quien señaló en la primera jornada, que existen "aspectos (en los documentos) que necesitan ser protegidos". Al culminar el viernes las vistas, se prevé que los jueces del AAT dejen visto para sentencia su decisión sobre esta petición de Fernandes, quien comentó a Efe que de perder, es muy probable que no lleve el caso al tribunal federal por falta de recursos.MQ