La pregunta, a pesar de todos los buenos deseos, los temores y los discursos de regaño, flota en el aire: ¿Y si perdemos al Presidente Andrés Manuel López Obrador?Antes de entrar en disquisiciones, tanto legales como de posibles consecuencias, es indispensable subrayar que lo más deseable y conveniente es que el Presidente se recupere. Que retorne a su tarea y en la mejor de las condiciones físicas, mentales y emocionales. Es tan grande y pesada la tarea presidencial, que los mexicanos necesitamos al Jefe del Ejecutivo en las mejores condiciones.Sin embargo, no es posible olvidar que con motivo de la filtración de información de seguridad nacional (hablamos del episodio Guacamaya Leaks), entre las “toneladas” de información apareció el episodio de una crisis de salud del Presidente de la que antes no se había dado ninguna información. La revelación indicó que el sector sanitario de las Fuerzas Armadas atendió a López Obrador en una crisis cardiaca.Así que quienes sospechan tienen motivos fundados.No es de sorprender entonces que, al encabezar la rueda de prensa mañanera en sustitución del Presidente, el secretario de Gobernación haya reiterado que no se desvaneció, que no tuvo ningún ataque al corazón, aunque muchos “adversarios” así lo quisieran.Uno de los políticos jaliscienses que presume mayor cercanía con el Presidente López Obrador y que le consta a este columnista, estuvo entre sus más cercanos durante la última campaña electoral, es médico, Carlos Lomelí Bolaños. En consulta directa, aseguró que el Presidente no tuvo ningún desmayo durante su gira en Yucatán, pero sí mostró algunos síntomas que condujeron a aplicarle una prueba de COVID-19 que dio positiva. Es la tercera vez que se contagia y el mismo presidente (o eso se supone) escribió en sus redes sociales lo que ya todo el país sabe: que está postrado y bajo vigilancia.En la desbordante y escasamente confirmada comunicación de las redes y los chats, hubo un tsunami de afirmaciones y suposiciones. Desde las que afirmaban su fallecimiento hasta las que hacían un análisis de discursos del párrafo en el que se daba cuenta del contagio.Es totalmente normal la sorpresa: el Presidente mexicano ha encabezado alrededor de mil mañaneras, además de su abundante comunicación en redes sociales con textos y videos. Si él mismo anuncia que está enfermo, saltan las alarmas.Por otra parte, si el Presidente del país no pudiera gobernar porque un padecimiento no implica únicamente su muerte, sino también la imposibilidad de desempeñar su función, la Constitución mexicana ya presenta alternativas.De los 136 artículos de la Carta Magna, el 84 especifica lo siguiente:“Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los cuatro últimos años del período respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones, designará al presidente substituto que deberá concluir el período, siguiendo, en lo conducente, el mismo procedimiento que en el caso del Presidente interino. Si el Congreso no estuviere reunido, la Comisión Permanente lo convocará inmediatamente a sesiones extraordinarias para que se constituya en Colegio Electoral y nombre un Presidente substituto siguiendo, en lo conducente, el mismo procedimiento que en el caso del presidente interino”.Nótese que se manejan dos figuras: Presidente substituto y Presidente interino.En el paréntesis en que nos hallamos, la figura que aplica es la primera. El destino de la Presidencia recaería en la Cámara de Diputados y en la de Senadores. Para la elección se requieren las dos terceras partes de ambas cámaras. Eso obliga a negociar.Para quienes se preguntan si el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, puede ser Presidente en ausencia del actual, la Constitución especifica: “En caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al Presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a 60 días, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo”.Serían días de incertidumbre y enconadas luchas políticas. De tremenda inestabilidad en todos los sentidos.Salud para el Presidente y que se recupere.