Los habitantes de Río de Janeiro no disfrutan de sus playas desde ayer por el cierre para contener el coronavirus que sólo el viernes cobró más de dos mil 800 vidas en Brasil, mientras que millones de franceses y polacos, entre otras nacionalidades, iniciaron un confinamiento para controlar los contagios.A las restricciones de movimiento, Europa suma una campaña de vacunación lenta e inundada de polémica por el suministro del fármaco de AstraZeneca. Esa vacuna se administra de nuevo desde el viernes, por considerarse “segura y eficaz”, tras haber sido suspendida por una quincena de países, pero la Unión Europea sólo ha recibido 30% de los 90 millones de dosis pactados para el primer trimestre, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.La responsable amenazó así con bloquear las exportaciones de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus, fabricadas en Europa y destinadas a otros países, si el bloque no recibe primero las dosis prometidas.“Este es nuestro mensaje para AstraZeneca: Respeten el contrato con Europa antes de comenzar a suministrar (dosis) a otros países”, dijo Von der Leyen.En Estados Unidos, país más enlutado por el coronavirus, el ritmo de vacunación se aceleró en las últimas semanas, con un promedio actual de 2.4 millones de dosis por día y ya se alcanzó el objetivo de 100 millones de inoculados en los 100 primeros días de Gobierno de Joe Biden, con un mes de adelanto.En Brasil, la pandemia parece estar descontrolada. El promedio de muertos diarios se ha duplicado (de mil a dos mil), con respecto al mes pasado y el país ya acumula un fatídico balance de más de 293 mil decesos por covid-19 y 12 millones de contagios.Cuidados intensivosEl gigante sudamericano atraviesa el peor momento de la pandemia: de los 27 estados brasileños, 25 tienen una ocupación igual o superior a 80% en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). En Río, el porcentaje llega a 95, según las autoridades.personas han fallecido víctimas de COVID-19.han sido contagiadas con el coronavirus.Los polacos y un tercio de los franceses debían respetar medidas de confinamiento para intentar frenar los contagios.Un total de 21 millones de franceses, entre ellos los parisinos, deberán respetar las nuevas medidas, que son menos severas que las aplicadas hace un año. Durante al menos un mes, los comercios no esenciales estarán cerrados, no se podrá viajar entre regiones y se saldrá de casa con un justificante.En Polonia, ante el deterioro de la situación sanitaria, el Gobierno impuso un confinamiento parcial durante al menos tres semanas, tras haber suavizado las restricciones en febrero.Unas restricciones que llevaron a miles de personas a manifestarse en contra en Alemania, Reino Unido, Suiza, Holanda o Austria, en muchos casos de forma violenta y sin mascarilla.JL